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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
viernes, 16 de octubre de 2009
Los que sobreviven
Todo el que me conoce y todo el que se entera quién soy termina por preguntarme qué memoria guardo de aquel día. No puedo evitar la decepción de mis entrevistadores cuando respondo que el único recuerdo que tengo es la Cabbage Patch que mi papá me regaló cuando íbamos en el carro, camino al restaurante. La muñeca era morena, de ojos cafés, cabello castaño muy, muy rizado y las clásicas enormes mejillas rosadas; su etiqueta de nacimiento decía que se llamaba Joy Killian. Cuando abrí el regalo lo único que pude pensar fue que Joy - había decidido ignorar el Killian - no tenía el vestido rosa, los ojos azul cielo y el cabello rubio de Mackenzie Ruth, la cabbage de Sara, mi amiga del colegio.
Mi padre me preguntó si me había gustado la muñeca y sin siquiera esperar a que respondiera su pregunta - sus años como presidente lo habían acostumbrado a recibir una sola respuesta que, sobra decir, jamás era negativa - me dijo que fuera buena niña, me sentara a su lado callada y jugara con Joy hasta el final de la comida. Recuerdo pensar que Sara se burlaría de mi muñeca, de su overol con flores, sus enormes rizos y su nariz tan ancha. Y eso es todo. No guardo algo más en mi memoria sobre aquel histórico día.
Hay quienes dicen que es una lástima, pues soy la única sobreviviente que estuvo aquella reunión. Hay quienes incluso se molestan con mis recuerdos infantiles y vanos; consideran que es un desperdicio para la Historia que yo esté hablando de muñecas y riñas con compañeras del colegio. Olvidan que sólo era una niña y que - a diferencia de los demás en aquella mesa - no tenía idea alguna de lo que se estaba negociando entre carpaccio y botellas de tequila. Además, si recordara algo no desearía compartirlo, no veo razón para hacerlo: todos sabemos lo que sucedió aquel día, todos imaginamos cómo se negoció y pactó la venta del país y todos estamos conscientes de lo que pasó después de eso. ¿Especificar qué platillo ordenó cada uno de los comensales haría la diferencia?
Otra pregunta que me formulan constantemente - ya cuando creen haber ganado más confianza de mi parte - es si guardo o no rencor a mi padre por haber vendido nuestro país, nuestro México. Inmediatamente respondo que no, que si a alguien resiento es a quienes lo mataron y nunca dudo en agregar que ellos y yo nunca compartimos un país. Mi México no era para nada parecido a su México, la única similitud que compartían nuestros países era el territorio, y quizás ni eso. Había rincones de la nación que yo jamás conocí y a los que jamás me habría sido permitido dirigirme; imagino que ellos también se movían en fronteras diferentes, en realidades muy distintas.
Mi México no cambió mucho después de la venta. Mi papá dejó de ser presidente de un día a otro y pasó a ser un subordinado más... A las pocas semanas, a manos de un par de idealistas inconformes, mi padre fue asesinado. Esos fueron realmente los único cambios que experimenté. Por lo demás, mi estilo de vida no varió en mucho: una mudanza a otra ciudad, más seguridad a mi alrededor, más clases en inglés dentro de mi colegio de monjas... Por lo demás, mi México seguía siendo igual, no lo extraño pues realmente nunca lo perdí.
En cuanto al otro México, ese que se describe en los libros de historia actuales y aquel más idealizado que se pinta en los panfletos separatistas que cada día circulan menos, no veo porqué alguien lo extrañaría. ¿Para qué querría alguien volver a ese país? ¿Es por aquello que llaman orgullo nacional? ¿Y de qué sirve llamarse mexicano si no tienes qué comer? ¿Si tu país vivía sitiado por la pobreza, el caos, el hambre, el crimen y la corrupción podrías gritar con orgullo "¡Viva México!"?
A veces, quienes están más preparados, me responden que es mucho más que una cuestión de nacionalismo, que es un asunto de soberanía, autodeterminación e independencia; que al haber vendido el país mi padre deshonró la lucha de todos aquellos que hace 220 - ó 120 - años lucharon para que este país fuese independiente y para que sus habitantes decidieran cómo gobernarlo. No puedo evitar reírme ante tal planteamiento. Mi madre era la mujer más cercana al último presidente de la nación, la que lo escuchaba casi todas las noches desde su almohada; nadie mejor que ella podría contar la frustración de mi padre al darse cuenta que el país de ensueño que muchos se han construido no se podía gobernar. México nunca fue soberano, jamás tuvo la capacidad - o quizás la voluntad - de tomar sus propias decisiones, siempre se sometió a los deseos de alguien más: algún vecino más poderoso, algún empresario multimillonario, algún narcotraficante con más armas que el ejército. La autodeterminación en aquel país siempre fue una broma de muy mal gusto.
