viernes, 24 de julio de 2009

La diferencia


Muy pocos saben la diferencia entre morir en primera plana y morir en la sección de obituarios. Para la mayoría de los mediocres morir es morir y todo lo demás es irrelevante: lo importante es vivir.

Nuestra educación parte del principio que todos somos especiales, que todos estamos destinados a dejar marca en el mundo y que la única manera de lograrlo es siendo buenos en todo lo que hacemos. Buenhijobuenestudiantebuenprofesionistabuennoviobuenmaridobuenpadre.

El problema aquí es que si todos somos buenos, nadie es especial y absolutamente nadie deja marca en el mundo. Los buenos complacen a sus padres, sacan buenas notas en la escuela, conocen a una mujer igual de buena, se casan, tienen hijos y trabajan incansablemente para mantenerlos, pagar hipotecas, colegiaturas y ortodoncias. Los buenos siguen las reglas, envejecen y terminan su vida en los obituarios del periódico, sin jamás entender la diferencia.

Nadie recuerda a los buenos una vez muertos, hasta su familia los entierra y los deja descomponerse en su mediocridad. Los altares, las ofrendas y los sepulcros televisados van para aquellos que fueron excepcionales; aquellos que supieron interpretar, malear, negociar o quebrar las reglas.

Aquellos que copiaban las tareas antes de la clase, aquellos que no se casaron con su primera encamada y negaron a todos sus hijos, aquellos que nunca adquirieron o pagaron hipotecas, aquellos que renunciaron a sus trabajos y responsabilidades para ir en busca de noséqué... Aquellos barbajanes, desobligados, malnacidos son a quienes recordamos con cariño. Ellos dan nombre a nuestras calles, llenan nuestros libros de historia y ni hablar de las revistas de espectáculos. Ellos son los verdaderamente amados y recordados. Ellos son los famosos - o infames - que tienen su primera plana. Ellos son nuestros héroes.

En la vida nunca me ha interesado nada realmente, excepto tener una muerte con alta cobertura mediática. Siempre he sabido que la única manera de pasar a la inmortalidad es rompiendo todas las reglas. ¿Y qué regla puede ser más inquebrantable para el hombre común que la vida? Por ello, comencé a planear mi suicidio.

Y si piensan que dejaré este mundo dándome un disparo en la cabeza o ingiriendo un montón de somníferos, resultaron ser tan cobardes, repulsivos y comunes como el resto de los hombres buenos. No permitiré que al morir se me confunda con un despechado depresivo cualquiera. Moriré con estilo: con fuegos artificiales, música de fondo y una gran explosión al final.

Llevo meses planeándolo, estudiando tiempos, ubicaciones y trazando el crimen perfecto. He documentado todos y cada uno de mis pasos, dejados pistas y grabando videos que se enviarán a los noticieros, periódicos y grandes conglomerados informativos. He sido muy cuidadoso y no he cometido falla alguna.

Mañana sorprenderé a todos en un acto de grandeza que reflejará nuestra fragilidad. No será sólo el suicidio de un loco, no será sólo el asesinato de muchos inocentes, no será sólo el plan maligno para realizarlo: será el hombre detrás de todo ésto.

Mañana gritarán, se horrorizarán y se indignarán. Llorarán o reirán, me amarán o me conderán. Pero hagan lo que hagan no podrán no darse cuenta: no podrán dejar de mirar.

Mañana habré ganado un pase directo a todos los noticieros, una serie de videos más vistos en Youtube, una investigación a fondo en todos los periódicos, un especial en National Geographic, un episodio de cualquier serie criminal, unas cuantas novelas y, por lo menos, una película.

Mañana entraré en todos los libros de historia, en una página especial para recordar a todos los niños buenos por qué deben ser buenos, comer sus vegetales, no copiar en el examen y nunca renunciar a sus trabajos y familias.

Mañana todos recordarán quién fui y qué hice. No podrán evitarlo: estará en primera plana.

10 comentarios:

¡Lánzalo a Lucas! dijo...

Maupassant, Virginia Woolf, Pavese, et al, siempre tuvieron la idea del suicidio como el único acto libertario e indeterminado de cuantos actos puede realizar el ser humano; el único que se rebelaba ante las pocas opciones que la vida les daba a elegir (estudiar, trabajar, casarse, tener hijos, etc.).

Pero olvidaban que, precisamente, estudiar, trabajar, casarse y tener hijos, era, entre otras cosas, integrarse a la cadena de "símbolos" que hacen de un sujeto un ser integrado y "normal" en la cultura, y que el suicida, en su "acto" atroz, es entre toda la gente, el sujeto que más ama esos "símbolos" a los que no puede añadirse.

Por eso nada tiene de libertario, mucho menos de subversivo, pues tiene la neurótica necesidad de volverse "signo" para los ojos de los otros, y un signo que pretende dejar "huella" literalmente.

Así, me parece que el relato, aunque bien escrito, falla al presentarnos a un narrador ingenuo que asocia el éxito con la trascendencia y la medriocridad con la intrascendencia. Esto no es necesariamente cierto, a pesar de que asì nos lo quiera hacer creer el pensamiento occidental. ¿No decia Camus (otro que ingenuamente elogiaba el suicidio) que era fàcil conseguir éxito, lo dificil era merecerlo?

Saludos, vergueros.

Anónimo dijo...

En efecto: veanme por favor!!! (resumen de tu post)
Lo más probable es que nuestro rebelde sin causa haya escrito su post mientras mamá le gritaba, "Ya esta la cena y te toca lavar los trasteeeeeeeees".
En serio, que tienes, 15 años?
De admirarse son, los que hacen lo que se les viene en gana SIN anunciarlo por todos lados, así sea seguir el "stablishment" o no seguirlo. Pero, si tienes 15 años, se vale por completo la rebeldía osada, así que si es así, no te precupes, se te va a pasar...

Jo!

B. dijo...

¡Lánzalo a Lucas!:
¿Maupaqué? ¿Virginia Woolf? ¿Quiénes son ésos? En realidad recordamos a Marilyn Monroe, los chicos de Columbine y la mujer que le cortó el pene a su esposo.

Si no saliste en Entertainment Weekly no existes.

Anónimo:
Si te refieres a la edad de mi personaje, pues sí, siempre imaginé que andaba por la adolescencia el muy sociópata.

Ahora que si tu mente no tiene el filtro necesario para distinguir la ficción - muy probable, pienso yo - y te refieres a mi edad, pues no tengo quince años, pero qué halago que me pienses (¿?) tan joven.

Gracias.

La Rosy dijo...

El que el anónimo haya puesto las palabras del personaje en tu boca hablan muy bien del texto.

Me gustó, aunque fuera de una matanza escolar, no me imagino mucho de extraordinario :(

SALUDOS

Dib dijo...

Si no se usa la obertura de 1812 como en V de Venganza, entonces chafearía todo.

Tumeromole dijo...

Espero cumplas tu palabra, ya urge que te vayas de este mundo, Irma.

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Ha sido un buen texto, de verdad. Explicas claramente lo que muchos se niegan a aceptar: Morir "chido" en lugar de "tranquilo", según yo.

Saludos, Elvis.

Uvé dijo...

Wow, es tan chingón esto que acabas de escribir que no haré ningún comentario de burla.

Vanessa C. dijo...

Nombrame en tu testamento.

Quiero estar entre los seres que alguna vez has apreciado (un poco).

Solo espero que no te conviertas en la espada de Alá.


That's so cliché.

Isabel dijo...

Si es la primera plana del Metro o El Gráfico ya la hicistte.

Anónimo dijo...

NO MAMES

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