Como si fuera un designio divino o una fatalidad irrenunciable, llega en la vida de todo tecato un momento en el que cambian la heroína por una droga igualmente nociva: Cristo. Sí, las iglesias evangélicas se nutren de heroinómanos. En algunos casos, Cristo suplanta a la heroína, lo que en términos reales significa sustituir un opiáceo por otro. El Mesías se materializa en una suerte de metadona. Sin embargo, sospecho que en la mayoría de los casos no hay sustitución sino mezcla. Juntos, Cristo y la heroína producen la droga perfecta , el opio maximizado. Sube a un camión en Tijuana de la Calle Tercera a la Línea y tienes un 95% de probabilidades de escuchar el evangelio de un tecato. Con su acento pocho y repitiendo un millón de veces la muletilla “verdá” y “you know” te hablará de Cristo salvador, redentor y milagroso que a punta de tablazos y baños de agua helada le sacó al demonio en el Arac. El evangelio es siempre el mismo: una historia de pandillas y prisiones en Los Ángeles, deportación, crimen, vicio, brazos gangrenados, hepatitis, hiv y al final, Cristo, el de los evangélicos, el de los pastores chicanos que levantan sus iglesias en cerros imposibles. El evangelio del tecato es una perorata monocorte, una profecía apocalíptica diluida en el narco corrido que suena en el estéreo del camión, una letanía del apestado repetida hasta el infinito en la cacofonía fronteriza.
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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
viernes, 23 de abril de 2010
El evangelio de los tecatos
Le dicen chiva o tecata y la mezclan con negras aguas de charcos y polvo de ladrillo. Intuyen que algo en esa sustancia queda de lo que pudo ser un opiáceo, un artificial paraíso a la Baudelaire o Thomas de Quincey, universos bucólicos yacientes en una jeringa pisoteada. Ni siquiera se si se le puede llamar heroína, pero el hecho es que acá en Tijuana está por todos lados. La chiva es una droga de frontera y de fronterizos. El prototípico heroinómano de las calles de Tijuana suele ser un migrante deportado o un expresidiario. El crystal es, al menos en sus inicios, una droga de gente activa: empleados de Oxxo y gasolinera, choferes de calafia, mangueras pretenciosos, amas de casa y reporteros de pasquín que puede uno encontrar en los más improbables sitios de esta urbe. La heroína en cambio define su fauna y ecosistema con morbosa precisión. Por supuesto, no son todos los que están ni están todos los que son, pero la chiva ha establecido su capital en el canal encementado del Río Tijuana y la zona de la Línea Internacional. Para los recién llegados a la ciudad, la imagen, irremediablemente, repugna e impacta. Tipos demacrados yacientes en un camellón con una jeringa oxidada enterrada en un mar de llagas que alguna vez fue brazo tatuado. Puedes verlos cruzar como zombies por la Avenida Internacional y si sueles transitar por esa vialidad, puedo apostarte doble contra sencillo a que al menos diez veces has estado a punto de atropellar a uno, si es que no lo has hecho ya. Cuando cruzas a píe los puentes del Río Tijuana, los verás echados en el canal, emergiendo de los túneles entre lama y basura. Si son aún funcionales, se dedicarán a dar cristalazos o cometer pequeños hurtos que les aseguren lo necesario para conseguir la siguiente cura. Cuando la aguja oxidada no tiene más vena que picar y llega a las arterias, entonces los verás mutilados en los cruceros, con sus muletas o sus sillas de ruedas tratando de asegurar la limosna que se traduzca en la próxima dosis.
Como si fuera un designio divino o una fatalidad irrenunciable, llega en la vida de todo tecato un momento en el que cambian la heroína por una droga igualmente nociva: Cristo. Sí, las iglesias evangélicas se nutren de heroinómanos. En algunos casos, Cristo suplanta a la heroína, lo que en términos reales significa sustituir un opiáceo por otro. El Mesías se materializa en una suerte de metadona. Sin embargo, sospecho que en la mayoría de los casos no hay sustitución sino mezcla. Juntos, Cristo y la heroína producen la droga perfecta , el opio maximizado. Sube a un camión en Tijuana de la Calle Tercera a la Línea y tienes un 95% de probabilidades de escuchar el evangelio de un tecato. Con su acento pocho y repitiendo un millón de veces la muletilla “verdá” y “you know” te hablará de Cristo salvador, redentor y milagroso que a punta de tablazos y baños de agua helada le sacó al demonio en el Arac. El evangelio es siempre el mismo: una historia de pandillas y prisiones en Los Ángeles, deportación, crimen, vicio, brazos gangrenados, hepatitis, hiv y al final, Cristo, el de los evangélicos, el de los pastores chicanos que levantan sus iglesias en cerros imposibles. El evangelio del tecato es una perorata monocorte, una profecía apocalíptica diluida en el narco corrido que suena en el estéreo del camión, una letanía del apestado repetida hasta el infinito en la cacofonía fronteriza.
Como si fuera un designio divino o una fatalidad irrenunciable, llega en la vida de todo tecato un momento en el que cambian la heroína por una droga igualmente nociva: Cristo. Sí, las iglesias evangélicas se nutren de heroinómanos. En algunos casos, Cristo suplanta a la heroína, lo que en términos reales significa sustituir un opiáceo por otro. El Mesías se materializa en una suerte de metadona. Sin embargo, sospecho que en la mayoría de los casos no hay sustitución sino mezcla. Juntos, Cristo y la heroína producen la droga perfecta , el opio maximizado. Sube a un camión en Tijuana de la Calle Tercera a la Línea y tienes un 95% de probabilidades de escuchar el evangelio de un tecato. Con su acento pocho y repitiendo un millón de veces la muletilla “verdá” y “you know” te hablará de Cristo salvador, redentor y milagroso que a punta de tablazos y baños de agua helada le sacó al demonio en el Arac. El evangelio es siempre el mismo: una historia de pandillas y prisiones en Los Ángeles, deportación, crimen, vicio, brazos gangrenados, hepatitis, hiv y al final, Cristo, el de los evangélicos, el de los pastores chicanos que levantan sus iglesias en cerros imposibles. El evangelio del tecato es una perorata monocorte, una profecía apocalíptica diluida en el narco corrido que suena en el estéreo del camión, una letanía del apestado repetida hasta el infinito en la cacofonía fronteriza.
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Daniel,
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
8 comentarios:
y yo me quejo del predicador de la plaza del centro de aguas... xD
¿Que son choferes de calafia y mangueras pretenciosos?
Dicen por ahí que andas de lamegüevos del PAN en Tijuana. De Carlos Torres, candidato a Pdte Municipal específicamente.
¿Es cierto esto?
Pero, hay que mantener el status regio en TJ, ¿no?
las imagenes que describen son tan reales...
me gusta mucho leerte por que me haces recordar y extrañar mi vida en tijuana.
buen post.
Wow xD
choferes de calafía: Choferes de transporte público.
Mangueras pretenciosos: Jovenes y ultimamente no tan jovenes que sueñan con ser narcos.
Muy buen post. Has descrito perfectamente la desgracia de esa gente.
Anónimo dijo...
Muy buen post. Has descrito perfectamente la desgracia de esa gente.
26 de abril de 2010 05:04
-sera la desgracia de esta ciudad-.
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