viernes, 10 de julio de 2009

Esta insoportable aleatoriedad.



La infinita fragilidad de un sexo furtivo en una tarde de verano de los años 70, es el comienzo de la historia de lo que pudo haber sido. Eres improbable; absoluta e insoportablemente improbable. Cierto, la historia de lo que pudo haber sido empieza con los millones de espermatozoides desperdiciados, con todos esos renacuajos que perdieron la carrera y las infinitas ecuaciones genéticas no consumadas. En ese sentido, el universo de los seres interrumpidos es un Aleph superpoblado y sí, podemos empezar a ponernos metafísicos y afirmar que cada ser vivo es una ínfima posibilidad en un millón. La expresión más acabada de la aleatoriedad, dirás tú; un milagro de Dios, dirían los monoteístas. El caso es que somos el colmo de lo aleatorio e improbable, pero no se supone que debamos reflexionar en este espacio sobre la humanidad entera, sino única y específicamente sobre tú historia, la que fue pese a estar destinada a no ser.

Te pido reflexiones un poco sobre el día de tu concepción. De lo único que puedes estar seguro, es que el día en que tus padres cogieron debe haber estado haciendo un calor de los mil demonios, pues Monterrey arde, ha ardido y arderá cada mes de julio y agosto. Si naciste en abril, lo lógico es que te concibieron en verano y siento decirte que en aquella época no había tantos aires acondicionados. Tal vez por eso odias tanto el calor, pues quieras o no, fuiste concebido entre sudores de 38 o 40 grados. ¿Dónde? No fue, en definitiva, en una cama matrimonial o al menos no en la cama matrimonial de tus padres, pues carecían de ella. Fue, posiblemente, en la cama matrimonial de tus abuelos. Puedes descartar también la posibilidad de un hotel, pues un par de mocosos de 17 años difícilmente gastarían en uno. Fue sin duda en una casa que se quedó sola o con una vigilancia adulta lo suficientemente relajada o en un depa prestado por ese oportuno amigo independiente que todos tenemos en la adolescencia, ¿O acaso fue en un carro? Sí, la opción del vehículo es bastante probable si te pones a pensarlo. El asiento trasero de un vochito con alguna rola de The Doors o Iron Butterfly en el estero. Cuánto romanticismo jipiteko. De lo único que puedes estar seguro, es que el de tus padres no fue un sexo monótono y rutinario. Sí, tal vez no fue la súper cogida multiorgásmica del siglo, por la sencilla razón de que los adolescentes raramente tienen el tiempo, el espacio y la experiencia para poder fornicar como el Diablo y Dios mandan, pero al menos puedes estar seguro de que hubo deseo, emoción. El dulce néctar de lo prohibido estuvo presente en tu concepción. Toda cogida adolescente trae consigo poderosísimas cargas de adrenalina. El deseo es a menudo torpe en la acción, pero poderoso en el sentir. Dos chicos de 17 años, hijos de familias más o menos tradicionalistas y con su respectiva carga de represión católica que se animan a probar el sexo, son dos chicos que por lo menos se desean, que desafían, que transgreden. Definitivamente no fuiste planeado, pero al menos puedes presumir ser un hijo de la furtividad, del desafío, del buscar ese momento único y fugaz en que dos adolescentes pueden coger. El sexo teenager está tan lleno de obstáculos e improbabilidades y debe burlar tantas adversidades para poderse consumar, que bastó un mínimo movimiento para que no existieras.

Hoy no serías y tus padres habrían seguido con sus vidas. El suyo habría sido sólo un noviazgo de prepa y al final se hubieran separado, como al final se separaron y tendrían uno del otro tan solo un recuerdo de cariñosa nostalgia. Habrían llegado a la vida adulta, se habrían casado con sus respectivas parejas y tú habitarías en el libro de la historia de lo que pudo haber sido. Pero tu naturaleza de salmón acabó por imponerse. La historia de lo que pudo haber sido no fue. Debe haber sido en septiembre, muy cerca del día en que Salvador Allende se inmoló en el Palacio de la Moneda, cuando tu madre empezó a notar que algo raro pasaba con su cuerpo. Para cuando Jesús Piedra Ibarra y su comando de la Liga 23 de Septiembre acabaron con la vida de Eugenio Garza Sada, sin duda tu madre ya se había hecho a la idea de que vendrías. Cuando los Ramones y Rush grabaron sus respectivos primeros discos, tú estabas naciendo o estabas por nacer y tenías algo así como tres semanas de nacido cuando los Tigres ascendieron a Primera División batiendo a la UdeG. Cumpliste dos meses cuando la Naranja Mecánica de Cruyff inmoló el mejor futbol del mundo en el altar de la efectividad germana en el olímpico de Munich y sí, la historia de lo que pudo y debió haber sido dice que Holanda tenía que ser campeón y tú no deberías estar existiendo ni tus padres debían estar cambiando pañales, sino continuando con sus estudios y sus juventudes sin mayores preocupaciones.

