miércoles, 29 de julio de 2009

La defenestración como modus vivendi.



Cuando era más joven y más bello pronuncié –como muchos, supongo- aquella idiotez de “No me arrepiento de nada”. Es una idiotez porque, primero, uno está asumiendo que es infalible y que todas sus decisiones son correctas y segundo, que además de correctas, son inmejorables.

Ya no me atrevería a decir eso de nuevo. Mirando hacia atrás (que es una de las formas más infalibles para provocarse tortícolis y melancolía) puedo aceptar que sí, me arrepiento de un montón de cosas: me arrepiento de aquella noche manejando hacia Álamos: me arrepiento de haber respondido aquella llamada; de haberme ido aquella noche. Me arrepiento de tanto; de haber dicho, de haber hecho, de haber dejado, de tantas cosas que inevitablemente me han traído (¿De qué otro modo sino?) hasta este lugar y este momento, en el que creo firmemente que no he cometido ni la mitad de las acciones de las que me arrepentiré en el futuro.

Porque en un futuro próximo –o lejano, da igual- me gustaría justificarme con algún malabar mental; alguna alegoría rebuscada sobre el “Eterno Retorno” o algo parecido, pero no; ahí estaré, lanzándome por la ventana sin fijarme antes si hay alguna puerta cercana. Y sé perfectamente que algunas de esas ventanas pertenecerán a un tercer piso, así que tendré un par de segundos, durante la caída, en los que podré pensar: “No debí haber hecho eso” pero estoy seguro que lo haré con una enorme sonrisa en los labios.

Se dice que nadie experimenta en cabeza ajena; bueno, habemos quienes no experimentamos ni en la propia y hacemos del arrepentimiento futuro un modus vivendi. ¿Por qué? Por que algunos nos preocupa sólo el aquí y el ahora; ya lidiaremos con el futuro cuando sea presente y nos arrepentiremos cuando sea mas divertido conveniente hacerlo.

Oh, claro; me arrepentiré de muchas cosas después, pero ¿Quién soy yo para detenerme?


25 comentarios:

Kuruni dijo...

Y precisamente en este instante estoy llorando por lo mismo.

ah.

Anónimo dijo...

hay un proverbio del go que dice algo asi como "pierde tus primeros cien juegos rapido".

de los errores se aprende, aquel que no comete errores es que no ha crecido.

pablasso dijo...

No no, uno no asume que es infalible solamente aceptas que la cagaste y aprendes de ello.

TheSamael dijo...

Mis respetos.
y gracias por el texto, en mejor momento no pudiste escribirlo.

Kyuuketsuki dijo...

Lo importante es, según yo, no cargar por siempre con la culpa que conllevan los arrepentimientos. Yo también prefiero vivir lo que tenga que vivir... y luego arrepentirme.

Il Diego dijo...

Diametralmente opuesto. Yo me guío por la idea de hacer las cosas, sabiendo que no me voy a arrepentir (al menos eso intento).

Aún así, me las he ingeniado para hacer muchas estupideces en mi vida, claro. Pero sabia que no me iba a arrepentir de hacerlas :)

Anónimo dijo...

MEJOR PENSAR LAS COSAS DOS VECES ANTES DE HACERLAS, SI TENGO QUE PENSARLAS UNA TERCERA SEGURAMENTE ME ARREPENTIRE DE HACERLA....PERO ES MAS SABROSO

Liliane dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Roy dijo...

Lo del arrepentimiento va en relación a tu foco de atención,
si crees que la cagaste pues la cagaste si crees qeu aprendiste pues ya no es una cagada; y tienes razón con eso de la justificación rebuscada, de alguna manera podemos racionalizarlo para esconder el verdadero motivo, que suele ser más grande que las consecuencias

marszoid dijo...

Puede ser que en su momento, las cosas tenían un sentido distinto al que les damos ahora. Que conforme las consecuencias de las acciones vienen recayendo unas tras otras, phi es cuando nos detenemos a decir:
Valió madre!

Ustedes tienen una extraña manera de hacer eco en cositas que uno trae pensando de tiempo atrás muy chingona. Aunque me saquen Snifs melancólicos.

Eo dijo...

de igual manera, a mi me preocupa el momento y no es mi estilo preocuparme por lo que pasará después, es que soy bien espontaneo y creativo jajaja

que frase mas cierta: "¿Quien soy yo para detenerme?"

Luis dijo...

Dale anonimo, me cuesta un clic borrar tus pendejadas.

Liliane dijo...

Arrepentirse, sí. Sentirse culpable, no.


