martes, 14 de octubre de 2008

Ejercicio 2: Dama Blanca.




Primera parte.
La sangre le florecía a borbotones de la sesera semivacía, un mar color marrón se diseminaba bajo su cabeza y una mancha de orines avanzaba entre sus piernas. Estaba seguro que el tiro había hecho mella en todas partes: los salones, los baños, la cafetería, las canchas, la biblioteca y el patio donde ahora yacía; nada ni nadie debió escapar del grito de aquél fogonazo a quema ropa.

Por fin me sentía tranquilo.

De haber sido otra situación hubiera resultado cómico; una gorda meada tirada en el piso, los totis esparcidos sobre de ella y el sándwich de jamón a medio comer aun en la mano. El revolver de mi abuelo todavía caliente, me temblaba entre las manos. El olor dulzón de la sangre me había antojado una nieve de frambuesa. Me relamí los labios por el antojo y note una cálida gota de metálico sabor. Todos los demás me miraban sin mediarme palabra o atreverse a hacer cualquier cosa. El silencio se había llevado el mundo. De pronto sonó la campana. Dejé caer el arma, y me dirigí a clase de geografía económica con una sonrisa esbozada en los labios: ya compraré la nieve de frambuesa a la salida.

. . .


Segunda parte.
La silla rechinaba a cada movimiento que hacía, estaba frente a mi con su introvertida existencia y su humanidad de noventa kilos. Era de rostro regordete, ojos hundidos y acné evidente. Jamás había reparado en su existencia cosa que me parecía imposible. Aquella gorda jugaba como su puta madre. Era violenta e inentendible. Me irritaba aquella composición pusilánime agresiva.

Mi turno.

Dama negra: —jaque— sonreí.

Prefiero las piezas negras, siempre juego con ellas, invariablemente gano. Se quitó la amenaza negra y el juego continúo. Estaba nervioso, no tanto por el juego, si no, por un volcán de pus que amenazaba con estallar en cualquier momento en medio de su barbilla. Bloqueo de alfil con mi peón de caballo. Aquella úlcera no dejaba espacio para mi concentración. Faltaban 2 movimientos para darle mate. Se quedó quieta con el ceño fruncido calculando durante varios minutos su próxima jugada; de pronto alzó el rostro, su amplia papada vibró y note una mueca que bien pudo ser su deformado rostro por la obesidad o una sonrisa.


Dama blanca: —jaque mate—


. . .


Tercera parte.
Llevaba ya una puta semana sin dormir, no lograba conciliar el sueño, y si lo hacía una dama blanca de proporciones inmensas me perseguía: Soy mejor que tu...mucho mejor que tu. Despertaba bañado en sudor, estaba desesperado, no podía arrancármela de la cabeza.

Esa noche había sido larga sin cambios en la agenda de la derrota. Cansado de mojar las sabanas con mi sudor, encendí la lámpara de noche y me senté en la orilla de la cama; la alfombra me hizo cosquillas en los pies, la luz amarilla de sesenta watts venció a medias la negrura de mi habitación. Tome el portarretratos que descansaba sobre la cómoda, mostraba una añeja foto: un niño concentrado en sus pensamientos inocentes frente al tablero de ajedrez: yo, y un anciano a punto de mover: mi abuelo. El me enseño todo lo que sé.

Acaricie el tablero con el dedo índice y lo devolví a su lugar. Me estaba volviendo loco. Repasaba el juego en mi cabeza, una y otra y otra vez. Había jugado como fuera de mí, sin pasión ni atención, ni táctica o estrategia. Jamás había perdido con alguien más que no fuera el abuelo memorable. ¿En qué falle? Baje a la cocina con afán de aplacar el sofocante calor que cada noche me perseguía. El suelo estaba frío, procuraba pisar sólo los cuadros negros del ajedrezado suelo de mármol. Abrí el congelador y serví una generosa porción de nieve de frambuesa. Subí al estudio del abuelo y coloque la piezas en el viejo tablero con la esperanza de que pronto amaneciera. Jugué con negras. Recree el juego. Volví a perder.


. . .


