jueves, 25 de diciembre de 2008

No fumes hachís africano



Es la moraleja adelantada de esta historia. Estábamos mi roomie y yo en el depa de unos amigos que regresaron de Marruecos y habían (súper rebeldes ellos) comprado hachís a un marroquí (nah, ¿en serio?). Ese día, en uno de esos momentos inteligentes (ajá) de mi vida, me puse a fumar con ellos creo que con pipa, la verdad no me acuerdo bien, porque valga aclarar que ya estaba borracha, equis cantidad de vino tinto, ya se imaginarán. Para no hacerles el cuento largo, acabé en la taza del baño (qué original, qué bárbara), con mi roomie al lado sosteniéndome el cabello (como sólo las verdaderas amigas lo hacen), mientras balbuceaba:

- Me voy a morir en un país extranjero (¿?) diles a mis papás que los amo y que por favor me perdonen -

Patético, yo sé. Cuenta mi amiga que durante mi borrachez/malviaje hasta me sentí José Alfredo y le pedí que no dejara mi cuerpo del otro lado del océano. En mi defensa, de verdad juraba que me moría (¿o me quería morir?). No lo volví a hacer, una cosa o la otra, hay que ser organizados.

Como sea, además de mi amiga, vivía con otros dos chicos que no eran pachecos, no, lo que le sigue. La primera noche en el depa nos encerramos en el cuarto casi casi atrancando la puerta porque nosotras éramos buenas chicas de colegio católico con la culpa arraigada hasta la última fibra de nuestro ser, y no íbamos a convivir con un par de marihuanos y sus avionados amiguitos, porque... pues porque las drogas destruyen ¿no?

Total que mis compañeritos además de inofensivos y let it be, eran buena onda. Recuerdo perfectamente el mejor viaje que me aventé, tenían a un amigo de visita (hermoso por cierto, y que en una ida al antro me besó tan sonrojado que me pareció encantador). "Esta es de la buena" me dijo cómplicemente otra amiga, mientras sonreía. Si a algo soy adicta, es a sentir, y ese día sentía absolutamente todo: la casa, los vecinos, las palabras, los gestos, la calle, juro que sentía mi sangre y el viaje del aire hasta mis pulmones y de regreso. Cuando me fui a dormir, no prendí la luz para no despertar a mi amiga, y me perdí, ja. Neta, no encontraba mi cama, el espacio me parecía enorme y no tenía ningún punto de referencia. Rarísimo. Supongo que al final me tropecé con mi cama y me quedé despierta un rato más, con mis sentidos, el aire y yo.

La última vez que intenté ponerme high fue con el cuentista (hace ¿dos años será?) pero fue un rotundo fracaso porque se la fumó con unos amigos y quedó una ínfima parte, lo cual al final no fue tan fracaso porque para entrar a donde ahorita trabajo hacen antidoping, y me lo hicieron un par de días después de eso. Una vez más, la desconsideración de los hombres salva el día.

Ya me malviajé, ja.

6 comentarios:

it dijo...

ajajaj lo mejor que puedes hacer pacheco es :


*Cojer
*nadar
*Escuchar rock psychodelico de los 70s

http://boxstr.com/files/4466294_dew5n/Nirvana%20-%20Cocaine%20Girl%20.mp3



*ver bob esponja

Uvé dijo...

Definitivamente lo mejor para quienes no somo frecuentes en subirnos al avionazo es sentirlo todo.

Un saludo

Sascha! dijo...

Nota mental: No tomar cosas extrañas en continentes extraños, o de perdida llevarme un botecito con arena, para llevarme parte de mi méxico! já!

Iris dijo...

Que viaje tan largo te aventaste, hasta otro continente... señas de lo que deseas es irte de aqui

ほし dijo...

estoy super emocionadaaa MAGAA!! eres recientemente nueva en este blog, verdad??? la ultima vez que me meti a este no estabas como autora, pero me alegro de que ahora sí estes...
la unica vez que fume, no sabia hacerlo, así que lo único que sentí fue humo recorrer mis venas... y un poco de lo que en realidad debí haber sentido, pero supongo que nunca sabré el real sentimiento.

Anónimo dijo...

Estuvo dos tres tu post, estan mas chidas tus piernototas.

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