Los lugares a los que no debi asomarme

Tengo una lista titulada "lugares a los que me asomé y que impidieron que me convirtiera en un 'ser excelente' como Miguel Angel Cornejo".

Voy a mencionar dos items de esa lista.

1. Mi abuela paterna era gargantuesca. Yo creía que debajo de su falda debía haber algún prodigio mecánico, pues no me explicaba que un par de piernas bastaran como medio de locomoción de una mujer tan masiva.

Un día mis papás me dejaron al cuidado de mi abuela. Cansada de hacer de nana de un mocoso execrable se sentó en un sillón y se quedó dormida. Pensé que esa era una buena oportunidad para averiguar de qué estaba hecha mi abuela de la cintura para abajo y le levanté la falda que parecía carpa de circo.

No hallé un prodigio mecánico o, de perdida, a dos enanos con superfuerza que la cargaran de un lado para otro. En vez de eso, encontré que la abuela tenía piernas elefantiásicas.

Y que no usaba calzones.

2. Pocos días después de que contemplé el orificio por el que llegó al mundo mi padre, amanecí con hambre. Fuí a la cocina, examiné el contenido del refrigerador y descubrí que la comida que había a mi alcance requería de preparación que ni sabía, ni estaba yo dispuesto a hacer.

Busqué a mi mamá para que cumpliera con sus tarea de darme de desayunar. Me asomé a su cuarto y la encontré, en pelotas, en su cama y debajo de mi papá.

Después del escándalo que armé pues supuse que mi papá estaba estrangulando a mi mamá, comprendí a una edad relativamente temprana la grandísima verdad que se encierra en esta canción.

pd. Creo que a la lista de "lugares a los que me asomé..." etcétera, debería yo cambiarle el nombre a "lugares comunes" en aras de la brevedad.