Cuarta parte.
Crucé el patio sin prestar atención a nada ni nadie. «Soy mejor que tú » Me taladraba la cabeza. Un sudor frío me perlaba la frente y me empañaba las manos. Me sentía completamente sólo, derrotado y desorientado, como un rey negro que indefenso en el tablero intenta escapar en vano a las huestes blancas.
El fardo que llevaba en la bolsa de pronto parecía más pesado de lo que realmente suponía.

La descubrí sola con unos totis en una mano y el sándwich a medio morder en la otra. Me acerque a ella. Al verme otra vez mostró esa mueca de burla o de saludo impresa en su rostro. «Soy mejor que tú... » Me reprocho con la cabeza de nuevo. Saque el revolver y apunte. Su rostro cambió de inmediato a un rictus de miedo. Dio un par de pasos para atrás y note un par de chorritos que bajaban por cada una de sus piernas mojando sus calcetas blancas. Dijo cualquier cosa que no alcance a entender por el tono de miedo o la comida que era escupida de su boca al vacío.

—Jaque mate— Sonreí y jalé del gatillo.

La sangre le florecía a borbotones de la sesera semivacía, un mar color marrón se diseminaba bajo su cabeza y una mancha de orines avanzaba entre sus piernas. El olor dulzón de la sangre me había antojado una nieve de frambuesa. Me relamí los labios por el antojo y note una cálida gota de metálico sabor. De pronto sonó la campana. Dejé caer el arma, y me dirigí a clase de geografía económica con una sonrisa esbozada en los labios: ya compraré la nieve de frambuesa a la salida.

. . .

48 comentarios:

c324r dijo...

Nunca hay que perder.

Y cuando eso pase, arrebatar.

Mejoraste, oh, soberano!

Anónimo dijo...

Predecible en la segunda parte, de primera engancho despues ya no, y lo del helado me suena mas a idea inconclusa.
No soy critico solo digo lo que senti al leer tu escrito

Saludos

Anónimo dijo...

Que pedo con este "recolectivo", es como un meta-textos plus o un club de frustados escritores - ahora blogueros - ? Es preferible leer a los blogueros en su individual y en su espacio, no en este remedo de 'sociedad de blogueros escritores' ... dejan muchisimo que desear sus cuentos/historias....

La Rosy dijo...

Me gustó mucho como perfilaste al protagonista como un loco, de esos que no necesitan un porqué para serlo.

La muerte fría, sin miramientos. Chido Zimmer

Eo dijo...

orale, yo quiero un abuelito que me enseñe esos principios, "Si pierdes, ¡MATA A LA REINA GORDA!"

excelente historio, me gusto como descirbiste la parte del insomnio y su jaque psicologico por perder.

Pelo dijo...

Moraleja: nunca juegues ajedrez con una gorda cuyos barros estén a punto de explotar.


Amén.

Vicky M. dijo...

Fascinante texto.




Maldita cerda.

Vicky M. dijo...

Quien diría que Gandhi era el maestro del ajedrez . . .

Guffo Caballero dijo...

De 360 grados...
Este tipo de textos que terminan donde empezaron los disfruto mucho.
Como que son predecibles, pues ya sabes el final, pero te intriga lo que tuvo qué haber pasado para llegar a ese final.
Como un sandwich que no sabes qué tiene enmedio.
Saludos.

Zimmerman dijo...

De antemano agradezco los comentarios buenos y malos (los que ayudan). Finalmente es un ejercicio. No vengo para levantar ése famoso trofeo del que afanosamente hablan (además no podría). Aquí cada quien escribe porque quiere y lo mismo los que nos leen. Nadie les pone un arma en la tapa de los sesos para que entren, aunque sinceramente me gustaría. Si no les gusta bien pueden dejar de leernos y en vez de dar críticas pendejas y sin sentido sobre algo que no les parece mejor omitanse y larguense. Sin embargo si van a dar comentarios objetivos para corregir y pulir estilos sean bienvenidos.

Dib dijo...

Me gustan un buen las historias que tienen que ver con el ajedrez.
Pero el final en el que un goey mata a otro cabrón ya está muy choteado.

Sascha! dijo...

Uy, si yo hiciera eso cada que pierdo en ajedrez...

me gustó la forma en que todo volvió a donde estaba...

