lunes, 21 de diciembre de 2009

Odio que hayas tenido razón



Odio que hayas tenido razón murmuraba ella, de pie frente a la improvisada fosa, que nunca había pensado cavar. Llovía, sin viento ni rayos. Llovía con gotas grandes y rectas que empapaban su largo cabello y hundían sus pies en la tierra revuelta. Ya no cavaba y sus brazos no se movían, ni siquiera para limpiar el agua que se llevaba su llanto. No había sollozos, tampoco expresión de dolor, pero no podía evitar a las lágrimas salir.

Había comenzado a cavar sin notarlo, sin pensar en ello o darle importancia. Cuando la tierra aún era cálida, cuando aún era su casa. Entonces no llovía y el sol calentaba su cuerpo. Así que en un palazo, ¡Saz! No dijo un “te amo” o lo dijo de más. Otro palazo y ¡saz! Se dejó insultar por evitar una discusión ¡Saz! Dejó de ser él y lo que quería. ¡Saz! No pudieron controlar sus inseguridades. ¡Saz! Se dejaron arrastrar por el qué dirán.

Odio que hayas tenido razón. Volvía a repetir y seguía enterrando.

El agua traspasaba su ropa y el cuerpo dolía. Dolía como aquella vez en que ella se desangraba y su abrazo no ayudaba. A su mente venía una escena gris de ella en su cama y sangre roja brotando de sus heridas. Dolía, la lluvia dolía. Recordaba verlo a él y no encontrar en su rostro el dolor, ni en su cuerpo heridas. No entendía como él no sangraba y ella sentía tanto. Tal vez su derrame era interno, tal vez nunca lo sabrá.



Ya estaba enterrado, estaba hecho. Todo es jodidamente tranquilo. Ojalá recordara como rezar.

La lluvia se recorrió unos centímetros y más que seca, se sintió segura. Sin decir una palabra, él le indicó que tomara el paraguas, mientras en cuclillas y con las manos, terminó de sellar aquella tumba. Quién sabe cuántos minutos se quedaron juntos y en silencio.

Odio que hayas tenido razón, murmuró ella por última vez. Él no contestó, solo tiró un cigarro sobre la tierra y se fue.


Dibujo: G.Regalado aka Vedder


***

El texto anterior lo escribí hace más de 4 años, intentando enterrar una relación. Por supuesto, eso no quedó ahí porque para enterrar es necesario algo más que escribir.

Hoy lo rescato y re-escribo para cumplir de una manera fácil con el tema de hoy. Pero fácil es la palabra que menos califica a este día, a esta semana. Porque odio que tengas razón.

3 comentarios:

guillermo dijo...

me gusta la manera en la k escribes... es como ... mmmmm (cara de memo pensando) no lo se... me haces imaginar... es como ver una peli en tu kbeza... ademas d k a mi tmbn me gustaria enterrar algunas ex-relaciones...
saludos!!!
pd: feliz navidà

Pillo dijo...

Cuando sepultamos a alguien casi siempre es así...

Las tumbas que se cavan en el corazón son las más dificiles de cavar.

mariposa dijo...

definitivamente es mas sencillo enterrar a una persona muerta... que enterrar a una relacion que te mata¡¡¡... vivir esos duelos son grandes experiencias que te hacen ser mas fuerte, mientras cavas, lloras, sufres, sangras... pero nunca debes olvidar, pues si olvidas seguiras sangrando por siempre, como una gran tortura con la que incluso, aprendes a vivir... vive, disfruta, pero sobre todo...APRENDE¡¡¡

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