Pero exististe y deja tú eso: lo peor es que todavía existes y tu existencia es una vela en el huracán, un árbol que se aferra a la estabilidad en medio de las tempestades de un mundo que se cae a pedazos, un laberinto de aleatoriedad e improbabilidad. Tu vida es un oscilar entre la idea de la más absurda aleatoriedad y la inmutabilidad de un destino de tragedia griega. Las jugarretas de un azar caprichoso o el designio de una deidad cruel. Un entramado de anárquicas casualidades o el cumplimiento preciso de una profecía. Tu concepción no fue ordinaria ni aburrida y si existes, fue por el cumplimiento preciso de mil casualidades. Tu muerte, sospecho, tampoco será ordinaria y paso a paso, irás cumpliendo cada uno de los aleatorios pasos que te llevarán hacia ese siempre absurdo último momento. Pero esa improbable historia de lo que todavía no ha sido, es harina de otro costal.


18 comentarios:

Luis dijo...

Clap, clap, clap.

Riger dijo...

No mames, creo que todos deberíamos estar leyéndote desde hace años. ¿Por qué aparecite hasta ahora?

Anónimo dijo...

Todos tus escritos anteriores me han parecido forzados y pretenciosos.
Este es, por mucho, el mejor a mi gusto.
Si tiene partes que tambien parecen forzadas, pero si se nota mucha mejoria.

Guffo Caballero dijo...

Reflexionando, mirando fotos de antaño y haciendo algunos cálculos, yo creo que mis papases me concibieron por ahí de finales de enero en un Maverik verde modelo 71, joijoijoi.
Picarones...

Anónimo dijo...

Que texto más fantástico, de verdad. El mejor que te he leído por aquí.

La Rosy dijo...

Excelente! Que aleatoriedad tan extraordinaria.

Dib dijo...

Generalmente, no me gustan tus textos. Siempre están llenos de razón, perfectamente escritos y bien desarrollados, pero normalmente hay algo que no me llega a gustar del todo.

Pero en esta ocasión, disfruté mucho el texto. Tan conciso, con las palabras exactas y sobre todo, con un razonamiento preciso.

¡Felicidades!

Anónimo dijo...

¡¡¡Mi mamá es virgen!!!

Francisco dijo...

Muy buena tu interpretación kunderiana del asunto. Tal vez varios se han de haber sentido identificados, al menos yo sí, no porque crea que me hayan concebido de la manera relatada, si no porque mi primer hijo si es resultado de una de esas probabilidades acertadas... en serio que disfruté leyendo esto.

davihds dijo...

"por la sencilla razón de que los adolescentes raramente tienen el tiempo, el espacio y la experiencia para poder fornicar como el Diablo y Dios mandan"

Clap, Clap, Clap!

y no, Holanda jamás fue campeón, aunque si debió de serlo.

...lo que puedo haber sido... lo que puede ser y no será.

Manuel Lomeli dijo...

Quien sabe, mi guero... quien sabe.

Igual y no somos y todo esto es una alucinación certera. Una de personas que no son nosotros, pero se imaginan como nosotros.

Y más que Kundera, me pareció Borgeano. Pero sin la intelectualización y la angustia.

Un abrazo.

Andreinski dijo...

Creo que en cuanto a técnica se trata, si los cálculos y la memoria no me fallan, eres el mejorcito en éste nunca bien ponderado colectivo que tanto me gusta.

Muy bueno.

Luis dijo...

Zape, ese cuento ya lo escribo Robert Heinlen: "Todos ustedes zombies" jajaja.

daniela dijo...

naturaleza de salmón.... tsss palmas!

mmm alguna vez en un debate sobre el aborto(en mi escuela de monjas) dije algo parecido, lo azaroso de nuestras vidas...sobra decir que casi me matan.

CÉSAR R. GONZÁLEZ dijo...

El pedo es ser concebido a la rock & roll mi Dany.

Yo también soy hijo de la adrenalina.

Anónimo dijo...

que hueva.

Anónimo dijo...

me gusto, despues de la madre sampetrina este me ha gustado mas, y generalmente me salto tus colaboraciones, pero despues de ella si les echo un ojo, te quedo muy bien.

marszoid dijo...

Alguien me dijo que aunque los caminos son diferentes, todos llegan al mismo lugar. Tal vez la lista del hubieras sido o no habrías sido es solo para los que fantaseamos con un destino distinto, si es que eso existe.

El punto es, que somos producto de un sueño calenturiento de nuestros padres, que a su vez es producto de una infinidad de casualidades que los llevaron a soñarnos.

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