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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
martes, 18 de mayo de 2010
El arroyo hacia la caja de musica
Entonces Paul contempló a Teresa sentada en el arroyo. Él tenía el rostro radiante, y estaba muy serio. Ella paseaba sus manos sobre la corriente, y cuando lo vio, imaginé que le dijo, anda, quitate la ropa y ven.
Yo observaba todo desde la tirolesa, y aunque ellos no lo notaban, ya estaba completamente desnudo. Les grité: anden, tengan sexo enfrente de mi, que desde arriba lo puedo ver todo. Despúes me puse a bailar como energúmeno en la plataforma, riendome y celebrando mi desnudez.
Mareado, me detuve con el sol en mis ojos. El cielo brillaba sobre las altísimas paredes de piedra de los cerros. El aire corría como serpentina perezosa, y sentía su frescor en las nalgas, en mis orejas y en mis manos. Abajo de mi había una escalera, y a los lados, árboles que se estremecían entre el rumor del agua y el vaivén de sus ramas. Me puse a orinar, y el chorro amarillo y lustroso se fue de izquierda a derecha, en un estallido de gotas que cayeron a muy poca distancia de Paul y Teresa.
Vociferé: Perdonen, fue el viento. Me tomé de la tirolesa y me lancé sobre el arroyo, hasta derrapar sobre el agua y detenerme por completo sobre la arena, para luego correr hacía ellos, hirsuto y cínico, enlodado y congestionado de risa.
La vida completa cabía en ese pedazo de arroyo. Una historia dulce, y falsa, que comienza con liebres que se detienen a la mitad del camino, mientras corren de un viñedo a otro, mordisqueando los rosales que coronan las filas de la vid y la tierra roja y macerada. Yo estoy aquí - soñaba - con mis pies sobre el silicio titilante de la arena, con Teresa y Paul, con Teresa besando a Paul y luego besándome, luego acariciando mis brazos, viendo a Paul sonrojarse, dormitando de placer. Es Teresa a nuestro lado, con su cabello negro adúltero, mintiendo, escribiendo una historia diferente cada fin de semana.
Entonces contemplo a Teresa sobre al arroyo. Paul a su lado, todavía vestido, con los pantalones mojados, y ella llora. Nadie está invitando a nadie a desvestirse. Ya no puedo imaginar nada: todo está ahí y los sonidos son completos, audibles como los árboles, como mi agitación, todo es evidente como mi pene imprudente e inevitable. Me sentí como el primer hombre en la tierra, descubriendo el dolor del otro diluido entre el agua, en una infusión de tragedia y barro.
Hubiera querido asexuar mis pasos, emascular mi aproximación, antes de descubrir el hilo rojinegro que manaba delgado por entre la pierna de Teresa. Tendré que decirle a mi esposo que perdí su hijo, murmuró, desangelada, viendo su sangre respirar entre el caudal del agua y las piedras. Antes de pedirle que se levantara, vi un coágulo varado entre el musgo de la orilla, a pocos metros de ella, corriente abajo. Sentí un asco profundo, un desprecio absoluto por toda la sensualidad perdida entre el súbito aborto y el adulterio. Pude verme atrás de ella, poniendo mi pene entre sus nalgas, penetrandola, mientras mi amigo le besaba enfrente, los tres con toda la carne ahí, inexistentes para un padre que acaba de perder a su primer hijo.
La levanté de los brazos. Paul estaba anonadado, e inútil. Nos siguió convertido en imbécil mientras la llevé entre brazos hasta el vivac, para meterla a la tienda; le dije que no estaba sangrando demasiado, pero que debiamos volver a la ciudad. Vístete, me pidió: vístete y cuando estemos llegando a Tijuana háblale a Gonzalo con mi celular y dile que no voy a volver. No digas pendejadas, farfullé.
Pero al llegar a la ciudad nos convertimos en canallas. Ya no eramos amantes. Eramos parias, cada uno a su manera, y la ciudad absoluta se imprimía con nuestros secretos, sin cortapisas ni eufemismos. Cada uno pirogrababa sobre los toldos, sobre las alzadas y muros de las naves industriales, sobre la caja de las marquesinas y la fotografía de los espectaculares, recados y mensajes de despedida para el otro. Mensajes llenos de nausea y pesadez, que perforaban el acero de las maquiladoras transformándolo en el cilindro infinito de una caja de música, que susurra arrepentimiento y desgano. Descubriendo, quizá - al menos yo - que la ciudad nos libera de todo.
Etiquetas:
manuel,
Papeles notas y recados.
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
7 comentarios:
bien, jordi, todo por eso me iré coger a tu mamá, para que tengas otro hermanito
segundis en quererme coger a la Mamanuela...
Muuuy chingón...
El arroyo, los cerros, la arena, los pellejos... snif.
Saludos.
jalame los pellejos, 4-1
chinguen a su amdre la bola de ojetes, ora si 4-1
vmasdfopmrfimpmiperg
Vaffanguffo...
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