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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
domingo, 2 de agosto de 2009
Sin arrepentimientos.
Daniel Martínez, encontrábase en casa abriéndose una cuenta de twitter, en algún día, en algún año. Llenó los campos que usualmente, todos los adictos a la tecnología llenan: nombre, contraseña, teléfono, dirección, email, etcétera. Unos meses más tarde, esa cuenta la ligaría a su facebook. Registró su nombre como daniel.martinez1880, cuando facebook preguntó si deseaba una dirección personalizada con su nombre. Todas las actualizaciones que hacía en twitter, se mandaban a facebook y así, sus -aproximadamente- cien amigos, veían lo que pasaba con Daniel tanto en uno, como otro lugar.
Dos meses después de ese evento insignificante, Daniel se encontraba caminando a casa después de la escuela. Ese día salió un poco tarde por jugar dominó con los amigos. Una hora, con cuarenta y dos minutos, exáctamente más tarde. No acompañó a su amiga Serena como usualmente hacía, porque Serena no se presentó ese día a la escuela fingiendo una tos de perro ya que no deseaba entregar un trabajo de Historia. De haber ido Serena a la escuela ese día, se habría enterado que el profesor dio una semana más para entregar el trabajo, ya que no era la única huevona, y con sus ojitos pispiretos habría convencido a Daniel para que se fueran justo a la hora de salida.
Daniel hizo su camino habitual, pero una hora, con cuarenta y dos minutos, más tarde. Mandó un twit desde su teléfono diciendo que extrañaba a Serena, la cual ella leyó con una sonrisa unos minutos más tarde. Justo en el momento que Daniel doblaba una esquina y miraba como mataban a otro hombre. Un hombre de gallarda postura, y gallardo sombrero, apuntó su pistola al que parecía un empleado de Walmart y disparó. El hombre se subió a un Jaguar negro el cual se fue a toda velocidad. Daniel Martínez miró como el empleado se agarró el estómago, estiró su rostro y le estiró una mano, pidiendo ayuda. Lo único que Daniel pudo hacer, fue tomarle una foto con su celular en ese momento.
El empleado de Walmart, coincidentemente, -cuando nuestro Daniel miró su tarjeta de identificación, que yacía en el piso- también se llamaba Daniel Martínez. No era un nombre raro. Era raro que estuvieran en la misma ciudad, tal vez. Ese empleado, desde hacía unos meses, no podía pagar las cuentas del hospital de su madre y decidió vender un par de ilegalidades. Lamentablemente, pidió varios préstamos a su nueva gente. Préstamos que habría podido pagar de vender más de lo que pidió. Si le dieron su bolsita con la cantidad que esperaban vender, era porque trabajaba en un lugar donde había una posibilidad infinita de clientes. Pero lo hizo muy mal. Lo malo se paga.
Daniel Martínez, el vivo, se vio reflejado en ese hombre por el nombre. Se vio tan reflejado que antes que llegara la policía, mandó la foto que tomó con el celular a su twitpic y la liga se puso en twitter. La muerte de Daniel Martínez, decía la actualización del siguiente status. No es de todos los días, que uno encontrara a su homónimo muerto, una hora con cincuenta y seis minutos más tarde, después que se decidiera salir de la escuela. Tampoco era de todos los días presenciar el asesinato y verlo morir a detalle, con los espasmos y la pérdida de sangre incluída. Afortunadamente, otro de los peatones que pasaba por ahí, llamó a la policía que tardó dieciseis minutos más tarde en llegar. No le confiscaron el celular, ni la cámara, a Daniel... porque salió corriendo de ahí.
Mientras tanto, Serena actualizó su facebook y en ese momento, vio al hombre que derramó sangre en el estacionamiento de aquel Walmart y vio la tarjeta de identificación manchada, con el nombre de Daniel Martínez. ¿Cómo era posible que el propio Daniel publicara su propia muerte? A no ser que alguien matara a Daniel, y en un humor sádico, decidiera publicarlo. Le provocó extrañeza y a la vez, una gran desolación. Si le gustaba el tipín, como ella lo llamaba. Le gustaba tanto, que le pareció muy poético buscar en el gabinete un frasco de píldoras para poder matarse. Nadie sabe si lo logró, eso no nos interesa demasiado.
Lo que nos interesa, es que uno de los cien contactos de Daniel Martínez, tenía fuertes ligas con el proveedor de ilegalidades. Cuando vio la fotografía publicada, a los pocos minutos del hecho en sí... levantó el teléfono y le dijo a su jefe-. Creo que nos chingamos al equivocado... este sigue vivo, y publicando. En un rato más le paso la dirección.
Hay veces que ni tiempo da para arrepentirse.
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arbol,
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
2 comentarios:
uuuuy. Podría quedar chido como cortometraje de humor negro.
de acuerdisimo con kuruni
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