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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
martes, 10 de marzo de 2009
Miedo a los niños
-Puta madre.
La chingadera se pintó de azul. Después de orinar todo el suelo tratando de atinarle al palito de plástico para que se llenara bien de pipí; después de los sesenta segundos durante los cuales se dedicó a contar los azulejos rotos del piso; después de revisarse la panza para ver si se veía algo diferente y de abrocharse las agujetas de los tenis por enésima vez, volteó a ver el resultado.
-No mames. No mames, no mames, no mames.
Ni siquiera tenía idea de cómo se lo iba a decir. Uta, pero de veras que qué pendeja: si ya sabía en qué semana estaban, si ya sabía que ese güey se venía durísimo y que aparte nunca la sacaba a tiempo; si ya sabía que las cosas jodidas siempre le pasaban a ella… chale, me cae que qué pendeja, repitió. Sacó el celular y le tomó una foto al palito lleno de meados azules antes de tirarlo a la basura.
*****
-Ya te he dicho que no quiero que juegues con los niños, me da miedo que te pase algo.
Otra vez, carajo. Qué ganas de molestar las de su madre, y qué maldito el miedo que le tenía a los niños. Qué ganas de tenerla siempre jugando con niñitas pendejas vistiendo y desvistiendo Barbies de imitación, cuando lo bueno estaba del otro lado del patio: los niños jugando policías y ladrones, o coleadas. Así sí estaba chido.
Se acordaba particularmente de uno de ellos: Beto, le decían el chocorrol. El Beto era siempre el de hasta adelante cuando jugaban coleadas en patines; y cuando la dejaban jugar a ella, siempre la mandaban hasta atrás y acababa embarrada en el suelo. Entonces el Beto venía y con el pretexto de ver si se había roto algo, le tocaba las piernas. Y ella empezaba a entender el miedo de su mamá, pero porque sentía bien rico.
Muchos niños más llegarían; muchos rozones de piernas y pues también de lo demás, y el miedo empezó a desaparecer. Hasta ahora.
*****
-Güey no mames.
-Eso mismo dije yo. Lo hice dos veces, las dos veces salió azul.
-¿Y qué vamos a hacer?
-Pues ya habíamos dicho, ¿no?
-Pues sí.
-¿Y qué te late que sea?
-¿Y de qué sirve pensar en eso ahorita?
-Pues no sé, pero desde que empezaste a sospechar a mí me late como que es niño.
-Un niño. Uta. Un niño; me cae que qué pinche miedo.
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chilangelina,
Miedo a los niños
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Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
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NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
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Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
18 comentarios:
Buen Post, muy entretenido.
Chocorrol es muy buen apodo.
A mí si me dio miedo, ¿la historia continúa?
Yo prefiero decir "miados"
O "palito meado"
Ya no se.
Sencillo y muy bueno.
No mamar... me cae que valió la pena venir a rentar una PC al cyber no'más por ese relato.
El Belo, gracias!
Sivoli, es buenísimo. Deberíamos de hacer una semana de apodos, saldrían buenas historias.
Enrico, supongo que sí.
Danito, es que "miados" no está reconocido por la Real Academia Española.
Kuruni, gracias!
Controlzape, gracias maestro!
Dib, fiu! No vaya a ser que al rato con el pretexto de que estuvo chafa me quieras cobrar la renta.
Chido.
Ja... yo tambien soy Beto, y tambien en algun momento me han dihco chocorrol...
que cagado...
¿Te cae? Bueno, en lo que son peras o son manzanas, deja de tocarle las piernas a las niñas.
Muy, muy bueno... ¿Miedo a los niños? jojojo
jueeeeeeeeeeeeeeeee!
Como? Un chocorrol!
Muy buen relato =D!!
y su mayor miedo fue azul, caray,... me toca una de esas y me desmayo
Los niños son capaces de asustar hasta al más valiente. Yo les huyo aunque el instinto materno a veces me fustigue.
Muy buen relato. Saludos!
Geniales estampas mentales. Retratas ese miedo primigenio del calenturiento promedio que le sacatea a las responsabilidades y a todo a lo que haya que darle de tragar por el resto de tu vida.
Muy bueno.
Uta. un niño jajaja evocando recuerdos...
Muy bien je!
Saludos señorita
enke
Lo cual resulta en que ser trata de ansias de uno mismo, como cualquier miedo. Muy bueno
qué miedo!! y es que cuando te involucras en ese tipo de asuntos, no tienes más que temer!!
Ya es 31? y todavía noooo??
Ayyy... qué ansia!!
Buen post!
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