lunes, 20 de julio de 2009

El Equilibrio

Es curioso. Me ha dado por pensar últimamente que me conozco al menos al grado de poder responder esta simpleza. Pero no es así. "Di tu última voluntad, pendejo" - me gritó el Señor Torres antes de intentar darme un buen par de tiros. Quién iba a pensar que un certero golpe con una barra de metal superaría una precisa y engrasada Smith & Wesson. Que caray. La cosa es que me dejó pensando. Uno nunca sabe desde dónde comienzan a tejerse las hebras del destino, ¿verdad, cariño?

Parece que fué ayer que me enamoré de tus rizos en la secundaria. Parece tan poco tiempo que no puedo olvidar tus burlas, tu actitud tan grosera conmigo... que yo recuerde, nunca te hice nada que ameritara tu tirria, sin embargo, te padecí tres años ¡tres malditos años! Me heriste. Me heriste mucho y no podría siquiera pensar en las noches sin recordarte. Tu primo me golpeó tantas veces... solo, acompañado, contigo mirando... si salgo de esta, lo buscaré también. Ustedes son una asquerosa jauría... y yo, soy su veneno. Sin embargo, dicen que la vida se encarga de ir acomodando las caprichosas piezas de nuestro destino y mírate... mírame a mi, ilusa. ¿Pensaste que tus piernas se iban a quedar igual de blancas y duras?... Déjame adivinar... ¿quince? ¿O acaso serán más de veinte los tipos a quienes te empujaste antes de acabar aquí, despachando latas? ¿Eh?

Regresé aquí, me gradué con honores, solamente quería trabajar, pero no, tenía que encontrarte y seguir siendo el blanco de tus viciosas opiniones, de toda esa mala leche que seguramente acumulaste de cien en cien pesos con ebrios que ahorraron para poseerte, cerda. ¿Que soy maricón? ¿No decías eso, acompañado de tu risa estridente y castrante? Entérate, no te cogí porque me das asco, pero mira. ¡Mira bien lo que podrías comerte! La miel no se hizo para el hocico del burro, me decías... que ironía, ¿verdad? Ahora, la miel soy yo, animal.

Tu mala actitud le costó la vida al borracho ese que tienes de empleado, si, ¡tú lo mataste al mandarlo a fastidiarme! Yo no sé que ganabas con eso, pero ahora si, entiendo lo que te has ganado, mamacita. Tu papá, pobrecito... siempre me agradó, pero no debió sacar su pistola sin cerciorarse que estuviera cargada. ¿Ves? El destino. ¿Quién habría dicho que aquí te encontraría de cajera? ¿No ibas a ser cirujana, diputada, astronauta, puta? Unos chicles. Eso, solamente. Unos chicles sin mirada de desprecio, sin tono hiriente, te habrían salvado al vida, pero no. ¡Cómo dejar de ser una perra, si así naciste! Ahora, mientras tu papá se estremece y se sacude como pez fuera del agua, pienso... ¿cuál podría ser mi última voluntad? A ver... déjame lo veo en perspectiva... podría ser que me recibieras mi primer carta de amor, torpemente escrita, sin sacarle fotocopias y humillarme el lunes de homenaje. O podría ser que el día de la despedida de clases no me escupieras en la cara, que me sangraba de la patada que me diera el imbécil de Joaquín... tal vez sea no morir, simplemente. Quedarme a cuidar a mi mamá como era mi primer deseo, conocer a alguien, enamorarme, tener hijos... pero no, tú apareciste y ahora mi deseo es que alguien antes que yo te hubiera matado. Como fuera, con su coche, apretándote el cuello, de una puñalada certera... muerta habrías estado mejor. !A ver, niégalo!

Ahora que escucho el ruido afuera, que adivino que ya vienen por mi, me río. Me río de ti, de la vida. Veo las luces parpadeantes a través de el cancel de la entrada. No van a disparar, lo sé. Querrán tenerme perfectamente centrado antes de jalar el gatillo. Irónicamente, te debo estos últimos minutos, así que, por favor, continúa moviéndote. Veo que ya has aflojado la cinta, pero no es suficiente para que desates las manos y no lo será. Yo ya no tengo retorno. ¿Quieres que me escape y me vaya? Imposible, ya me asomé y estoy atrapado. ¿Quieres que caiga muerto? Estamos de acuerdo. Yo no soy carne de presidio, no lo soportaría. El encierro, los abusos, la falta de luz, de esperanza... no, jamás.

