.
Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
lunes, 12 de enero de 2009
Valor
Casi se cumplieron las reglas. Que fuera a la hora de comer, muy tarde para un drama en la clase, muy temprano para una borrachera. Que fuera en un lugar público, con la suficiente cantidad de gente como para hacer un escándalo incómodo. Y por último, no dar tantos detalles, solamente un mensaje y ya.
Estuve a punto de echarme para atrás cuando llegaste. Tu sonrisa siempre fué perfecta carnada para mis deseos y la estabas utilizando por todo lo alto, tu blusa chiquita y coqueta... pude imaginar a miles de sujetos de todos colores y sabores ofreciéndote cobijo mientras llorabas por la calle y volvió a pasar. Casi me arrepentí de lo que estaba a punto de hacer. Dos cafés, por favor.
Te pregunté como había estado tu fin de semana, claro, antes de ser definitivo, habría que pavimentar un poco el camino. La pregunta surtió efecto y me contaste de lo divertido que fué estar dos noches bajo las estrellas en el campamento de Acahuizotla, compartiendo el búngalow con las chavas del grupo, escuchando la radio hasta muy tarde, contando chismes y haciendo juegos atrevidos y secretos "lo que ocurre al calor de una fogata ahí se queda" - dijiste con mirada traviesa. Mientras hablabas, miraba tus labios. COn ese particular mohín que haces cuando hablas de cosas graciosas y el color tan deseable que tienen, puedes envenenarme con un beso, siempre pudiste hacerlo, de verdad. Durante algunos minutos, sudé. Sudé porque estaba esperando a que llegaras a un momento en la charla en que pudiera soltarte las palabras que estuve rebuscando la noche entera, mientras escuchaba nuestras canciones, mientras que empacaba nuestras fotos, los libros, tu cepillo de dientes, olvidado a propósito en mi baño, el molesto y deforme gato de peluche sin el que es imposible dormir... todo.
La mesera, un poco harta de nuestra charla, se paseaba con los menúes bajo el brazo, con cara de pocos amigos, esperaba a que retiráramos los brazos, las manos entrelazadas de la mesa para ponerlos y forzarnos a ordenar algo más que dos pinches cafés. Pero eso no ocurría y empezaste a contarme, con cara de pícara culpable, que dejaste olvidado mi encendedor, que en tu mochila faltaron algunas cosas y que preguntarías para encontrarlas. Yo no podía meterme del todo en el encanto que despides, carajo, mi cabeza estaba hecha un desmadre y a todo contestaba con una sonrisa estúpida. Pensé que tan pronto llegara a mi cama vacía, abrazaría tu lado del colchón y lloraría, vilmente arrepentido, pero sin marcha atrás. Me contaría todas las noches una historia distinta del porqué no estás ahí conmigo y beberé coca cola en el balcón, pulsando las notas en la guitarra, dejando que tu recuerdo se vaya poco a poco, que mis sábanas dejen de oler a ti y el último de tus cabellos despierte enredado en mi barba de reo. Todo eso simplemente terminaría por ocurrir. ¿Lo soportaría?
Empecé a modular las palabras en mi cabeza. Ideaba miles de maneras de entrar en mi charla, buscaba la oportunidad enmedio de tu relato. Te preguntaba cosas sin sentido... ¿como está el río?, ¿y las cabañas están limpias?... y tu, sin perder tu amorosa alegría, seguías con otra retahíla de detalles. Yo, por dentro, ya estaba derrumbándome. ¿Quieres algo más...? - casi se me zafa decirte, como siempre, "amor". Flan. Y la mesera, con cara de sargento, los trajo muy rápido, creo yo, porque "esa mesa no está resultando negocio" - pensaría.
Y ahí fué, enmedio del postre, que te reíste de un chiste pendejo, que pude ver tu boca abierta, riendo, con flan... ¿tu sabes a que le sabe la verga a Popeye? - "No" - a aceite de Oliva. Acto seguido: ¿Sabes, Silvia?... Creo que tú y yo debemos de darnos un tiempo.
Y ahí pasó. Se acabó de golpe el regocijo. Tu mano soltó la mía y tus grandes y hermosos ojos se abrieron como platos. Platos finos, caros y mojados. Empecé a tratar de darte mis razones enmedio de todas las preguntas que me hiciste y que no atinaba a responder con la misma velocidad con que las hacías: "¿y los planes que tenemos?, ¿y entonces para qué chingados compramos los boletos para ir a Acapulco?... ¿Sabes que estoy tomando el tratamiento porque espero poder darte un hijo? y yo, hecho un pendejo, tratando de contestarlo todo de manera elegante e inteligente... "entiéndeme por favor, no te alteres, escúchame"...
Pero ya no pasó nada de lo que yo tenía planeado. Eso de la charla no iba a darse. Te levantaste, con los ojos convertidos en charquitos de agua, la boca temblorosa... "pinche egoísta de mierda"... bueno, no tan temblorosa como para no entender que modulaste bien esa frase, que incluso si el director de este filme hubiese suprimido el audio, todo el público hubiese podido leer tus labios con perfecta dicción. Y ya, fué todo. Te fuiste, taconeando, moviendo las nalgas con energía, mientras yo no podía quitarte la vista de encima... hasta que llegó la mesera "¿la cuenta?"... "Si... y eso que pensé que ya no la contaría" - dije, mamón. Me fulminó con la mirada la muy cabrona y eso le costó los siete pesotes de propina que le iba a dejar.
Caminé. Sentía la mirada de los comensales, casi pude saber que me tacharon de imbécil, insensible y culero. Ni hablar. Fingí leer el ticket de caja hasta que di la vuelta en la esquina.
