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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
domingo, 10 de mayo de 2009
Y mira al cielo...
Mientras observo la cantidad absurda de coches y escucho atentamente, como mi piel se hace vieja cada segundo de tráfico, añoro la lejanía de la ciudad y los kilómetros de lote baldío que pueden extenderse al infinito. Mi abuela venía de un pueblo. Ella, callada y adusta como era, a veces rompía su silencio para platicar de los árboles, los chapulines, los riachuelos de su lugar de origen. Platicaba de como mataba a los conejos, de cuánto costaban las tortillas y de su padre que deseaba tener un niño, en vez de una niña. -Cuando muera, me gustaría ser un perro, no... mejor perro no, un árbol, para que nadie me esté chingando.
No rompía el sueño para decirle que los perros se chingan a los árboles.
Sin embargo, prefería imaginarme ese árbol enorme, en medio de un cerro, su sombra extendiéndose al sol de medio día. Es una imagen que a veces recuerdo, mientras los microbuses tocan sus cornetitas desesperadas y los taxistas se mientan la madre los unos a los otros. En el metro cierro los ojos, y miro a esos conejos escaparse en los matorrales, mientras una niña espera a que estos se atonten unos minutos y espera docilmente a que se apendejen, para que les pueda tronar el pescuezo. Una vida de pueblo no caería mal, pienso de vez en cuándo, mientras escucho al vecino platicar y carcajearse mientras toma, que ya está ahorrando para abrir su narcotiendita.
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
4 comentarios:
no hay nada como la vida campirana, pero solo para vacacionar un rato y despejarse.
Saludos
Sí, a veces irse al campo a respirar aire "limpio" es muy bueno, relajante, gozador, muy sensual.
Vivir ahi, quien sabe...al menos yo no sé si podría, porque mientras más te acostumbras a la ciudad, es más difícil adaptarse al campo de por vida(a menos que no tengas opción).
Bieeeen!... me dio risa eso de que los perros se chingan a los árboles, jajajaja.
Yo cuando muera QUIERO SER YO DE NUEVO, pero sin morderme las uñas,jajajajajaja, Ntc.
Saludos y abrazos.
No cabe duda.
Desde que yo me fui, aqui escribe puro pendejo mediocre
Snif... Me gustó.
Saludos.
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