Y no. Por supuesto que no apoyo las revueltas separatistas que mis auto-proclamados compatriotas arman buscando una nueva independencia. Rechazo esas supuestas amenazas de guerra organizadas por los antiguos empresarios corruptos, militares sin funciones y líderes del crimen organizado que ya no pueden operar en este nuevo país como desean y vuelven a poner el discurso nacionalista al servicio de sus propósitos, como hace 220 - ó 120 - años. Tampoco respaldo a las ignorantes clases bajas que obedecen a sus nuevos caudillos creyendo, otra vez, que los criollos y los indígenas luchan por la misma causa. Y no me enorgullecería llamarme mexicana de nuevo, simplemente porque no me enorgullece pertenecer a un país de pobres, a un país de ilegales, a un país de eternas promesas, esperanzas y desilusiones. No me interesa ser parte de una nación de fracasos.
Eventualmente todo el que me conoce y todo el que se entera de quién soy termina por ofenderse y escandalizarse con mis declaraciones. Eventualmente todos dejan de preguntarme sobre mi padre, sobre mi país, sobre aquel día y sobre estos días. Eventualmente todos se marchan, seguramente a decir a sus conocidos que María Calderón es una traidora, igual que su padre.
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Beto,
Se Vende País
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A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
19 comentarios:
estuvo mas o menos el post, casi no me dormi.
Salsas loco.
estuvo genial el post XD, espero k se incluya en la lista de cuentos XD
Manolo
Bueno, muy bueno, todos somos consientes, pero ha nadie se nos acciona el gatillo. hasta que estamos con la mierda a 5 arriba del cuello
excelentttts!!!
Excelente, Beto. Te la prolongaste.
que buen final hasta me hizo llorar
Y ojalá hubieras puesto que la Cabagge pasó a gobernar a la Nación Bajacaliforniana Libre y Autónoma. A su padre sin duda le pagaron con cheque de rebote. DSB
Comparto la opinión de tu María Calderón: de nada sirve el orgullo mexicano o el patriotismo si vives en una nación que no te da de comer.
Mejor que nos absorba EUA y con ello, todas las niñas podrían pronunciar correctamente el nombre de sus Kabage Patch.
Chido.
me gustó mucho! ya extrañaba los posts como este. ha habido varios buenos, pero la verdad es que van tres semanas de temas que están para aventar al baño y bajarle, y tu no caiste en lo obvio (como por ejemplo, en ese asco de tema que fue anónimo, lo obvio era hablar de los anónimos en los blogs y tú también variaste). muy bien!
PS. una disculpa si el que pone los temas eres tú y te pareció ofensivo mi comentario, no sé quién sea, pero quiero hablar con sinceridad. Los últimos tres temas han estado de fastidio. El de aniversario se entiende porque hay que festejar, pero habría que regresar a la normalidad antes de sacar más temas como estos. van tres semanas en las que en general considero que recolectivo ha estado algo aburrido.
Felicidades Beto, cada día soy mas fan! :)
Muy buen post. El mejor (y eso que soy Kabeza-fanz) puesto que nos haces ver algo en lo que no hemos reparado... ¿será que en realidad a los de allá les fue mejor?
Yo creo que sí.
Gracias por compartir las letras ;)
que mamon
Pues sí.
Por mas que estudie, no hay trabajos o estoy sobrecapacitado.
Sueldos de risa para pagar servicios cobrados como de primer mundo.
Ahorrar imposible, pues hay solo lo suficiente para sobrevivir.
Y llegar a la vejez es de lo más triste en el país. IMSS con desabasto y pensiones de hambre.
Me gusta el texto en general, aunque... mmm.. no estoy segura de que el apellido Calderón tenga la fuerza necesaria para un escenario así. Se necesitaría una personalidad más "SalinasdeGortaricezca".
Por lo demás, el elemento de sorpresa al final, bien manejado; al menos para mí logró el efecto desado.
Saluditos.
te la mamaste
¡Casate conmigo!
oh...
me siento entre extranjera (qué raro) y en un cuento de bryce pero mexicano
algo raro
besos
ps. en gachupilandia les llamamos muñecas repollo. y siempre quise una y nunca tuve
No mames, me tardé muchísimo en leer esta belleza.. Pinche TEC que me quita el tiempo y no me deja leerte.. WOW te amé aún más jajaja ;)
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