Una noche cualquiera dimensioné (como si de un Aleph se tratara) la infinitud de las calles por las que nunca voy a caminar. Ciudades, universos, realidades aparte están aquí, en este mismo planeta y en este mismo instante, contemporáneos de mi existencia, paralelos e inalcanzables. Contempla el Mapamundi y trata de imaginar los países que jamás conocerás y piensa en los rostros que no te será dado ver, en toda esa gente que pudo cambiar tu vida y estuvo a instantes de cruzarse en tu camino. A lo mejor, alguna vez has estado a tres minutos y seis metros de toparte de frente con tu amante o tu asesino, con tu redentor o tu tortura. Acaso cruzaste la avenida 50 segundos después del camión que iba a aplastarte o saliste de ese bar cuatro minutos antes de la bala perdida que iba a destrozar tu cabeza. Recorre una librería y piensa en todos esos libros que nunca leerás, en los universos a los que no te será dado penetrar. Las palabras no pronunciadas, los cuentos no escritos, los orgasmos no consumados, los besos que nunca diste. Ciudades, libros, personas, paisajes, pasando frente a tu vida sin que puedas tenerlos mientras yaces inmerso en tu microcosmos frente al mar y la frontera, coleccionando atardeceres delante de una pantalla y redimiendo el alba en el olor del café. La Historia de lo que Pudo Haber Sido es el Aleph, la Montaña Mágica. La historia de lo que fue, en cambio, es un poema minimalista o acaso un Ulises, atiborrado de páginas donde el diálogo interno es el universo entero y la anécdota se diluye en un vaso de cerveza oscura.
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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
viernes, 19 de febrero de 2010
No puedes tenerlo.
Una noche cualquiera dimensioné (como si de un Aleph se tratara) la infinitud de las calles por las que nunca voy a caminar. Ciudades, universos, realidades aparte están aquí, en este mismo planeta y en este mismo instante, contemporáneos de mi existencia, paralelos e inalcanzables. Contempla el Mapamundi y trata de imaginar los países que jamás conocerás y piensa en los rostros que no te será dado ver, en toda esa gente que pudo cambiar tu vida y estuvo a instantes de cruzarse en tu camino. A lo mejor, alguna vez has estado a tres minutos y seis metros de toparte de frente con tu amante o tu asesino, con tu redentor o tu tortura. Acaso cruzaste la avenida 50 segundos después del camión que iba a aplastarte o saliste de ese bar cuatro minutos antes de la bala perdida que iba a destrozar tu cabeza. Recorre una librería y piensa en todos esos libros que nunca leerás, en los universos a los que no te será dado penetrar. Las palabras no pronunciadas, los cuentos no escritos, los orgasmos no consumados, los besos que nunca diste. Ciudades, libros, personas, paisajes, pasando frente a tu vida sin que puedas tenerlos mientras yaces inmerso en tu microcosmos frente al mar y la frontera, coleccionando atardeceres delante de una pantalla y redimiendo el alba en el olor del café. La Historia de lo que Pudo Haber Sido es el Aleph, la Montaña Mágica. La historia de lo que fue, en cambio, es un poema minimalista o acaso un Ulises, atiborrado de páginas donde el diálogo interno es el universo entero y la anécdota se diluye en un vaso de cerveza oscura.
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No puedes tenerlo
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
7 comentarios:
Sin embargo algo hace creer que, si se pusieran en una balanza, el universo personal comparado con todos los otros universos tienen el mismo peso.
Tu universo personal es parte de los millones de universos que otro nunca conocerá.
O el panteismo.
supongo que la cerveza oscura es para diluir la enorme paranoia que me causara el pensar todo lo previo.......... espero funcione...
Una reflexión inevitable. Y ociosa. Del ocio que nos conduce a respuestas que bien vistas son elementales y de trastorno.
Un saludo, guero.
He llegado a pensar en todo esto, sobre todo lo de los libros... Muy bueno.
Yo también me siento así frecuentemente y no he encontrado alguna salida satisfactoria.
Muy triste, digo yo.
Yo también he pensado en todo aquello que no podrás tener. Me lo has recordado de nuevo, gracias.
o en las viejas que no te podras coger.
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