jueves, 6 de mayo de 2010

Tu rudo recuerdo



"El monstruo sólo tiene una certeza posible:
Es lo que destruye".

J.C. Albarrán.


Mi ciudad se ha infectado, la ha contaminado una nube azul que me impide caminar libremente por mis lugares favoritos.

Las calles, los parques, los puestos de flores, los cafés, los bares y hasta la música en la radio se han contaminado con tu esencia. El aire se ha enrarecido con el aroma de tu marca de shampoo e incluso las hojas de los arboles me han dado la espalda y se han teñido del color de tus ojos.

Prácticamente es imposible esquivar tu recuerdo, escaparme de él es cada día mas difícil. Se las arregla para encontrarme a donde quiera que voy, me golpea cuando miro tus fotos y me persigue mientras camino por los parques donde solíamos pasear. Después, me espera con una sonrisa burlona en nuestro restaurant favorito, se sienta en la mesa que reservabamos y se embriaga con la marca de vino tinto con la que solíamos brindar.

El peor momento es cuando termina el día, pues es en la noche cuando soy más vulnerable a sus rudezas. Entonces me observa, me acecha y me va arrinconando sigilosamente hasta encontrar el momento adecuado para lanzarse sobre mi. Me tira al suelo y una vez ahí ya nada puedo hacer: me somete, me sofoca y me aplica un castigo emocional que pocas veces logro soportar.

Trato de resitir lo más que puedo, trato de escaparme, pero se las ingenia para aprisionarme y susurrarme al oído:"Ríndete, toma el teléfono y ruega para que vuelva y te rescate de este infierno".

Pero me niego a hacerlo porque sé muy bien que aunque marque tu número, no me contestarías. Asi lo pactamos la noche que lanzamos al olvido nuestra historia y nos retiramos cada quien con su orgullo intacto.

Se muy bien que el tiempo terminará por lavar los colores que tiñen mi ciudad. En tanto, porto orgulloso la cicatriz que dejaste sobre mi pecho. Esa, aunque quieras, jamás podrás quitármela, pues será la dolorosa evidencia de los momentos felices que vivimos.

Sea esta mi primer victoria en la lucha contra tu rudo, rudísimo recuerdo.

8 comentarios:

Unknown dijo...

esos recuerdos son devastadores... pero me cae que vale la pena ese dolor; la evidencia más palpable de que sabemos amar............

YoSabina dijo...

Los recuerdos devastadores te quedan siempre muy dentro.

Pero debemos de sacarlos.. con los dientes o las uñas. Con lo que podamos.

YoSabina

Anónimo dijo...

La intensidad de una pasión se mide por la soledad que la precede.

Kuruni dijo...

ah :(. Que triste.

Anónimo dijo...

YoSabina dijo...

Pero debemos de sacarlos.. con los dientes o las uñas. Con lo que podamos.

O con las nalgas pendeja!!

Anónimo dijo...

YoSabina dijo...

Pero debemos de sacarlos.. con los dientes o las uñas. Con lo que podamos.

O con las nalgas pendeja.

El padre del anónimo de arriba dijo...

Exacto, anónimo de arriba, tu mamá me dio sus nalgas para olvidar a su exnovio, así es como naciste tú.

Marbolius dijo...

Debo serte honesto, NO ME GUSTA COMO ESCRIBES, no sé quizá soy una mente de muy bajo perfil o lo que gustes, pero debo reconocer que este escrito me caló bastante.

Es curioso como puedes poner palabras acomodadas y que estas puedan tener un gran impacto en la gente que no conoces.

Tu escrito, íntegro se lo envié a una persona a la cual amo pues lo que dijiste reflejaba perfectamente lo que siento, por supuesto el escrito que envié trae tu nombre y la fuente de donde lo hallé.

GRACIAS PEDRO.

Blogalaxia