miércoles, 5 de noviembre de 2008

Está en nuestros genes.


Pedro e Itzel eran una de esas parejas que están hechas el uno para el otro, perfectas. De esas que a menos que uno los aprecie mucho, dan asco de lo bien que se ven juntos. Los defectos de uno se complementaban con las virtudes del otro. Como en todas las historias de amor, soñaban con una boda en su futuro.

Pero también, como en todas las historias de la vida real, algo —no importa qué— pasó y el noviazgo junto con los planes de boda se fueron por el caño ayudadas por el Drano® de las palabras: “Yo contigo no me caso”.

Pedro, como todo hombre que se precie de serlo, se tiro a la mierda. Un día, al grito de “Quiero ponerme hasta mi puta madre” tomó una botella en sus manos y no la soltó hasta que, efectivamente, se puso hasta su puta madre. Y en un momento así, ¿Qué es lo único que puede hacer un hombre? Sólo una cosa: obedecer las instrucciones que están profundamente grabadas en el ADN masculino después de millones de años de evolución. Eso hizo Pedro: tomo el Shadow que su papa le había regalado y se largó al pueblo en donde vivían los papas de Itzel —a los que ella iba a visitar los fines de semana— con la firme y alcoholizada intención de arreglar las cosas

El que se atreva a juzgarlo no es un hombre de verdad.

Creo que no tengo que decir que Itzel no se impresionó en lo mas mínimo con sus nobles intenciones, de hecho, Pedro se las arreglo para cancelar aún más la boda. En otros tiempos hubiera sido un héroe, desgraciadamente, en estos tiempos sólo era un pobre cabrón que se caía de borracho en un pueblo polvoso del México colonial.

Como es natural, buscó consuelo en unos cuantos amigos que tenía en aquel pueblucho. Ellos, solidarios con su desgracia, siguieron alimentando su ebriedad hasta el punto en que a Pedro se le ocurrió la única otra cosa genial que podía hacer: regresar a su casa.

Sus amigos, como todos los buenos amigos, lo alentaron y le desearon buen viaje. Pedro se puso tras el volante aquella madrugada y se dirigió a lontananza.

¿Tengo que contarlo? Bien, bien. Al final de cuentas, el hecho de que Pedro se quedara dormido mientras manejaba de madrugada por una solitaria carretera estatal no sorprende a nadie. Pero eso no es lo interesante —por llamarlo de alguna manera—. No.

Cuando Pedro abrió los ojos (después de cabecear y soñar durante algunos segundos con vestidos de novia) hizo lo normal: se asusto y dio un volantazo.

El Shadow patino de costado y luego dio dos vueltas de campana. Pedro, perdido de borracho y a punto de matarse, se aferro al volante y mientras daba vueltas por el aire, solo atinaba a gritar: “¡AY AMASITA!”

Cuando el auto dejo de girar se detuvo sobre las ruedas, Pedro, después de unos segundos de inconsciencia, reaccionó y se sacudió los vidrios de encima. Luego intentó salirse, pero las puertas estaban completamente trabadas. Tuvo que patear la puerta del pasajero hasta que casi arrancó la cerradura.

Ahora, un paréntesis:

El papá de Pedro es todo un personaje, digno de un libro completo dedicado solamente a él. Tacaño, avaro y obsesivo con sus pertenencias, le enseño a Pedro el valor de todo lo que no era suyo. Cuando le regalo aquel Shadow, Pedro tenía que mantenerlo impecable. Ridículamente impecable. Alguna vez amenazo con quitárselo durante una semana porque regreso con plastas de lodo en las vestiduras y otra fue casi un mes sólo por encontrar corcholatas de cerveza adentro y un talloncito diminuto en la salpicadera. Y no sólo era eso, también era el hecho de tener que escuchar durante todo ese tiempo una interminable retahíla de reproches sobre la irresponsabilidad, sobre la falta total de respeto por los sacrificios de los demás, sobre el haber defraudado su valiosa confianza, etcétera. Era la tortura mental de saberse el peor hijo del mundo sólo por haber pasado sobre un charco de agua puerca.

Hay algo místico y etéreo sobre la perfecta interacción entre la naturaleza del hombre y la naturaleza del alcohol; por eso no deja de ser fascinante lo que pasó a continuación:

Pedro, tambaleándose sobre vidrios rotos afuera del auto volcado, aprieta los dientes y se dice a si mismo:

Ya.Valio.Verga. Falta que lo haya rayado.

La imagen que siguió ya forma parte del folclor regional.

Ebrio, golpeado, sin vieja, con un futuro negrísimo por delante y parado frente a un auto deshecho en una carretera abandonada a la mitad de la noche, Pedro se echa a llorar.


33 comentarios:

DF dijo...

jajaja, no pos si... ya valio verga, chido relato, me late para un cortometraje

Luis dijo...

Como diria Homero, es infinitamente cagado porque es 100% real.

ZERO dijo...

Variaciones sobre un mismo post...

Algo extraño pasa cuando en el momento de un accidente el alcohol logra de alguna manera sacar tu cerebro miles de años luz lejos del momento del putazo, recuerdo a una persona que despues de voltearse, con el carro llantas arriba y techo en el suelo su primera reaccion fue decir...

-vale verga

y acto seguido, dirigir su mano hacia el switch, coger la llave e intentar encenderlo...

los tres acompañantes, raspados, puteados, entre vidrios rotos y rotos y sangre, todavia tuvieron fuerzas para soltar una sonora carcajada.

Luis dijo...

Jajaja, si, algo parecido me paso una vez despues de que, yendo de copiloto en una pick up- el que iba manejando nos estrello de frente contra una pared en el concurridisimo centro historico.

