contra el reloj

1.


2. Ahora bien, curioso que tocara éste tema en la semana de mi cumpleaños número 28. Curioso que tocara el mero día en que yo publico.

Antes, cuando tenía menos caca en la cabeza, me clavaba mucho en los juegos tipo RPG. En los final fantasy de nes había un poder que hacía te apareciera un contador encima de la cabeza. Iba del 20 al 0. Cuando se terminaba, la vida de tu personaje se extinguía. Obvio. (Tener spell de Life 2 era la solución)

Me gustaría que los humanos anduviéramos con estos countdowns en las calles, todo sería menos presuroso y la mar de amigable.

¿También Spawn tiene un countdown, no? no sé en qué paró tal serial noventero poco memorable.

Uno vive descontándose números y avanzando casillas en tableros y tableros tipo juego de mesa, también llamados calendarios.

En el bar azul, cantina de mi tio Quique, a mí se me reservaba la labor apremiante de arrancar la hoja del calendario. En el adverso de los días inservibles, la imprenta ponía caricaturas de todo tipo. Los miércoles eran sexuales y no se me permitía darle una ojeada al cromo. Una tontería porque las anforitas las envolvían con páginas tres del ovaciones. Realmente en esa cantina yo estaba muy expuesto a los senos de las mujeres, en todos lados habitaba un par. Y ahí comenzó mi conteo regresivo.

3. Perdonen la redundancia: Las bailarinas bailan con los tiempos de la música.

Es decir, en tiempos pares, los impares se les complican y no son prácticos. El ocho es el tiempo par más común. Una bailarina cuenta: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Principia su actuación. Nunca hasta el diez y por eso los músicos, varones ellos, las menosprecian.

Y de nuevo, no hay mujer que no haya querido ser bailarina de chiquita.

Al Principito le gustaban mucho los amaneceres y en su planeta cada segundo acontecía uno. Por eso hacía su silla para atrás cada pestañeo, para ver ramilletes de amaneceres nuevos o un sólo amanecer pleno y perpetuo. Ahí como quieran.

Noto el paso del tiempo en mí porque me he sorprendido a una de llevarme un trago a la garganta con miedo a la cruda que seguro mañana me atocigarà. Los crudos entienden el reloj mejor que los sobrios.

Los novios cuentan las horas que faltan antes de que se entrevisten. Los idiotas cuentan los días que faltan para que supuestamente venga Radiohead al foro sol. En general la vida es una pérdida de tiempo.

Bukowski es de esos autores que todos ustedes se han encargado de mandar a la cola. Leyéndolo. Realmente ese guey no necesita ser leído. Existe y ya. Y era un culero que siempre estaba contra el reloj.

...
haz de eso una pelea de peso pesado.
haz como el toro en la primera embestida.
y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.
si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...
entonces no estás listo
toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay,
qué mierda,
igual.