Unknown dijo...

con sólo dos textos que llevo de conocerte y ya eres de mis favoritos (en el sentido no gay... si es que existe)

una pregunta: ¿escribes para ti o para los lectores?

«danito» dijo...

Ah, chido relato.

Que nena el que no sabe perder.

Supongo que el abuelo llegó a viejo por "acabar" sin oponentes.

Yeah

Unknown dijo...

Chingon, ligeramente enfermizo, pero chingon al fin.

Sivoli dijo...

No quiero ver como se pone ese tipo si pierde jugando matatena o balero.

Chido el relato, pues.

Cabrón Insensible dijo...

Tanto en este texto como en el anterior tuyo, encontré elementos que supongo, pretenden ser estéticos, pero como dijo uno de los primeros anónimos, parecen ideas inconclusas o innecesarias.

Por otro lado, a diferencia de Rox, no me gusta la manera en la que perfilaste al protagonista como un loco sin razón, me resulta poco creíble, más porque al contar el desenlace desde el principio, uno espera un mayor trasfondo.

leo dijo...

me recuerda por alguna extraña razón a los archienemigos de los superhéroes.... no?

Den dijo...

:o me gusto mucho la historia, me imagine las escenas... por cierto, ver la barbilla llena de barritos pusientos no fue bonito :(

Fire_tony dijo...

En algún momento, en algún lugar, yo le dispararía a la gorda. Pero en la misma situación que la del personaje no lo haría. ¿Por qué? Sentido común. No hay que dejarse llevar por un juego y menos cuando siempre, siempre hay alguien mejor que tú y alguien peor para todo.

Zimmerman dijo...

El sentido común es completamente subjetivo. Para ti algo puede estar bien y para otra persona no lo esta, ambos usando el supuesto sentido común. Un ejemplo. Si yo tuviera tu rostro, mi sentido común me diria que no pusiera una foto como la que tu pusiste. Yo jamás lo haría bajo ninguna circunstancia. Pero ése es mi sentido común. Todos tenemos diferentes maneras de ver el mundo. El protagonista lo único que tenía era el ajedrez y quizá de sus triunfos dependia toda su existencia. Pero regresamos a lo mismo, tu no lo harías, el si lo hizo.

Anónimo dijo...

ja ja, el mierdamatico criticando a otros por su cara, siendo que el mismo la tiene mas de naco que el güey de arriba.

Tienes razon, todo es subejtivo.

Zimmerman dijo...

Qué se puede decir de un anonimo que ni rostro (ni huevos) tiene. En fin.

Anónimo dijo...

¡¡BUUUUEERRRPPPP!!!

Anónimo dijo...

Este blog ya valio verga, ya pasaron sus 7 dias de fama, por la cantidad de comentarios se ve...

Anónimo dijo...

alfredo vazquez, no te enojes. no tiene nada de malo que te parezcas a tu hermano el famoso chayo.

ja ja, no sigas borrando esto, te avergüenzas de tu nombre de naco. pero si hace juego bien con tu cara

Existe un sentido comun colectivo, y ya que tanto se lo recomiendas a los demas, deberias empezar a aplicarlo a tu favor, no en tu contra.

en realidad cuesta menos trabajo ponerlo que borrarlo

Anónimo dijo...

alfredo vazquez, no te enojes. no tiene nada de malo que te parezcas a tu hermano el famoso chayo.

ja ja, no sigas borrando esto, te avergüenzas de tu nombre de naco. pero si hace juego bien con tu cara

Existe un sentido comun colectivo, y ya que tanto se lo recomiendas a los demas, deberias empezar a aplicarlo a tu favor, no en tu contra.

en realidad cuesta menos trabajo ponerlo que borrarlo

Anónimo dijo...

alfredo vazquez, no te enojes. no tiene nada de malo que te parezcas a tu hermano el famoso chayo.

ja ja, no sigas borrando esto, te avergüenzas de tu nombre de naco. pero si hace juego bien con tu cara

Existe un sentido comun colectivo, y ya que tanto se lo recomiendas a los demas, deberias empezar a aplicarlo a tu favor, no en tu contra.

en realidad cuesta menos trabajo ponerlo que borrarlo

Anónimo dijo...

fusiladisimo de una pelicula de la decada de 1940 ( no recuerdo nombre pero te lo hare saber) en fin buen dominio del texto pero te hace falta imaginacion, de ves en cuando quemate un capitulo de pokemon ó bob estronja y ¨ echa a volar tu imaginacion pequeño duendecillo!!¨

Zimmerman dijo...