Mientras yo me revisaba la cabeza despues de haber roto el parabrisas con ella y el vapor del radiador destrozado nos empapaba, el conductor a huevo queria sacar la llave del switch porque tenia miedo que se fueran a robar la camioneta si las dejaba pegadas.

DF dijo...

si a huevo, la inseguridad esta muy cabrona, jejeje.

Anónimo dijo...

muy chido el relato we, yo lo escuche por primera vez en un podcast que hiciste acerca del verdadero y unico origen del "AY AMASITA" jajajajajajaa

Anónimo dijo...

y asi es como una anecdota divertida se torna aburrida, felicidades

Eduardo dijo...

Cierto, cierto, en podcast se aprecian los matices de la historia, tal vez porque el propio accidentado lo contó.

Anónimo dijo...

jejeje shido relato, y el comentario de zero lo aderezo machin XD

c324r dijo...

Eso pasa por recibirle cualquier chingadera a los jefes, me cae.

Anónimo dijo...

mi pregunta es ¿xq los hombres beben en esos momentos? ¿Se casaron o no los de la historia? y si como buena mujer ¿no se sintió culpable la novia xq haberlo dejado ir todo ebrio ?
jajaja

Iosephus dijo...

Muy buen relato (como que ya me parecía vagamente conocido).

Eo dijo...

mmm interesante, así perdio gracia la historia pero como dices, es totalmente real y ya he visto, tengo un cuate que hace poco choco uno de los carros de su jefe, y lo primero que pensó fue "¡verdes! me van a quitar el otro carro".

La Rosy dijo...

Pinche Pedro jajaja.

Tambien es el inicio de la frase "es su Itzel"

Pinche Itzel. JA. Tambien su historia se puso media weird.

Alter Ego dijo...

El papá de Pedro se parece tanto al mío.

Aunque el mío todavía no me regala ninguno de sus putos 3 carros según él para que no se los vaya a chocar.

¿Así seré de wey?

Pável dijo...

Será coincidencia que cuando el tema del blog es "ya valió verga" haya muerto Mouriño y McCain haya perdido?

pff.

Aún así, me da más tristeza lo que le pasó a Pedro.

Un saludo.

admin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Creo que esto del "Ya valió verga" no es únicamente un binomio de alcohol+pendejo=super putazo. Conozco la historia de un pobre diablo que por problemas económicos se tiró de un edificio de 7 pisos buscando suicidarse.

Exactamente en ese momento circulaba sobre la avenida un taxi, que amortiguó la caída del suicida, evitando su muerte y por los daños ocasionados a la unidad, endeudándolo aún más.

Ahora el pobre cabrón vale verga desde la cárcel.

Buen relato Luis.

Guffo Caballero dijo...

Jajajajaja... estuvo chingón.

Luis dijo...

A ver muchachos, lo que escribi no intentaba ser gracioso, en todo caso, ironico, nada mas. Para reirse, ahi esa la historia contada por el propio Pedro, esto se trataba sobre el "ya valio verga" y nada mas.

Les encanta mearse fuera de la bacinica.

Paris dijo...

AH, son poco los momentos en la vida que lo unico que se atina a decir al unisono con tal oportunismo es, ya valio verga, o tambien, ya chingó a su madre. A mi me pasó cuando:

1. llegué a mi ex-casa y mi ex-vieja habia cerrado con llave todo y cambiado cerraduras.

2. estaba en casa de mi actual chava y tocó a la puerta mi ex

3. se pasó el alto un camion de gas a exceso de velocidad y las pinches llantas del auto que manejaba no mas patinaron 10 metros mientras se acercaba a una colision inminente al estilo 'amores perros'

4. me cai del techo de mi casa a unos centimetros de los pinchos de la reja.

Por otro lado, me gustó el relato

davihds dijo...

la historia del famoso "hay amsita!"
jajaja
a ti te paso hace poco con un trailer y el pavimento mojado, pasando la caseta no??
apoco no dijiste "ya valió verga"??

Saludos!

Paris dijo...

5. Hace años, cuando estaba mojando la brocha con mi novia en su cuarto y su papá abrió la puerta.

6. Hace años, cuando estaba en medio de la nada, mojando la brocha con mi novia en el auto y llegó la policia. Pense que la matarian a ella y me violarian a mi.

buho dijo...

wey pero que no se habia ido a ese pueblo con sus cuates al decirles que el los llevaba y ellos muy amistosamente lo incitaban a manejar bien pedo? (oigase a lo lejos: "carbaaajo, carbaaajo, carbaaaajo!!")


ahi la ves

Luis dijo...

Se fue con unos de aqui y ya le siguio.

Zed dijo...

Chale, pobre Pedro...

Sascha! dijo...

Pobre pedro... a mi me pasó algo así, pero yo no tenía carro, en vez de eso, al final del día me mordió un perro.

Ñets dijo...

Muy entretenido post y lleno de razón.

Recordé la vez que choqué bien gacho mi Vochito y luego quise arrancarlo con todo y dos llantas ponchadas porque no quería que el Transito viera que me había madreado el muro de contensión.

Saludos, caon.

Mefistofeles dijo...

Auch Baby, very Auch ♫

Jesse Leyva dijo...

qe bizarrrooooooo! el final..muy bueno !! hahahhaa

Den dijo...

Chale, pobre Pedro.
Y al final que paso con Itzel? que el dijo su padre a pedro? Me intriga.. y por que sus amigos lo dejaron ir pedo? bueno supongo que no se hubiera quedado de todos modos

chale chale

Falso Profeta x dijo...

siempre andas quemando a ese cabrón jaja

Taquero Narcosatánico dijo...

"El que se atreva a juzgarlo no es un hombre de verdad"

Me suena a "el que no sea un pendejo es puto"

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