Mi última voluntad... carajo. ¿Cuál podría ser? Que hubiera tenido más balas en el despacho tu padre. Que no hallaran el cadáver del borracho ese al lado de la ventana, que no entrara nadie mientras te estaba atando a la silla, podría ser también, pero ya no hay nada que hacer con eso. Estamos así, sin remedio. ¿Los escuchas?... que me entregue, que salga con las manos en alto. No, eso no pasará. Creen que no los veo, reflejados en el pinball, agazapados al lado del cancel. Es más, escucho casi las pisadas de los dos que vienen por la azotea. ¡Yo no quiero morir!... es más, ¡ni siquiera quiero haber entrado aquí! ¡Escucha!... ya rompieron el candado de la puerta del callejón... Desearía que me dieras un beso antes de que me maten. Desearía que te disculparas conmigo de todo, que me miraras con sinceridad... pero ya es tarde, demasiado tarde. Nadie se ha dado cuenta que ya te maté hace rato, afortunadamente. La mancha de sangre solo es visible desde éste lado... no puedo cargarte como escudo... ¡veo sombras!... al menos guardé al final la bala más brillosa. Al menos en eso quiero salir como el distinguido. Morir con ella... ¡Ahí vienen! ¡Perdóname, mamá, yo no soy malo, tú lo sabes, yo no soy así!... ¡Ya los vi! ¡No me agarrarán vivo, cerdos!

10 comentarios:

Roy dijo...

Interesante...

marszoid dijo...

Esto te enseñara a no hacerle el feo a ese pinche feo que siempre te mira las piernas con esa mirada llena de aquel adefesio de sentimiento al que el prontamente llama amor...
porque pues, un dia te puede pasar lo mismo!
Un día puedes ser tu la que este sangrando en la silla!

Gran Lección de vida que me ha dado hoy buen señor.

friedrich dijo...

Eres bueno.. Muy bueno.

Dib dijo...

Casi todo el texto me gustó mucho. Excepto la parte final; casi sonó a: "Mamá, soy Paquito, ya no haré travesuras".

Yo escribí algo similar para metatextos:

http://metatextos.com/2008/11/28/cincuenta-y-cincuenta/

Pero no con un final suicida.

Anónimo dijo...

eh, loco...
suave güey!

Alter Ego dijo...

No sé porqué, pero al leer éste post tuyo me imaginaba la escena en blanco y negro cómo en las películas de Sin City con tu voz en off.

El último parrafo es del más alto nivel...chingón. Ya era hora de que te aparecieras por acá.

...amor y rencor hasta sus últimas consecuencias. Amor que mata.

¡Lánzalo a Lucas! dijo...

Pinche calorazo de 40 grados, no mames, y el pinche clima del carro con su fuga de gas. Ahi te encargo. Neta, güey, te juro que puedes cocinar un huevo en el asfalto. En tales circunstancias, venía yo en mi pedo cuando se me ocurrió una idea bien chingona. Me dije: por qué no haces un blog donde hables de tu vida y de tus amores frustrados y esas mamadas, y, de paso, una breve introducción en el perfil donde des a conocer un poco de ti, como por ejemplo que te gusta Radiohead y las peliculas de Lynch, y rematas con alguna manía absurda del tipo "y me gusta comer cacahuates garapiñados con limón", para provocar una sonrisa en el lector y piense de mi "este bato es bien 'cool'". Eso sí que sería bien original.

Anónimo dijo...

PARA TEMA DE LA SEMANA, PROPONGO EL SIGUIENTE:
"Fue NO lleva tilde".

A ver si así, todos, por lo menos durante una semana, escriben eso bien.

LaSeleneBR dijo...

Que fuerte historia, muy buena

Isabel dijo...

Hay tantos casos similares, si pudiera yo AHORITA haría lo mismo, ja ja.

Nah, pero un sustito sí le metería.

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