miércoles, 11 de febrero de 2009

El poder de una sonrisa.



Aunque nunca me lo dijo, sé que le costo un par de años convencerse que yo no sentía celos. Y vaya que intentó provocármelos; supongo que era algún deber genético, algo que tenia que probarse a si misma, pero pasado algún tiempo se dio por vencida y fuimos felices.

Era felicidad muy extraña, sobre todo para los demás, que jamás entendieron nuestra relación ni como era posible que durásemos tanto tiempo. Sólo había que vernos juntos; ella, un mujerón impresionante en todos los aspectos; yo, un nerd insignificante en casi todos los aspectos.

Después de un tiempo de salir juntos yo podía adivinar, por su actitud, con cual de los tres juguetes usuales tenia algo en ese momento. Era fácil: cuando después de unos días la veía bronceada y estrenando vestuario, era porque se había conseguido alguno de aquellos viejos gordos que la llevaban de fin de semana a Las Vegas y le compraban lo que se le antojaba. Cuando hablaba sobre lugares de moda y de cómo todo México había estado en la fiesta de la Cuquis Echeverri, era porque andaba presumiendo a algún modelito metrosexual con abdomen duro como piedra. Y algunas veces, cuando a leguas se le notaba lo satisfecha y visitaba al ginecólogo dos veces por mes, era porque le tocaba el turno a alguno de aquellos sementales que le ponían unas cogidas de antología.

A mí todo aquello me tenía sin cuidado, en verdad. Incluso me convenía; con los primeros, yo no tenía que gastar un peso en ella. Los segundos me evitaban el hacer papelones en sociedad y los terceros benditos ellos me libraban de intentar una empresa imposible para mí en la cama; estaba tan hastiada de ser empalada que mi chingaderita y mis cinco minutos eran suficientes. ¿Cómo podía quejarme de aquello?

Claro que no era tan simple; ella no era la golfa interesada que estoy dibujando, no. Era inteligente, inteligentísima y sensible. Estoy seguro que incluso, durante un par de meses, llegó a enamorarse de alguno de los juguetes en turno, o por lo menos eso creía ella. Tratándose de amor, las personas suelen confundirse muy fácilmente: al tener buen sexo creén estar enamoradas y por estar enamoradas creén tener buen sexo.

Por mí, sus tetas, su culo, sus piernas y hasta su corazón podían ser declarados patrimonio de la Humanidad o bienes de la canasta básica; sólo a un pazguato le interesarían esas cosas. Por eso éramos felices, porque yo le daba algo que ninguno de aquellos imbeciles podía darle. Creí que era obvio para todos, pero no era así, por lo menos no hasta aquel día que la encontré, de entre todos los lugares, en un Sanborns tomando café.

En cuanto la vi sentada, sin maquillaje, con un pantalón de mezclilla y con el cabello recogido, sentí un hueco en el pecho. Luego lo vi a él, un tipo común y corriente, insignificante, justo como yo. Pero cuando la vi reírse, reírse como se reía conmigo y, sobre todo, cuando lo miró como me miraba a mí, fue cuando mi corazón bombeó como nunca lo había hecho y un velo rojo cubrió mis ojos.

Porque era la forma en que lo miraba, con la mirada que me pertenecía. Era la misma forma en que sus ojos brillaban cuando yo le hablaba de arte, de cine, de política, de poesía, de ciencia, de todo. Esa luz en su rostro que sólo yo creaba al hacerla reír, el resplandor que le provocaba al hacerla mía, cuando explotaba en un orgasmo mental. Él le estaba dando lo único que yo podía darle y que era la razón de que ella me perteneciera. No pude soportarlo.

Aún con la mirada roja y la furia desbordándome, camine lentamente hacia ella; en cuanto me vio parado a su lado, los dos los supimos: por fin lo había logrado. Su rostro lo dijo todo. El mío no dijo nada, simplemente tome un cuchillo de la mesa, la sujete del cabello y de un golpe lo hundí en su ojo izquierdo. Luego, con un solo movimiento, gire la mano hacia arriba.