Led Zap, te agradeceria el nombre de la película me encantaría verla. Gracias por el comentario.

Zimmerman dijo...

Ya me aburrí de éste jueguito pendejo.

Mi nombre es Alfredo Vázquez Jiménez y mi correo es alfredovazquez@hotmail.com. Sí, sí. Una oda a la verguenza.

El sentido común "colectivo" dice que alguien a quién le tire allá arriba se disgusto. Ningún anónimo podría ser tan insistente como para poner mensajes después de una docena de veces de borrarlos a menos que este ofendido. Eureka. Ya saben quién podría ser el cobarde que no tiene cojones como para responder y recurrir a un recurso taaaaan trillado como poner NACO. En fin.

Agreguenme a messengeeeeeeer chicos!!! (sarcasmo)

Den dijo...

uff casi ni se notaba el sarcasmo.. cof

Pelo dijo...

Quietos con mi princesa.

Gracias.

Zimmerman dijo...

Ya ves Den. Tu sentido común quién te dice que sea. Pues éste anónimo no tiene ni tantito y no se da cuenta que insistiendo tanto lo único que hace es mostrar al ofendido allá arriba.

Anónimo dijo...

Esto es simple: Zimmerman muy muy bien hecho!! dale más matiz a tus personajes!

por cierto me agrada la polémica en tus comentarios, marketing a final de cuentas ;)

Fire_tony dijo...

We, juro que no soy yo el que tira mierda. Tenía la extraña creencia de que el sentido común era "común".

Anónimo dijo...

co co combo breaker!!

Falso Profeta x dijo...

pinches verguizas que te he puesto yo en ajedréz, no me extraña que la cerda esa te ganara. Suponiendo que esto está basado en una historia similar que te ocurrió que es bastante probable debido a que apestas en ese juego.

Yo solamente le hubiera estrujado su bolsita de totis, se los aventaaba en la cara y le gritaba: ¡quita esa pinche cara de satisfacción puta cerda!

Falso Profeta x dijo...

o la violaba

salaverga dijo...

A mi me gankeo un rogue mientras hacia dailies y me dieron ganas de pegarle un plomazo en la chompa tambien

Anónimo dijo...

umm ta madre, ya ni pensaba volver a ponerlo. Vázquez y Jiménez son los apellidos mas corrientes que puedes encontrar. Y no es necesario que me digas tu nombre completo, yo te conozco en persona, ja ja, no te enojes cabron, tu siempre tan puto. Fire_Tony no fue el que estuvo chingandote. Ahora ese güey te la regresa, "utiliza el sentido comun".

Pinche freddy no te me encabrones, estuvo chingon lo que escribiste

Vicky M. dijo...

Y a todo esto, el nombre, qué?!

Critiquen el post y/o piquense la ranura.

Diego C. R. dijo...

Muy bueno.
Diré lo mismo que le dije al salaverga:
¿se me antoja para hacerlo cortometraje, que pedo?

A ver si hay un loquero por aquí que me explique ¿por que cuando leo un texto que me agrada, inmediatamente me invade el deseo de adaptarlo a cine? a pesar de que no he estudiado cinematografía ni nada por el estilo.

A la "Dama blanca" le pondría Blanca mujer de Robi Draco de soundtrack.

En fin.

luna dijo...

Me gusto mucho, sobre todo el estilo empezar con el final, aplausos!!!

Anónimo dijo...

3 pinches líneas y la güeva se apodera... vato, apestas.

Anónimo dijo...

Que importa lo que digan los anonimos, a mi me gusto.

Anónimo dijo...

que mas se puede esperar del principe de los putos, solamente un relato pusilanime, fantasioso y pretensioso como este, en fin das pena.

mejor dedicate a lo tuyo que es escribir pendejadas que demuestran lo fatuamente imbecil y vacio que eres.

Anónimo dijo...

Good point, though sometimes it's hard to arrive to definite conclusions

Blogalaxia