sábado, 28 de noviembre de 2009

Abstemio de Dios. Deicida confeso



I

Tú no eres un ateo. Eres un abstemio de Dios. Estas palabras me las dijo Gerardo Ortega y confieso que me encantaron. Nadie había podido hacer una mejor definición de mis (no) creencias. Soy, en efecto, un abstemio de Dios, alguien que con sufrimiento se mantiene al margen del vicio de creer. Dios me falta como la bebida al alcohólico.

Mi ateísmo es ontológico, no científico. No soy ateo porque crea únicamente en aquello que veo y es científicamente demostrable. Al contrario; soy ateo porque creo que hay algo mucho más profundo, mucho más complejo, mucho más inexplicable y fantástico como para reducirlo en la cómoda jaulita de un dios-juez. . Un dios demasiado humano, hecho a la medida de nuestras necesidades. Por la humildad de saberme nada, brizna de polvo en el caos de un universo inabarcable, es que no puedo reducir las cosas a algo tan simple.

A veces me gustaría experimentar el ateísmo científico de Luís. Su expresión “aunicórnico”, es de antología. Advierto que pienso plagiarla. Se da por hecho que los unicornios no existen y por tanto es una perogrullada proclamar tu no creencia en ellos. El problema es que yo puedo aplicar la fórmula aunicórnica a Dios.

En el fondo, yo soy un ateo que piensa demasiado en Dios, un deicida que carga a cuestas el cadáver de su víctima.
Y sí, debo aceptar que el cadáver de Dios es un peso en mi espalda (¿sería muy cursi decir mi alma?)

En teoría sólo creo en la nada, en el caos, en el vacío abismal y sin embargo siempre pienso en Dios, en su omnipresente cuerpo putrefacto. Pienso en Dios para odiarlo y pensar que me odia, pero pienso en él. En el fondo, dedico mucho de mi tiempo a eso que llaman oración.

No puedo jurar que moriré en el ateísmo, aunque considero muy difícil que vuelva a pertenecer a una religión. Pero el deicidio es también un acto de fe, mi único acto de fe. El deicidio es un sacramento. Me formé en un hogar católico y un día dije no a Dios y lo saqué a patadas de mi mente. Mi razón decidió sepultarlo. Primero blasfemé contra su iglesia pero a los 16 años decidí que aunque su representación humana fuera perfecta, la hipótesis de su existencia es inútil.

Necesitaría pasar algo muy duro en mi vida para que volviera a profesar un credo, algo que sacudiera mis estructuras, un auténtico terremoto espiritual. No digo que de esta agua no beberé. Mi reconversión sería la prueba de que el poder de Dios es infinito. La supervivencia de mi eterno deicidio la prueba de su inexistencia.

El mío es un ateísmo profundamente místico. Dios, su cadáver, la terrible mentira de su concepto o su sombra al acecho, ocupan constantemente mis pensamientos. Soy un ateo con estructura mental de creyente, un deicida que cada noche intenta hablar con el dios que ha matado.


II


El simpático Satanás

Nuestros demonios, creemos, habitan en el alma y yacen ocultos en algún pavoroso rincón del sueño de la razón, esperando el momento de ser paridos como monstruos.
Sin embargo nuestros infiernos individuales y nuestras peores pesadillas nos acechan desde el cuerpo. Debajo de la piel, ahí donde las células sostienen exterminios genocidas y las bestias invisibles fraguan conspiraciones, es el domicilio del Averno.

El día que te creas dueño de tu destino y te sientas capaz de hacer eso que llaman planes para el futuro, acuérdate que tu cuerpo siempre tiene la última palabra.

Sólo cuando la luz de la lámpara del buró te alumbra a las 4:00 de la mañana puedes tomar conciencia de dónde estás parado y te topas de frente con un espejo brutalmente honesto. Una zona de fantasmas y demonios que te invitan a patinar trazando un círculo en el cañón de la pistola. Una zona en donde la aparente calma del mar bajo un cielo nublado, es heraldo de que algo va a estallar, de que un millón de infiernos silenciados van a hacer erupción dentro de ti como un volcán.

Lo único que me queda claro es que Satanás no ha pasado de moda, como tanta gente ha pregonado. ¿Que la fiebre satanista era cosa de los setenta? Ja, ja. Satanás y el Heavy Metal están más vivos que nunca y los necesitamos para hacer esta vida un poco menos aburrida. Desde muy niño el factor Satanás me resultó atrayente. No es hablar de monstruos, de fantasmas, de vampiros y horrores pesadillescos. Esto es punto y aparte. Desde niño me quedó claro que Lucifer se cuece en su propio Infierno, aunque cada vez lo tomamos menos en serio.

