miércoles, 9 de diciembre de 2009

Tres libros, tres descubrimientos.



Hablar de libros que cambian nuestra vida no es cosa fácil, así que tomare otra ruta y hablare de tres libros que cambiaron mi forma de entender algunas cosas.

I

Cuando tenía unos diez u once años, me encantaba pasarme horas esculcando los bien surtidos libros de mi tía Tina. Mis primeras “lecturas” fueron los libros de arte antiguo, en donde podía ver cientos de pinturas de mujeres regordetas en paños menores (hey, en esa época no existía el Internet y era un buen recurso a la mano para ver pseudopornografía). Después de eso mis dedos empezaron a recorrer los lomos de los bien encuadernados libros. Pasaban volando sobre títulos como: “V. Blasco Ibáñez «Obras Completas I»” o “Benito Pérez Galdós «Fortunata y Jacinta»” que a esa edad eran como pergaminos en sánscrito para mí. Pero un día el titulo de un pequeño libro de tapas rojas con letras doradas llamó mi atención, decía: “Jardiel Poncela «Para leer mientras sube el ascensor»”. El nombre me pareció muy raro y empecé a ojearlo. Para mi sorpresa, en algunas páginas había unos dibujitos muy graciosos. Comencé a leer y aun mas sorprendido, descubrí que era un libro cómico. No era que tuviera chistes, pero las pequeñas historias –que tenían muchas palabras que no entendía- eran indudablemente graciosas. Leí el libro una y otra vez y reía a carcajadas en las partes que entendía. Mi tía notó mi fascinación con ese libro y me explicó que lo había escrito un señor español en los años cuarentas, de ahí que no comprendiera muchas cosas de las que hablaba. Años después me regaló ese pequeño libro, que en este momento sostengo entre mis manos.

Con ese libro (y muchos mas que ahora poseo) Enrique Jardiel Poncela marcó para siempre mi manera de ver y entender el humor. Ahora, años después, para mí, Poncela es el más grande humorista que ha existido.

II

En cuanto a ciencia ficción, soy ortodoxo y mis tres vacas sagradas son Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y Robert A. Heinlein. Ellos tres me formaron y educaron en el género. Con Asimov conocí la lógica y el raciocinio; Clarke me enseñó lo que era la ciencia ficción dura y Heinlein las infinitas posibilidades políticas de infinidad de hipotéticas sociedades.

Pero existe un cuarto escritor que considero a su mismo nivel: Robert Silverberg. Él me enseñó que no toda la ciencia ficción es sobre mundos lejanos, tecnologías avanzadísimas o seres de biologías imposibles. Hace muchos años, cuando leí su novela “Muero por dentro”, supe que había otro tipo de ciencia ficción, otro tipo de viajes, de mundos distintos y seres diferentes; todo dentro de la cabeza de un sólo personaje. “Muero por dentro” es una oda al autodescubrimiento y a la aceptación del propio destino, por triste y cruel que este pueda parecer. Pocos libros me han cimbrado tanto como ese. Cuando alguien no iniciado en el genero pide que le sugiera una obra por donde empezar, siempre recomiendo esa pequeña joya.

III

Con Asimov también conocí el mundo de la divulgación científica. Disfruté enormemente su increíble capacidad para explicar de una manera amena y clara temas tan complejos como la Entropía o el mundo subatómico, por ejemplo (Gracias a él tuve mi primer momento Eureka, cuando entendí por mi mismo la complejidad del espectro electromagnético). También reí con sus anécdotas llenas de esa egolatría tan característica en él. Siempre, cuando contaba de sus encuentros con la pseudociencia y charlatanería (o el “Ejercito de la noche” como le gustaba llamarle), lo hacia desde una posición burlona y pagada de si misma que me encantaba.

Pero fue hasta que me tope con Carl Sagan y “El Mundo y sus Demonios” que entendí que esa no era la única forma de abordar el escepticismo y de mostrarle a la gente que hay un mundo mucho mas rico, asombroso y maravilloso en la naturaleza que en el pobrísimo –en comparación- mundo de lo sobrenatural. Me fascinó su manera de tratar con la pseudociencia, con la ignorancia y con las diferencias entre la Ciencia y la Religión (y por ende, la Fe). “El Mundo y sus Demonios” es un libro que todas las personas deberían leer una vez en su vida (yo lo he hecho unas cuatro veces); apuesto lo que sea a que de una forma u otra, les hará cambiar la forma del ver a la sociedad, al mundo y al propio universo. Carl Sagan es una de las personas más maravillosas y valiosas que han vivido sobre este punto azul pálido. Por favor, lean ese libro y dejen que Sagan les muestre, con su inconfundible estilo, las cosas que como sociedad tenemos que lograr para no dejar que la luz del conocimiento sea abrumada por la oscuridad de la ignorancia.

Hay muchísimos, muchísimos más libros que, de la misma manera en muchos otros aspectos, han cambiado mi forma de ver y entender las cosas, pero no importa cuanto hable de ellos, lo importante es que cada uno encuentre sus propios libros y los valore a su manera, que al final de cuentas, es como debe ser.




9 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo completamente, El mundo y sus demonios es un libro que cambia la forma de ver o percibir las cosas, el mundo.

De hecho deberían ponerlo como texto obligatorio en las primarias o secundarias del país, eso ayudaría.

Anónimo dijo...

soy depresivo, y el libro que me ayudó bastante pero por su informacíon cientifica y viviencial fue "Los demonios de la prepresion" de Ana María Gomís.

Creo que aun no puedo decir que la literatura ha cambiado mi vida, pero si mis hábitos, ahora leo todas las noches Recolectivo

Autodrom Eilend dijo...

Ahh! yo tenia tambien ese librito de Jardiel Poncela, pero alguno de los secuaces de mi hermano se quedó con él (¬_¬)

Kurazaybo dijo...

Me dio risa lo de la egolatria de Asimov, dentro de lo poco que he leido de el he alcanzado a notarlo y lo aborda de una manera que me hace mucha gracia.

Concuerdo que Muero por dentro es un librazo (independientemente de mi queja del protagonista) Leanlo ya.

KrizalidX1 dijo...

punto para Sagan

El Contador Ilustrado dijo...

una selección mas que idealizada

Héctor Sandoval Villa dijo...

No he leído muero por dentro pero mañana saldré a conseguirlo. Y definitivamente Asimov y Sagan son de lo mejor que existe para leer

Anónimo dijo...

Yo estuve inmerso en ideas que de la homeopatía, la "ley de la atracción" y toda esa bola de magufadas, como bien las llama el gran controlzape (aunque luego el cabrón se me hace un poco insoportable).

Del huevo también aprendi a ver el mundo con otros ojos gracias a la recomendación que hizo a sus lectores de echarle un ojo al libro de Sagan.

Muy agradecido.

César Tzu dijo...

El mundo y sus demonios a cabron concuerdo que buen libro, cambia la perspectiva de ver muchas cosas, concuerdo deberian de leerlo todos alguna vez.

Muero por dentro lo empece por recomendacion "no" personal tuya y no lo termine por otros pedos espero retomar esa lectura pronto

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