Ya en casa, efectivamente. La soledad me saludó y me di cuenta que tenía ya cuatro mensajes en el teléfono... ni siquiera lo escuché sonar. "ke le isiste a syl, pendejo?"... y otros tres casi iguales. Quise marcarte ya por último, despedirme como se debe, pero me colgaste apenas llegaba el timbrazo. Oficialmente soy un hijo de la verga. Oficialmente, porque hasta mi hermana me llamó para decírmelo. Eres veloz.
Pensé. Tengo que lidiar con esta fama que me aísla de mis amigos, de los tuyos, de la gente de la Uni. Ahora, quien me vea, sabrá que soy el tipejo que se burló de Syl, de la linda, amable, tierna e inteligente Syl... y todo porque no tuve el valor de decirte que, aquel sábado en que estabas en el campamento, frente a la fogata, con tus amigas, riendo como locas y oyendo la radio, te vi chuparle el pito a otro en la fiesta de los de Octavo. A mi me invitaron de última hora.
Etiquetas:
Julio C324r,
No Eres Tú
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
37 comentarios:
ooooooooohhhhhhhhh
y si le supo a aceite de oliva?? buena historia, es veridica?
Por un momento pensé, mameeesss pendejo!
pero la que mamó fue ella, snif!
well done!
excelente final
Muy buen post. Felicidades!
Buen post, me encantó el final jamás lo esperé !!!
Extraordinario relato con un final meramente sorpresivo.
Sin duda uno de los mejores relatos que he leido en este blog.
Felicidades.Muchas felicidades master.
Chido, chido, chido.
se la mamó, pinche vieja...
Putísima y se casó de blanco... me cae que ahora hasta salió toda resentida como si fuera la virgen de las güilas.
Excelente final, excelente texto y que bueno que te leí hoy.
Por cierto, eso de llorar y tocar la guitarra en el balcón está muy choteado.
Me encantó éste post, no me esperaba el final y en cierto modo empezaba a odiarte, claro si es que esto es verídico. Felicidades!!!
yo pense q el reco se esta yendo a la verga!!! Lo acabas de salvar..esta semana!
felicidades!!
Alcanzaste a rescatar el post... A tres cuartas partes del texto, juraría que estaba escuchando una canción chafa de Arjona.
O_O nunca me lo espere, pinche vieja y luego va a decirle a todos tss que triste, pero que buen chavo yo que el, le hubiera dicho a todos lo maldita que es.
muy buen relato :)
APLAUSOS indudablemente!
Que bueno estuvo el post! así son algunas, quedas como el malo de la historia pero las que hacen la chingadera son ellas, pero fingen demencia...
snif snif casi lloro.
saludos
snif snif casi lloro.
saludos
Syl... vester Stallone.
Muy buen texto, Julio.
CLAP CLAP CLAP CLAP BRAVISIMO!!
EXCELENTE POST.
FINAL INESPERADO.
ME FASCINÓ..
LP
cuando leí: "¿Sabes, Silvia?..." se me detuvo la respiración jajaja
muy chido y que mensa silvia, no todas somos así ;)
Esta bueno el post sin embargo quiero manifestar mi tristeza? decepcion? al ver que cada vez estan posteando menos los recolectivos, ya es tradicional que los domingos nadie se pare por aqui y haya retrasos por todos lados, snif
A huevo! Cómo chingados no? pues se la ganó... y todavía quería hacerte pendejo...
Ni pedo...
Al menos terminaste de desahogarte por aquí.
Si se le quedó lo enojada porque "no tenías razón alguna", algún día caerá aquí y se morderá la lengua.
Felicidades por los huevos.
Alter Ego dijo...
Extraordinario relato con un final meramente sorpresivo.
Sin duda uno de los mejores relatos que he leido en este blog.
Felicidades.Muchas felicidades master.
el lamewebos oficial que no era pavela la marrana??
buenas fotos de la putita esa del cuento
Me gustó tu post!
pues muy shida la historia, pero siento que por mas que el wey quisiera a Silvia estuvo muy calmado, incluso da para pensar que el fue el cabron que hizo la fechoria.
Siendo yo, me vale madre que sufra la muy puta, y lo grito a los 4 vientos jaja.
Aaaaaaaaaaaaah... maldita bruja.
Y así las hay... hijas de su pin...
Che vieja, se la mamó!.....literal...
no ma es real?? si t pasoo? o a alguien q conoces?? y si si es real y tuyo xq no le dijisteeee?? esta muy bueno muchas felicidades creo q pocos posts de este blog me han hecho hacer ruido y cara d impacto al final
Honorable... woow.... bravo
Esta parece la crónica de cómo ser un pendejo con dignidad. El protagonista las perdió todas así como así...
Favor de no confundir la estulticia con estoicismo.
Esta parece la crónica de cómo ser un pendejo con dignidad. El protagonista las perdió todas así como así...
Favor de no confundir la estulticia con estoicismo.
Esta parece la crónica de cómo ser un pendejo con dignidad. El protagonista las perdió todas así como así...
Favor de no confundir la estulticia con estoicismo.
jajaja que historia tan chafa, cualquiera que vea que su novia le esta chupando la ver** a otro cabron, seguro arma un desmadre y no va y la termina en un cafe.... y una vieja que anda mamando verg*** ajenas se pone a lloriquear por que le dan corton.....pfttttt
que chingon estuvo..........
pinche mesera culera
muy bueno, me rayó el final
Pinche Julio C324r.
Como de costumbre, chingonería de relato el tuyo.
Eres uno de los pocos cabrones que aun leo de este pinche blog.
Saludos
que onda julio pues la verdad muy bueno el relato es una chingoneria de verdad que andes genial lo mejor fue el final de verdad
Publicar un comentario