
No soporto a los güeyes que para todo tienen una rima “graciosa” o un albur. Son tan insoportables como ésos que emplean el “región 4” para decir que algo es chafo.
Para muchos, estas personas podrán parecer “vivos”, “despiertos” o con “agilidad mental”, pero para mí no son más que unos puñetas con el guión bien estudiado.
No me imagino –y nunca quiero verme- en un duelo como éste:
-Mi carro es blanco…
-¡Te echo!
-¡Las nalgas al pecho!
-Pero el culo te lo des estrecho.
-En la boca te los echo y que tengas buen provecho.
-Las nalgas tu hermana me dio por despecho.
Y así, hasta el infinito…
Si ése es el tan cacareado “ingenio del mexicano”, ahora comprendo por qué estamos tan jodidos y por qué una mano que habla es la estrella de nuestra televisión.
Para muchos, estas personas podrán parecer “vivos”, “despiertos” o con “agilidad mental”, pero para mí no son más que unos puñetas con el guión bien estudiado.
No me imagino –y nunca quiero verme- en un duelo como éste:
-Mi carro es blanco…
-¡Te echo!
-¡Las nalgas al pecho!
-Pero el culo te lo des estrecho.
-En la boca te los echo y que tengas buen provecho.
-Las nalgas tu hermana me dio por despecho.
Y así, hasta el infinito…
Si ése es el tan cacareado “ingenio del mexicano”, ahora comprendo por qué estamos tan jodidos y por qué una mano que habla es la estrella de nuestra televisión.