Beijos

PD - Borré mi comentarios anterior porque es cierto que no sé tu idioma perfectamente bien... PERO, un poco de atención con mi escrita no hace mal a nadie. :)

marszoid dijo...

El anónimo necesita conseguirse un pasatiempo nuevo, neta...

Francisco Romo dijo...

Algo plano en su estructura; pero un excelente final! Felicidades.

Esto del 'Eterno Retorno' como justificación a las decisiones tomadas me recordó algunos textos del maestro Borges (El Aleph) y también a Milan Kundera (La Insoportable Levedad del Ser).

El primero habla de que un destino no es mejor que el otro; así que todo hombre debe acatar el que lleva dentro. El segundo, recuerdo algo sobre que la vida no ofrece ese "blueprint" donde se puedan ensayar las decisiones con sus respectivos efectos; justificando de ésta manera que tanto lo bueno y lo malo estan destinados a repetirse una y otra vez.

Ahora mientras escribo mi comentario recuerdo aquel cuento titulado "Deutsches Requiem": "Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre desde el instante de su nacimiento han sido prefijados por él. ASí, toda negligencia es deliberada y todo casual encuentro una cita".

Unknown dijo...

De acuerdo por completo, peor que arrepentirse de hacer algo, es arrepentirse a causa del "si yo ubiera"

Unknown dijo...

Ah, y de el comentario de Liliane (...es cierto que no se tu idioma perfectamente bien...) Defenestracion la encontre como 1. critica 2. lanzar fuera por una ventana (casi literal) pero siempre aplicado a alguien mas ¿es posible defenestrarse uno mismo? Si hay respuesta que sea sin putearme por favor, vamos a platicar como gente normal :D

¡Lánzalo a Lucas! (also known as Caradesapo) dijo...

Una palabra u oración performativa es aquella que contiene en sí misma una acción. P. ej., cuando nos preguntan "¿acepta usted por esposa a Fulanita?", respondemos con un "sí" performativo, precisamente porque al enunciarla estamos haciendo algo (casarnos).

Lo digo porque, a mi parecer, todo el escrito no es más que una performatividad que busca anticiparse a los ineluctables errores de la vida, racionalizándolos antes de que sucedan. Eso es lo que en mi opinión hace al escrito un tanto presuntuoso, característica que, en lo particular, nunca termina de agradarme en un relato. Pero, como dicen, en gustos se rompen... etcétera.

Por otro lado, la metáfora de la ventana (marco:realidad, vidrio:fragilidad) me sugiere cierto hartazgo del autor por la cotidianeidad. Lanzarse de una ventana es, de hecho, un arquetipo del suicidio, con lo cual en lo absoluto quiero decir que el autor quiera aniquilarse, ni mucho menos.

¡Saludos, amigo, brother, carnal Luis!

mariposa dijo...

es preferible arrepentirse que solo pensar en hacerlo, pues aquel arrepentimiento del "hubiera" es mas tormentoso, triste y patetico que decir "ni pedo... la cagué... pero como me divertí" y bueno a parte de diversión, las enseñanzas que te deja cada experiencia no tiene igual.....

arriesguen¡¡¡¡¡¡¡


besitos

Roy dijo...

Oye Luis, además de la semántica, la conjugación y la segunda lectura, que más hay del texto? La proyección es inevitable, pero, es posible que haya algo como la espada del augurio (más allá de lo evidente)en rtelación a este tema especifico que sigas masticando?

Anónimo dijo...

Ay, ese Lánzalo a Lucas parece novia inconforme, nada le gusta. Busca una perfección muy sosa, no todo debe ser tan impecable... algunos errorcitos tienen su encanto.

A mi me gustó mucho este post Luis.
Como casi todos.

Andreinski dijo...

Me encanta porque aunque no opine igual, de alguna manera como que hasta me convences.

Besos.

El fantasma de los ricos dulces de albaricoque dijo...

No mames!, sin duda este post pasará también a la lista de los que tienes que publicar dentro de unos años en tu blog.

Manuel Lomeli dijo...

Siempre decimos que no nos arrepentimos de nada, pero solo a Edith Piaf le queda semejante sentencia.

A lo mejor, en lecho de muerte, ya cuando todo tiene un único significado, uno puede decir cualquier cosa, sentirse de cualquier manera. Y todos - si es que hay alguien presente - te van a creer, incluido uno.

Voy a procurar decir algo que haga sentir arrepentimiento a los presentes. Jajaja.

ほし dijo...

Es cierto. Juraba no arrepentirme de nada y vaya que me arrepiento de muchas cosas. Pero es lo que hace de la vida divertida, si todo fuese como quisieras y todo saliera bien, la vida sería un asco.

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