jueves, 13 de agosto de 2009

El sibarita




Hoy en la mañana iba meditando sobre los pequeños lujos de los que iba yo a escribir aquí, cuando, rumbo a la chamba, me encontré a este señor tumbado, a mitad de la av México-Tacuba.

La reflexión de que él estaba muy quitado de la pena disfrutando el sol que se colaba entre los edificios, mientras yo iba apurado a la chamba, hizo que todas las consideraciones sobre los lujos que he tenido se fueran a la chingada.

11 comentarios:

saRay dijo...

Jajaja A huevo! Si no fuera mujer definitivamente ya me habría aventado de vagabundo

Esteban dijo...

Ese soy yo ;)

Chilangelina dijo...

Eso es tocho.

El Tipo dijo...

¿Vagabundo o artista conceptual de las artes del descanso y el placer?

Uno nunca sabe...

La Rosy dijo...

de vieja quiero ser vagabunda! rulean

marszoid dijo...

Eso si es un lujo.
Que la vida pase mientras el toma el sol, alcabo que puede...!

Kyuuketsuki dijo...

Diógenes.

El hombre de hielo dijo...

Chinguesú a ese ruco lo atropellé el miércoles en la noche :S, si ya no se levantó significa que le di duro.

No le digan a nadie.

Manuel Lomeli dijo...

En efecto: el minimalismo de los verdaderos grandes lujos.

Afasia Anómica. dijo...

Los pequeños lujos son capaces de despertar grandes envidias.

nacopower dijo...

chido vampiro por el vagabundo. Aca en el parque Hidalgo en Azcaponaco viven varios vagabundos que el tiempo no les hace nada.

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