miércoles, 27 de mayo de 2009

Falso despertar.



Casi siempre comienza en la cocina. A veces en la terraza y pocas ocasiones en el jardín, a mitad de una reunión. Ella está ahí, siempre está ahí. Al principio siento la misma sorpresa, la misma emoción, la angustia y la felicidad contenida. A veces me acerco a ella y cuando me ve, me abraza y me besa como si fuera lo más normal del mundo. Yo actúo de la misma manera; la beso alegremente y le pregunto cualquier cosa. La respuesta no me interesa, sé lo que va a decir –porque es lo que yo deseo que diga-, lo único que quiero es ver sus ojos iluminarse al hablarme. Ver su rostro llenarse de vida, llenarse del reflejo de mi vida, de la vida que le he dado.

Otras veces me mira de lejos y me ignora. Hago lo mismo, torturándome pero saboreando lo que vendrá, sabiendo que dentro de unos momentos me acercare a ella, pondré mis manos sobre su rostro y diré: “Te extrañé”. Sólo eso.

Pero siempre, sea cual sea el contexto, el sentimiento es el mismo: pena. Mí pena, la suya. El dolor de lo que se perdió. No importa cuanto lo desee y cuantas veces lo reviva, siempre el final es el mismo; siempre llega un momento, mientras la abrazo, en que no puedo más, en que no quiero más. Es entonces cuando despierto, cuando decido despertar. Odio ese momento, el momento del falso despertar porque, por unos instantes, por una eternidad, aún puedo sentirla, sentir su amor sobreimpuesto a la realidad, una realidad en la que no tiene lugar.

A las personas les gusta pensar que los peores sueños son las pesadillas, los mundos oníricos horribles, atemorizantes. Es un error; existe un tipo de sueño aún peor: el sueño lúcido, el sueño en donde sabes que estas soñando, cuando estas consciente que todo es producto de tu imaginación; sueños en donde puedes controlar a voluntad lo que sucede. Para mi es la peor forma de soñar, porque pudiendo cumplir alguna fantasía, algún deseo básico, cedo a algo que conscientemente he bloqueado y sacado de mi vida; me dedico a soñar un sueño perdido.

Ninguna pesadilla se compara a la tristeza de un sueño roto, sobre todo si uno decide romperlo una y otra vez.


21 comentarios:

Chanfle II dijo...

Pus sí.

Chilangelina dijo...

Híjole, qué pinche triste.

Anónimo dijo...

aferrarse no vale verga...


no mamen! apoco el salaverga ya dio las nalgas ?

KillMeAtHalo dijo...

Love your succubus.

ChicoAsteroide dijo...

Juraria que al principio hablabas de una Cerveza.

Iris dijo...

such is life..... q triste y q cierto

Unknown dijo...

Te odio, me hiciste llorar...

BitterNatch
Miembro de los extintos A.A.A.

Anónimo dijo...

Bastante triste la sensación de despertar y saber que solo fue un sueño, mal pedo porque inconscientemente no dejamos ir a esa persona =(

Bamby dijo...

Mil veces soñé lo mismo con alguien que rompió mis sueños.

Nebulosa dijo...

"soñar un sueño perdido"... es increíble como una frase encierra tanta desesperanza.

Romina Power dijo...

Las últimas líneas, qué tristes...

Ouch.

Anónimo dijo...

Nunca pensé encontrar una forma tan precisa para definir lo que siento, cada vez que tengo esos sueños...
Volvió a mi la desesperanza.

Anónimo dijo...

Estoy casi seguro que a pesar de todo, encima que estas convencido que no regresará y que el final feliz se ha estropeado para siempre… aun lo sigues anhelando. Y si no es así ¿Por qué carajo te sigues mortificando? Tú, quien aprendió que a cada paso se debe volver un poco mas sínico.

Alther Ego dijo...

Creo que en todo el año que he leido tus escritos (contando inclusive las lecturas de post anteriores) este es el mejor.
Ademas de la identificacion que llegue a sentir en tu ultimo parrafo la preclaridad en las ideas, me encanta el humor negro que haces en tu blog, pero cuando asumes este roll, es muy bueno

Kyuuketsuki dijo...

Yo he llegado a tener ese tipo de sueño lúcido. Muy frecuentemente. Y si: cuando regresas a la realidad, deseas nunca haber soñado de esa forma.

Anónimo dijo...

*Sigh*

LaMaga dijo...

... mejor no te pongo nada ;)

Anónimo dijo...

megusto la neta...

Chilangelina dijo...

Regresé a leerlo otra vez. Es bien bonito y me llega un montón.
Ya sé por qué me gusta tanto leerte: eres de las pocas personas que usa punto y coma al escribir.

Uvé dijo...

Se de que hablas. Ensoñar es una pérdidade tiempo, un paliativo a la no satisfacción

Anónimo dijo...

solaris

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