martes, 2 de marzo de 2010

El Rojo y El Negro Tijuanense



Cuando eres un naco corrupto e iletrado, no importa cómo te tomes el café, seguirás siendo un mezquino, un vividor y un hijo de puta.

Pero yo te conocí cuando ambos ibamos en la secundaria, aquí en la Libertad parte baja, de donde escapaste. Pero yo me quedé. Y he sido feliz desde entonces, desde aquel 26 de Noviembre cuando me partiste la madre en el receso, y con tus tenis Adidas, nuevecitos, sacados de un outlet, me aventaste tierra en los ojos y en el hocico. Me dijiste: Lárgate de Tijuana, pinche chilango.

Tú, jodido provinciano, pochito de mierda, decirme que me vaya. Yo que tuve que irme de una ciudad que tiene museos, galerías, exposiciones, parques, monumentos, edificios históricos; yo que tuve un bisabuelo educado, un ingeniero caido en desgracia y fusilado por haber sido amante de Carmen Romero Rubio. ¿Sabes quien es ella, naquito del norte?

Qué vas a saber. Probablemente navegaste con la misma ignorancia y la paseaste por toda Tijuana, e ibas y venías con ella, de San Diego y de regreso, creciendo, pasando de adolescente a joven, y de joven en adulto. Conozco a tantos como tú, que hacen honor a lo que tanto rezó Vasconcelos: Al Sur la Cultura, al Norte la Carne Asada. Antes me provocaba fascinación tanto mal gusto, tanta ignorancia rampante, y ahora me estremece saberlos tan viejos y tan burros. ¿Cómo puede alguien seguir viviendo como tú o como los tuyos sin sentirse mal por todo lo que ignoran y que jamás conocerán?

Te fuiste de la Liber. Te largaste con tu padre cuando el PAN ganó la gobernatura de este estado propiedad de la mafia y del lavado de dólares. Te metiste a vivir en Playas de Tijuana, en alguna casa de Paseo Ensenada cuando todavía valía la pena vivir ahí. Y qué ironía: Una colonía tan llena de chilangos. Resulta que a tu familia le salió el abolengo. Y de la secundaria Leyes de Reforma te cambiaron al Instituto México, a lucir el puesto de tu papi, trabajando con todos los panistas jodidos y comecuandohay.

Cuando te volví a ver, yo trabajaba en Tepoznieves, a un costado de la magnífica Prepa Lázaro Cárdenas. Yo ya era un huerfano, y en cambio estudiaba en el Cobach, el que está en la Vía Rápida, a medio kilómetro de la Estancia de Menores Infractores. Mientras tú mirabas ir y venir muchachitas en jumpers y falda escolar, a mi me asaltaron doce veces durante los tres años de preparatoria. Me asaltaron y también me golpearon, adolescentes que dejaban salir a las siete de la mañana, y que hacían escala en mi prepa para financiarse el taxi y la primera dosis de crystal del día.

Uno de ellos me identificó y me preguntó por ti. Era el Checo, también de la Liber. Le dije que estabas donde estabas, y él me dijo que ya eras de la alta. Que ya no le hablas a cabrones como nosotros, dijo. Antes de vaciar mi mochila y quitarme veinte pesos me platicó la vez que te obligó a lamerle la verga. Ahora que eres alcalde, me gusta verte en los comerciales y cartelones e imaginarte lamiendole el pene al Checo. ¿Qué habrá sido del Checo? Me contó que a punta de navaja te obligó a que le pasaras la lengua por los genitales. Por mamoncito se lo hice, por presumido, dijo. Y aunque me reí al escucharlo, no quiso perdonarme el asalto; eso si: al menos yo no le mamé la verga.

El tiempo pasa despacio, diría Heráclito, pero para estar a tu nivel, también lo dice Madonna, y te metiste de lleno a la política. Tu papá, que de almacenista brincó a Secretario de Gobierno y luego a Gobernador, demostró que todavía le falta mucho a esta ciudad y a este estado para comprender la importancia de la meritocracia. A ti te hicieron regidor, y luego diputado local. Yo estudié la universidad y la acabé, a diferencia de ti, que no tuviste tiempo ni ganas ni necesidad. Eras diputado con la pura preparatoria y un par de años en la escuela de administración, en la universidad del estado, que con toda franqueza, a comparación de la UNAM, es apenas una fábrica de tecnojornaleros sin miras ni ciernes.

Yo miraba atrás. Recordaba la historia de mi padre, otro ingeniero del Politécnico, empobrecido con López Portillo. Recordaba el peregrinaje de tres días hacía el norte. La desazón de mi viejo, viudo y reducido a una ciudadela sin pies ni cabeza. Un país cuya aristocracia se degradó en el formol de la Historia. Vinimos a dar a una esquina de México, gobernado por mamarrachos como tú.

La ironía nos alcanzó a ambos. Yo acabé trabajando en San Diego, a ocho dólares la hora más propinas, en un café de Gaslamp, donde te volví a ver. Yo que tuve un bisabuelo amante de la esposa de Porfirio Díaz. Fusilado en paredón militar, con un bisnieto de mesero en un café sandieguino, contigo sentado y acompañado de alguna de tus amantes. Me enardecí tanto, me sentí tan infinitamente burlado por los años y la historia cuando te pregunté que mezcla de café deseabas, refiriendome por supuesto al origen, sabor y aroma del grano, y tú me contestaste sin verme siquiera: pues como cualquier café; lo quiero mezclado con leche y azucar.

10 comentarios:

La Diabla dijo...

ps muy weno!
que me ha recordado a mucha gente que conosco...

Unknown dijo...

me encanto! gracias por dejarme un buen sabor después de leer lo de abajo.

Anónimo dijo...

no todos los Tijuaneses somos así
me encabrona que por gente como ellos nos tachen a todos de Pendejos e Ignorantes.

Conozco a mucha gente así y lamentablemente no estan en peligro de extinción, Esta bella ciudad esta llena de cultura, (no hay tantos museos como en el el DF) pero hay cultura para quien la busca.

También recuerda que el 60% de la población son Sinaloences que nada mas vienen a quejarse de Tijuana, la verdad no se que hacen aquí "si todo es tan chingón por allá".

Nos estamos leyendo.

Luis dijo...

Que chingón.

RequiemX dijo...

Que risa.

Saludos.

Bucalem dijo...

"Yo tambien leo Recolectivo solo por Chango 100"

Danielov dijo...

Grgrgr... me recordó que quiero partirle la mazorca a alguien...

Orita vengo...

Luis dijo...

¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!
¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!
¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!
¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!
¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!
¡MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!

La Nus dijo...

NO SÉ SI LO QUE ESCRIBISTE SEA FICCION O REALIDAD O UNA MEZCLA DE ESTOS ANTERIORES... PERO ME SONO BASTANTE DESAHOGADO, Y LLENO DE VERDADES!!! ME RE GUSTÓ!

Unknown dijo...

Me agradó bastante. Y es que despojándolo de identidades específicas (o sea no importa que los weyes estos sean de Tijuana, de la Bondojo o de cualquier otro estereotipado lugar de este país) lo rescatable es la temática central: A veces nos sentimos como sísifos que nos la pasamos en la chinga bruta para hacernos de un espacio digno en la vida laboral, y llega otro wey que nomás por calzonudo se posiciona mejor... pero no os preocupéis, esos vatos siempre serán el burro que tocó la flauta, desprovistos del valor añadido que nos reditúa la formación académica y cultural............ aunque sin lana :( muchas veces...

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