Me dieron cuarenta años y a ella terapia intensiva. Increíblemente sobrevivió por un tiempo; con mi ataque solo logre lobotomizarla. Dicen que durante el poco tiempo que vivió, fue otra completamente. Me pareció justo; acabe con lo que era mío: su mente. Todo lo demás, como siempre dije, me tenía sin cuidado.


48 comentarios:

Carolina dijo...

Que buen post.
Me gustó mucho.

Saludos de Tijuana.

Anónimo dijo...

El tener el cerebro de alguien es aplicable solo cuando el cerebro esta lleno de algo mas que conocimientos promedios. Yo tambien aprecio mas el tener el cerebro de alguien. El saber como interesarlo, el llegar y darle algo que lo distraiga de los demas y darle ese orgasmo mental que pocos sabemos apreciar.

Asi... Tambien soy de tu circulo de fans, escribes muy padre y se ve que no cualquier mujer puede tener tu cerebro.

Sweet Ramona dijo...

Mhh.. Que asco.

Falso Profeta x dijo...

jajajaja OWNED, se lo merecía por puta.

NotAJunkie dijo...

Este post me gustó, mucho. De verdad te envuelve, es un tema con el cual mucha gente se puede identificar, pero aún así, se ve desde una perspectiva que no mucha gente se pone a analizar y diste el giro inesperado (o más bien, muy profundamente esperado). Al principio, me hizo pensar un poco en Ibargüengoitia, no es que sea algo parecido, pero si me hace pensar en él. De verdad disfruté mucho leerlo.

Anónimo dijo...

concuerdo con el lamebolas de arriba... not!

Anónimo dijo...

A mi al principio como que me parecio un post de la Rox jajaja pero el final es muy huevoluis

Anónimo dijo...

Está chido lo del Sanborn's y lo del sexo y el enamoramiento confundidos.

Buen post.

Anónimo dijo...

que bonito :)

Mario dijo...

Muy chido como siempre. Nadie va aSanborns a tomar café... muchos van a desayunar pero ir a echar cafe para echar platica a patasuelta pos nadie...

Pao D dijo...

Por un momento, me acordé de El Innombrable por aquello de la chingaderita y los cinco minutos. Maldito! maldito! Creo que él tampoco sintió celos nunca, aaassshhh!!!!!

E.M. Acosta Bolívar dijo...

Mier...

Ya no se puede confiar en nadie... hasta los pendejos podemos ser peligrosos.

Muy bueno, no me gusto pero movio algo.

Basta de halagos que eso te sobra.

Saludos.

Anónimo dijo...

excelente escrito los celos nos hacen cometer acciones tan estupidad ( o no tanto ) el chiste es no arrepentirnos de nuestras acciones

Yo soy ella dijo...

Yo si voy al sanborns a tomar café y a tirar el chal por horas, voy por la única rzón de que por 14 pesos te puedes provocar un infarto por tanto refill.

Por un momento el relato me pareció verídico, llegue a imaginarte en la situación real, fue para m real hasta que le ensartaste el cuchillo en el ojo. Bah. Jugaste con mis sentimientos.

c-berto dijo...

aaaah? 0_o
buen post!

Efra dijo...

tomala bitch, ¡con los sentimientos no se juega!

bueno.

Dib dijo...

PSA'huevo.
Excelente texto, me mantuvo interesado hasta el final y la maldita lo merecía...

admin dijo...
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«danito» dijo...

ferga! Se siente re culero... ouch!

La que busca encuentra, ni pedo.

Anónimo dijo...

muy poetico, muy romantico o ibargüengotiano pero sigue la linea de ciencia ficcion(como siempre)

se necesita tener atole en las venas para unir la mente en una relacion y no el cuerpo como la gente... cada quien lo suyo.

Anónimo dijo...

Sublime...

