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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
lunes, 9 de marzo de 2009
Nuevo Horizonte: Domingo 8
Yo nunca pensé en tener niños. Me sentía muy bien así, yendo a trabajar, haciéndome de mis centavos y yendo a donde se me pegaba la gana. ¿Bailes?... si, a muchos, con mis amigas, mi hermana Chío y a veces sola. En esos bailes es que conocí al papá de Heriberto. Siete años hace que llegó a mi vida este chiquito.
El tipo nunca volvió pero yo me enamoré de la sensación de abrazar ese cuerpecito chiquito, delicado, carne de mi carne y con mi sonrisa, mi manera de andar… y por eso es que cuando Betito apenas tenía dos años, me aventé a tener la parejita. Y así fue.
Itzel nació más güerita, más parecida a su papá, quien era grandote y chapeado. Pero ni siquiera el pelito chino de Itzel, ni su cara, copia de la de su papá, hizo que él quisiera quedarse tampoco.
Ya con dos niños es más difícil salir a cualquier parte, ni siquiera a trabajar tanto, pero me las iba ingeniando, nunca tuvimos dinero de más, pero tampoco permití que mis niños anduvieran miserables por la vida. ¡Ellos tienen a su madre!
Hace cuatro años, mucha gente fundó la colonia “Nuevo Horizonte”, robamos de entrada los terrenos, luego llegó Invisur y nos sacó dinero, pero nunca tuvimos servicios. Acaso la barranca de “las calaveras” para traer el agua. Pero teníamos ya nuestra casita. Nuestra y de nadie más.
Si, de acuerdo, era una casita muy sencilla, pero ahí empezó Itzel a caminar y a jugar con Betito, a darme todas esas alegrías que ahora me están comiendo el corazón. Así, señor, pasó que me embaracé de Fátima hace tres años… si, llevan los tres mis apellidos: Aquino Cabrera, si.
No importa que no tengan padre, yo le agradezco mucho a Santa Gertrudis que me haya dado a mis angelitos… siempre.
Pero el sábado, ya mis chiquitos tenían harto sueño. Yo me cambié… sí, yo trabajo lavando puestos en el mercado Baltazar Leyva… como siempre, los dejé dormiditos. Todavía me regresé a ver que estuvieran sequecitos, bien arropados, los besé, señor, los besé como los besaba todos los días… y dicen que fue una veladora, dicen que es porque mi casa es muy pobre y que la costera y la lámina de cartón no dejó hacer nada, dicen que se vio el incendio desde la colonia 10 de Abril, que queda en el cerro de enfrente. Pero nadie hizo ya nada.
A las doce los enterramos. Ahora ya sé porqué me fui llorando la noche de anoche… algo adentro me decía que ya no iba a volverlos a ver… y ahora, me quiero morir yo, señor. No voy a poder vivir sin mis chiquitos… no quiero vivir sin ellos.
El tipo nunca volvió pero yo me enamoré de la sensación de abrazar ese cuerpecito chiquito, delicado, carne de mi carne y con mi sonrisa, mi manera de andar… y por eso es que cuando Betito apenas tenía dos años, me aventé a tener la parejita. Y así fue.
Itzel nació más güerita, más parecida a su papá, quien era grandote y chapeado. Pero ni siquiera el pelito chino de Itzel, ni su cara, copia de la de su papá, hizo que él quisiera quedarse tampoco.
Ya con dos niños es más difícil salir a cualquier parte, ni siquiera a trabajar tanto, pero me las iba ingeniando, nunca tuvimos dinero de más, pero tampoco permití que mis niños anduvieran miserables por la vida. ¡Ellos tienen a su madre!
Hace cuatro años, mucha gente fundó la colonia “Nuevo Horizonte”, robamos de entrada los terrenos, luego llegó Invisur y nos sacó dinero, pero nunca tuvimos servicios. Acaso la barranca de “las calaveras” para traer el agua. Pero teníamos ya nuestra casita. Nuestra y de nadie más.
Si, de acuerdo, era una casita muy sencilla, pero ahí empezó Itzel a caminar y a jugar con Betito, a darme todas esas alegrías que ahora me están comiendo el corazón. Así, señor, pasó que me embaracé de Fátima hace tres años… si, llevan los tres mis apellidos: Aquino Cabrera, si.
No importa que no tengan padre, yo le agradezco mucho a Santa Gertrudis que me haya dado a mis angelitos… siempre.
Pero el sábado, ya mis chiquitos tenían harto sueño. Yo me cambié… sí, yo trabajo lavando puestos en el mercado Baltazar Leyva… como siempre, los dejé dormiditos. Todavía me regresé a ver que estuvieran sequecitos, bien arropados, los besé, señor, los besé como los besaba todos los días… y dicen que fue una veladora, dicen que es porque mi casa es muy pobre y que la costera y la lámina de cartón no dejó hacer nada, dicen que se vio el incendio desde la colonia 10 de Abril, que queda en el cerro de enfrente. Pero nadie hizo ya nada.
A las doce los enterramos. Ahora ya sé porqué me fui llorando la noche de anoche… algo adentro me decía que ya no iba a volverlos a ver… y ahora, me quiero morir yo, señor. No voy a poder vivir sin mis chiquitos… no quiero vivir sin ellos.
Etiquetas:
Julio C324r,
Miedo a los niños
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
18 comentarios:
Chale
Snif
Faltó que una se llamara Toritooooooo
El tema "Miedo a los niños" te inspiró a escribir esto??? Me das miedo...
No mames, neta que es cierto que es a lo que mas se le teme cuando se involucran niños.... a perderlos. Creo que escribiste lo que te vino a la mente al ver el tema y me agrado, te fellicito.
...justo pensaba en el Torito.
Este post parece una nota extraida del Alarma o La Prensa.
Vida culera.
Sólo le faltó la música de Rubén Blades.
Basada en hechos reales.
Y si, neta que eso se me vino a la mente, pinche horror de despertar sin ellos, sabiéndolo.
Me cae de madre que me muero.
Así es... yo creo que el mayor terror que te pueden dar los niños reside en su fragilidad, en que puedas lastimarlos sin intención de hacerlo. Y si eres padre o madre, en perderlos.
Antes de ser padre de familia, mi temor hacia los niños era que me dijeran la verdad, esa verdad que, a veces cuando crecemos, hacemos de lado o simplemente ignoramos.
Buen enfoque Julio.
Enhorabuena.
(T_T) pa que se fue si sabia que no los iba a ver otra vez
No mamar, en verdad que me solto unas lagrimas, muy buen escrito, te hace pensar.
Esta del pitooo
Vientos a todos los del Recoletivo por la labor creativa. Y si, de la vida Real, ver nota en sección: Estados de La Jornada.
Chia. Pura lágrima con este tema, me cae.
De verdad que eres un CULERO cuando te lo propones, pinche mara ojete
Hey me agradó. Es común leer "Notas Rojas" pero capturar y llevarlo todo a un plano de emociones es otro boleto!!!
Felicidades, muy conmovedor
un niño...
ta rebueno este texto
No chingues que trauma psicológico ha de estar cargando cada vez ve a una ñora darle besos a sus peques...
Au... me dolió... como mamá que soy, eso duele en lugares que no enseñan en anatomía física.
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