Una de las dos sedes principales de la Church of Satan de Anton La Vey está a poquitos kilómetros de aquí, en Chula Vista California. La Church of Satan está oficialmente registrada como iglesia en Estados Unidos, exenta de impuestos y con todo tipo de comodidades fiscales. Una payasada más de los payasos gringos. ¿Sacrificios humanos? ¿Niños ardiendo en aquelarres? No señores. Pregúntense por una vez: ¿Cuánta gente ha sido muerta en altares en nombre del Diablo? Creo que son más los que han muerto porque un águila les tiró una tortuga en la cabeza cuando paseaban por el campo. En cambio ¿Cuántos millones de seres han sido masacrados por el dios monoteísta? Sí, ese tal Jehová, Dios o Alá que a fin de cuentas es el mismo tipo, el dios de las Cruzadas, el dios de Bin Laden y de Bush, ese señor que inventaron los judíos, copiaron los cristianos y perfeccionaron los musulmanes. El dios de las guerras santas, de la Jihad, del God Bless América, del In God we Trust. ¿No se les hace que ese dios es un poco más cruel que el Diablo?

Lucifer es el típico rebelde al que corren a patadas de su trabajo por sembrar grilla entre los empleados contra el jefe. Lucifer es el que te susurra al oído y te motiva a inconformarte, a cuestionar, a amarte un poquito. Prometí no eructar más sobre religión. Prometí que respetaría un poco estos temas y dejaría de herir susceptibilidades, pero nomás no puedo. Prometí que trataría de creer un poquito en Dios, pero no me sale, no me cabe y sigo pensando que ese señor no existe, ni ha existido nunca, pero como metáfora es pésima. Satanás tampoco existe, pero la diferencia es que como metáfora me gusta muchísimo. Es más, es mi metáfora favorita. Me cae bien el tipejo. Le tengo simpatía como dicen los Rolling.

14 comentarios:

KrizalidX1 dijo...

La primera parte me recuerda una frase:

El existencialismo no es una forma de ateísmo... Más bien dice que, aunque dios existiera, nada cambiaría.....

—Jean-Paul Sartre, (1905-1980) filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político francés

y la segunda me recuerda una banda de Oi!, que se llama non servium, osease la frase que le dijo satanas a Dios "No te servire"

como opinion personal solo te puedo decir que no dejes de rezar,nuestro espaguetoso señor* pronto regresara a la tierra

(Lease monesvol)

La Rosy dijo...

Si que es simpático el diablo, sobre todo porque todos tenemos algo de él.

Saludos!

♥Mayriella♥ dijo...

DIOS. no es humano. Cabe recordar.
No cago el palo. Solo doy mi punto.
Todo es aceptable y respeto.
Buen punto.

Anónimo dijo...

La primera parte suena mas a agnosticismo que a ateismo. Está chido, al menos dedicarle tiempo en buscar argumentos para sustentar una u otra postura es mucho mas de lo que hacemos muchos que nos decimos seguidores de alguna religión.

Sostengo mi idea de que el gran problema religioso siempre ha sido y será la falta de educación. Si por ejemplo, los católicos nos pusiéramos a revisar la historia, digamos del periodo bizantino, encontraríamos que muchos de los preceptos actuales, de dogmas, cielo e infierno provienen de los famosos concilios en los cuales un montón de chonchos religiosos se pusieron medianamente de acuerdo en que Dios o el diablo hicieron tal o cual cosa y promulgaron que eso era la ley... Supongo que lo mismo ocurrió con otras religiones.
Si nos quitáramos la flojera de estudiar, de buscar las raíces de la fe que juramos profesar habría menos religiosos, pero mejores personas.
Saludos,

KrizalidX1 dijo...

Haber Mayriella, dices que dios no es humano, pero si estamos hechos a su imagen y semejanza ya de perdida debe ser o primate o mamifero....

cierto?
cierto?

Rafael García dijo...

creo que te amo jajaja
no, no es cierto,
lo que si por primera vez se como decirle a mis creencias,
soy un Abstemio de Dios.
saludos.
-spock

Anónimo dijo...

Me gustó cómo retaste a Dios a mostrarte Su poder, ¡Espero que no te espantes al conocerlo! Saludos.

KrizalidX1 dijo...

claro!!,ahora me queda claro, en lo que los humanos son semejantes con dios es en la `pendejez!!!,ay soy un filosofo o que p2

El Contador Ilustrado dijo...

Dios creo al hombre a su imagen y semejanza y el hombre creo al diablo a su imagen y semejanza

Alejandra a secas dijo...

Me encantó el texto... me vi reflejada en algunas palabras, me identifiqué pues.

Saludos!

Miss Angelicat dijo...

ya aburres siempre con lo mismo :(

LaSeleneBR dijo...

Esta padre este post... hace poco me pensaba similar en ambas partes, pero de que Dios no piensa como nosotroes eso tambien es verdad. El actua de modo diferente ..'Ta chido

admin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Panxorreao dijo...

pobre esquilo...

¿que habra hecho para morir de un tortugazo?

XD

Blogalaxia