Magnífico concepto ese de poseer la mente, aunque sea pensamiento de uno en un millón. Ella lo merecía, debía sentir gratitud.

Me encantan tus escritos. Saludos.

Anónimo dijo...

Lo que no saben es que por cada wey que lee su post sanborns le da 2 pesos y un tamal al huevo

Nebulosa dijo...

Me gustó la premisa y es que la verdadera infidelidad no es la sexual sino cuando se comparte aquello que se supone es lo que los vincula, es entonces cuando existe la traición.

Nebulosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nebulosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Y Neb?????????????????????????

Eo dijo...

ah, que lindo, la historia de amor sadico mas bella que he leido jajajaja
me gusto ese final, muy bueno para un nerd

Anónimo dijo...

esta increible tu historia, cabron ¡¡¡

tiene mucho que no leo una como esa en este blog... e rifastes ¡¡

saludos y un abrazo ...

Guffo dijo...

Alguna vez me dijeron:

"Puedo enterarme que te acostaste con mil, pero el día que me digan que te vieron cenando o saliendo del cine con alguien, ahí sí me vas a partir el corazón"

Una mujer inteligente, por cierto. Un mujerón.

Anónimo dijo...

Que dañado el personaje, pero por eso atractivo.

Mil veces una mujer con cerebro que una bonita con polillas en la cabeza, ahora que si es bonita y con neuronas ufff...

Invita a la tamaliza no?

TheSamael dijo...

clap clap clap ! buenisimo

La del soliloquio dijo...

Tus posts son excelentes.
Saludos

Anónimo dijo...

Ya hacia falta un texto de este calibre.

Todas son iguales... menos mi madre santa!! XD

Chingon el post.

Unknown dijo...

Es poca madre poseer la mente de alguien... y a pesar de la distancia de los años, ser el habitante de los recovecos más recónditos de sus pensamientos.

Buen relato. Muy sobreactuado el final. Pero buen relato. Me disparó algunos flashbacks. Enhorabuena.

ekaeth dijo...

Usar una cuchara para generar la accion de ataque hubiese sido mucho mas dramatico.

Pero todos sabemos lo que en realiad paso. El salio de Sanborns, con el nuevo libro que habia comprado, reservo boletos de viaje, recogio sus pertenencias, se convirtio en alcoholico y la evito de ahi en adelante. Nunca mas la volvio a ver.

admin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kuruni dijo...

Auch nooo en los ojos noooo.

No mames que mala onda, no me esperaba el final.

KoZaLaDa® dijo...

Muy bueno, como casi todo lo que escribes cuando te propones escribir bien.

Nada más que creen va sin acento ortográfico.

Pelo dijo...

10.

Anónimo dijo...

Buen relato, muy drástico al final. Me quedé pensando en el otro nerd, el ganón, pues. ¿Qué hizo él?
Yo la verdad preferiría que hicieran reír a mi vieja y no que otro cuate se la cuchiplanchara (sólo es un decir, no se apunten hermanos). Saludos.

Anónimo dijo...

"Su rostro lo dijo todo. El mío no dijo nada," (aún mostraba seriedad, lo sentíaaa)

"...simplemente tome un cuchillo de la mesa, la sujete del cabello y de un golpe lo hundí en su ojo izquierdo. Luego, con un solo movimiento, gire la mano hacia arriba."(me cague de la risa!!!) jajajajaja bueniiiiiisimoooo!

MotorHead dijo...

Boom.

Buena esa.

Anónimo dijo...

Tu sí requerirías ser un asesino para escribir ficción al respecto. Medio.


Cre.

Ezra dijo...

(Y) Uff! muy bueno x)

Beto dijo...

muy muy bueno, te entiendo perfecto

Anónimo dijo...

Perfecto hasta antes del final, después; cayó.

Iván dijo...

que verga

Anónimo dijo...

te la llevaste compadre........... el mejor post del tema

Felicidades

Blogalaxia