jueves, 12 de marzo de 2009

Odio a los niños



No a todos. Sólo a algunos. ´

Mi relación con los niños ha tenido sus altibajos. Cuando tenía unos 8, 10 años amaba con A de Amor a los infantes, pero así bien cañón. Tenía complejo de nana y me encantaba andar cuidado niños más pequeños, y llevarlos a los columpios, a la resbaladilla, jugar a la comidita, y sus etcs., para beneplácito de las amigas desobligadas de mi madre. Suelo decir, medio en broma, medio en serio, que yo me acabé la paciencia (en general) antes de los 12.

Todavía me gustan, creo que son brillantes, sobre todo cuando no cometes el error de tratarlos como si tuvieran el cerebro de una esponja. Hablar con un niño, pero hablar en serio, sin payasadas, muchas veces resulta esclarecedor, divertido, y en el cien por ciento de los casos, sorprendente. Lo que me molesta son los niños maleducados que te encuentras en las plazas, en el super, en el cine, y que ni "con permiso" saben decir. Pero eso no es culpa de ellos, sino de sus flojos y condescendientes padres, incapaces de enseñar dos ápices de educación porque hoy juegan las Chivas. No toda la gente debería de tener hijos, es como todo en la vida, el simple hecho de poder no significa que de hecho debas de.

Antes de sacar a mi doña interna, me estaba acordando que cuando estudié la primaria, estaba de moda (no sé si aún siga) una práctica dictatorial, y supongo que a muchos grados poco didáctica (si no es que con cero utilidad), que se llamaba elegir al "Jefe de Grupo", así como tribu de entes silvestres que necesita que uno de sus iguales le recuerde el status quo. Tenía una mejor amiga que era también totally teacher's pet, y siempre éramos la jefa y la subjefa de grupo, o viceversa.

Entre tus "responsabilidades" estaba fungir como carcelero cuando la maestra salía a la Dirección, o a una junta (que supongo es sinónimo de voyafumarmeuncigarroantesdecometerinfanticidio) y te ponían a apuntar a los que se portaban mal (o sea, en la cárcel por menos te meten un navajazo, afortunadamente en mis tiempos los niños iban a la escuela con borradores y tijeras de punta chatita) como la más vulgar de las delatoras. En mi salón había un Carlitos (siempre hay uno ¿no?) que era la encarnación del demonio puesto en crack. Obviamente siempre traía atrás de mi a Carlitos (jajaja me acuerdo perfecto que además de apuntarlo le iba poniendo rayitas) rogándome "Por favor bórrame" "Es que no te puedo borrar" "Aaaay no seas mala ondaaa por favor ándale ándale bórramebórramebórramebórramebórramebórramebórramebórrame" "Bueno, si te sientas y te callas te quito una rayita" ¡Suplícame gusano! Ah, el poder, dictadora wannabe.

Su mejor amigo, Gustavito (que además de eso cubría el papel de patiño/guardaespaldas) era el encargado oficial de cuidar la puerta. "Ahí viene la maestra, ahí viene" Complejo de vigía, tenía el pinche Gustavito. Llegaba la Maestra y yo le pasaba la hojita con los delicuentes juveniles, que no recuerdo que les hacían, supongo que los dejaban sin recreo, o los ponían a hacer planas en cursiva, o alguna pendejada similar, después de todo, no le vas a ir a contar a las monjas cómo castigar cristianos. Sí, yo era esa niña que odiabas, ¿y?

Por eso, ahora los Carlitos del mundo me cobran las rayitas que no les borré.

12 comentarios:

Gus Zuppa dijo...

Ouch!! Me morí de la risa con lo de Gustavito!! Jajaja... curiosamente me llamo asi... pero como q por un instante se borraron mis recuerdos de primaria jajaja... no, no soy el niño cliché!! Yo era el jefe de grupo... y no me gustaba... xq chingados chamacos mas grandes q yo me pegaban... de niño odié a los niños... ahora no los amo ni los odio... los tolero...

JAJAJAJA GUSTAVITO!!!

Aun actualmente uno tiene que lidiar con gente q se qdó con el complejo de niño...

Abigail Mendoza Morales dijo...

Jaja! Cuando eras jefe de grupo todo el mundo te odiaba, pregúntamelo a mí, no pasé un año sin serlo, y cuando por fin un año creí que me había librado, a la maestra se le ocurrió crear una figura aún más ridícula: el jefe de fila.
"Jefe de fila"... ¡chale!, eso sí que era el colmo.
Ya escribiré sobre los traumas que me dejó ser jefa de grupo y, peor, de fila... chale, lo había olvidado.
Padre tu post ;)

Sascha! dijo...

Yo soy la jefa de grupo de mi salón, snif. pero todos me quieren y no tengo que apuntar a nadie en listas, solo cambio clases y exámenes.

Aura dijo...

Ay, yo también fui jefa de grupo, con funciones de soplona institucional, con el agravante de ser hija de maestra (que nunca fue MI maestra, afortunadamente). Hace unos años un excompañero me decía que lo tenía traumado porque siempre lo amenazaba con mi poder (junto con la nieta de la directora). O sea, me tenía miedo a mí, pffff. ¿Dónde quedó esa autoridad? Chale.

Chilangelina dijo...

Muy bueno, clarito vi al Carlitos de rogón.
Gran cierre.

Dy Häggen dijo...

Jajajaja pues el leer tu post y aún más los comentarios!! En particular el anterior!!! Si esta cabrón ser jefe de grupo xk te ganas algunas enemistades innecesarias pero también te divertes siendo un poco cruel!! jejeje
Para bien o para mal mi mamá comenzó como maestra de español en mi primaria y eventualmente llegó lo innevitable: tenerla como profa d grupo en segundo.... y luego en cuarto ... Eso de tener 24/7 a mamá, hace llorar a cualkiera y le quita la diversión a la crueldad de ser jefe de grupo.

Zam dijo...

jajaja uno disfruta del poder hahaha... lo bueno comienza cuando uno también hace desmadre y como tu eres el que apunta ya todos salen librados =D

Guffo Caballero dijo...

Jojojojojo... mi tocayo rules!!!

Goma Rosa dijo...

"totally teacher's pet"

jajajaja, me cague de risa
y si, definitivamente eras la niña que ODIAAABA!

yo igual fui jefa de grupo, pero no era culera dictadora, jaja

C! dijo...

jajaja, siempre rifada y atinada La Maga. Pero aun así, no puedo evitar los ojos de "you bitch"

¬¬...

Atte. C! aka. Carlitos Maya

salaverga dijo...

Matame con una patada reversible

«danito» dijo...

Ñe, yo tambien era (fui) jefe de grupo (y no me gustaba), prefería estar del otro lado chacoteando que andar de carcelero como dices.

Hasta que vieron que estando yo de jefe era lo mismo que no tener jefe de grupo.

Preferí el lado oscuro.

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