viernes, 15 de mayo de 2009

La universalidad de la puta y el pordiosero.



Los pordioseros y las putas son los seres más universales y absolutos que ha parido la historia humana. No hay época, lugar o cultura en donde no hayan estado representados. Supervivientes de esplendores y decadencias, prófugos de catástrofes bélicas y económicas, su mirada está siempre ahí, a lado del camino, para recordarnos lo mucho o poco de puta y pordiosero que hay en cada uno de nosotros.

Sí, piénsalo y te darás cuenta: los pordioseros y las putas son los seres más eternos de la humanidad.

En todos los siglos, en todas las lenguas y en todos los continentes el pordiosero y la puta desempeñan sin alteraciones su rol en el libreto. El rostro del pordiosero es atemporal. Sobrevive cual roca de mar al paso de los milenios. La mano extendida, la mirada de chantaje sentimental, la humillación perpetua buscando extraer gotas de lástima de un alma estéril. La mirada de la puta, en busca de capturar en su red ese destello de lujuria que irremediablemente saltará a la superficie, el cuerpo buscando disfrazarse de umbral a los edenes del deseo. Vamos a Babilonia tres mil años atrás, vamos al Imperio Romano, vamos a Tijuana, a París o a La Habana: el pordiosero y la puta son omnipresentes. Están ahí, desempeñando un papel milenario, como si el suyo fuera un reflejo innato, un movimiento animal inconsciente, mecánico, como la respiración y la lactancia.

Putas y pordioseros del mundo, hermanados en un alma, conscientes de que existirán sobre el planeta hasta el último día de la humanidad.

Ojo, al hablar de putería no pienso únicamente en gordas sifilíticas desdentadas que visten faldas de colegiala en la calle Coahuila ni en las formas sofisticadas de negocios sexuales para ejecutivos. Después de todo, aquel que trabaja para una empresa casi siempre se prostituye.

En la relación empresa – empleado, este último está condenado a ser la ramera, pero de putería hablaremos en otra ocasión.

Lo que me ocupa en este momento es la pordioserez que me rodea y me sale al paso en cada rincón, cada vez con mayor frecuencia. Vayas a donde vayas en esta ciudad, encontrarás un adicto que te hablará de Dios antes de pedirte una moneda. Estos seres cambiaron la heroína por una droga mucho peor: Cristo. En la mayoría de los casos, son adictos a ambas. El crucificado y los opiáceos se llevan de maravilla. Pero si bien el tecato cristianizado es la forma más frecuente de pordioserez en Tijuana, la verdad es que este personaje enfrenta una agresiva competencia, pues todo mundo hace hasta lo imposible para sacarte una moneda.

Para ser honesto, me intrigan más las formas de pordioserez ataviadas con el disfraz de lo políticamente correcto: donativos para iglesias de dioses ignotos, cooperaciones para organismos filantrópicos expertos en chantajes, apoyos para fundaciones internacionales de apoyo ancianos de cuatro ojos y tres cabezas, alcancías para graduaciones burguesas de octavo de kínder, redondeos en supermercados que les vienen de maravilla en su declaración de impuestos. Si diera un peso a todo aquel que me lo pide, llegaría a fin de mes con las alforjas vacías. Claro, también hay pordioseros de corbata fina que rondan siniestros ministerios mendigando un contrato de obra pública y también limosneros de frases bonitas que salen a la calle a mendigar mi voto; candidatos a diputados creo que les dicen.

El caso es que todo el mundo me pide algo y yo estoy francamente hasta la madre. Es por ello que he puesto en marcha una estrategia, misma que hasta ahora me ha dado buenos resultados. Cuando alguien se te acerca a pedirte una moneda, el 99% de las veces le dices: “ahorita no traigo”. Esa es la respuesta universal más trillada y sólo da lugar a que el pordiosero en cuestión insista. Es por ello que ahora, cada que alguien me viene a pedir una moneda para su iglesia, su fundación, su escuela, su causa perdida o su cura de heroína, yo simplemente le respondo con una pregunta: ¿Y yo por qué?


13 comentarios:

Fede Fiesta dijo...

Pero... "y a la cruz roja.... ¿quién le ayuda?"

Simple Poeta+ dijo...

hay que dar,porq la vida da muchas vueltas y quien sabe? chanza y acabamos nosotros de pordioseros........o de putas :P

Luis dijo...

"también limosneros de frases bonitas que salen a la calle a mendigar mi voto; candidatos a diputados creo que les dicen."A esos limosneros ni el saludo.

Anónimo dijo...

Y tu mamá también.

Anónimo dijo...

Escribes bien, pero no me convenció el texto. Desde el principio, contrario a la puta un pordiosero, a huevo, conlleva una clase social y por lo tanto existirá una contraparte. De esta manera:

"Los pordioseros y las putas son los seres más universales y absolutos que ha parido la historia humana."

Tu primera frase, suena demasiado falsa. Es solo una opinión. Me gusta el estilo

admin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

A mí me gustó mucho el artículo y comparto la opinión de qué son si no los más, entre los sere más universales.

"Estos seres cambiaron la heroína por una droga mucho peor: Cristo" Excelente forma de refrasear a Marx ;)

Manuel Lomeli dijo...

Perfecto, mi guero...

Tiene sabor tijuanense. Eso si.

Y como buen tijuanense, te aplaudo: Carpe Diem!

Un saludo.

El Contador Ilustrado dijo...

cada uno cumple sus papel no?
incluido tú

Anónimo dijo...

Fantástico, que buen texto.

Unknown dijo...

Ja genial alegoría de los miticos actores de la paría social. Aunque aparecierá como un pretexto para salir del tramite.

Bravo!!! Ja perdon por la terrible efusividad!!!

ほし dijo...

me gustó mucho...

Anónimo dijo...

Baboseando aquí y salibando allá, con impúdica ociosidad indiferenciada, caí en este blog recolectivo, del cual no conocía ni la B de blog. Para mi fortuna, siendo sábado, tu post de los cuatro caminos tijuaneros estaba arriba, me lo leí sin esperar mucho (todo lo que conlleve la palabra Tijuana ya me sabe a...¿cómo escribiste tú?...ah, sí contracooltura con aspiración a premio) ¡Y vaya sorpresa! me topé con un texto impecable y creativo que me atrapó sin remedio, a tal punto que pasé ansiosa al siguiente post. Desconcierto en mí ¿ah? qué raro, me dije ¿porqué este post me sabe a otra cosa?
Y bue...fue entonces que se me ocurrió echar una mirada a los lados y con ello darme cuenta que era un colectivo. Te busqué, te encontré y ahora estoy leyendo tus demás escritos. Este por ejemplo de la Universalidad de la puta y el pordiosero, vuelve a causar en mí la necesidad de seguir leyéndote.

Tal vez yo entiendo distinto a los demás o aún no aprendo a leer, porque no coincido con los comentarios que te hacen. Algunos me parecen tan absurdos que llegué a pensar que se habían equivocado de post. En fin...

Por último, me quedé con la sensación de que todos hemos desarrollado, o desarrollaremos, por lo menos una vez en la vida, alguno de esos dos roles. Será por ello su universalidad y omnipresencia.

Saludo.
Rebeca

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