miércoles, 21 de octubre de 2009

Luz.



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Me cansé de mirar al techo y me levanté del camastro. Por la ventanilla entra una luz rojiza que inunda mi pequeño habitáculo. Doy tres pasos hacia la pared contraria y miro por la otra ventanilla. A lo lejos, después de un interminable paisaje yermo, sobre el curvado horizonte se levanta otro pequeño astro, iluminando de color naranja las arrasadas tierras. Aunque no puedo verlo, se que un tercer sol se encuentra justo sobre mi cabeza, brillando con un frío resplandor azulado.

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Hace dos días que no duermo. Mi cuerpo se niega a conciliar el sueño con toda esta luz presente. Siempre, en cualquier momento, hay uno, dos o los tres soles iluminando este lugar. La mezcla de la luz convierte este paisaje desolado en el lienzo de una proyección infernal. El caleidoscopio y la falta de sueño están volviéndome loco lentamente.

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He intentado conciliar el sueño una y otra vez, a todas horas, pero es inútil. Aunque cubra las ventanillas de la capsula, sé que el incesante resplandor sigue allá afuera. Me he checado por completo y físicamente estoy bien, el problema está sólo en mi cabeza. Nunca he podido dormir durante el día. Ayer utilicé el único sedante que tenía, pero sólo agravó las alucinaciones que me producen esas malditas luces.

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Hoy utilicé la cámara de hibernación. No funcionó; esas maquinas están diseñadas para que uno no sueñe, de otra manera, durante largos viajes, el cerebro, sin la posibilidad de despertar de una pesadilla, enloquece. Las pocas horas que programé como prueba no sirvieron de nada, sólo salí de ahí con dolores musculares.

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He pensado regular el traje presurizado para que no recicle todo el dióxido de carbono al usarlo; esto me desmayaría, pero no tendría modo de normalizar el oxigeno de nuevo. No sé que hacer, Las alucinaciones son más frecuentes. Estoy agotado, pero no puedo dormir. A lo lejos la planicie parece bañada de sangre.

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He estado haciendo cálculos con el ordenador central y las posibilidades de rescate son nulas. Tengo alimento y oxigeno para dos meses, pero eso no tiene importancia si no consigo dormir. Sólo tengo una esperanza: según los cálculos que ha hecho la computadora con las orbitas de los soles, dentro de dos días, durante unas cuantas horas, los tres astros estarán bajo el horizonte, dándome una noche. Después, volverán a brillar durante más tiempo del que me atrevo siquiera a pensar.

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No puedo más, hace un par de horas tuve un ataque de pánico y por poco me quemo las corneas con un esterilizador ultravioleta. Pude controlarme a tiempo, pero sé que la próxima vez no será así. Solamente falta un día para el anochecer, un día más.

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Llevo horas enfundado en el traje, parado afuera de la capsula. Frente a mí, los dos únicos soles en el firmamento bajan lentamente hacia el horizonte lanzando llamaradas naranjas y rojizas. El inmenso desierto arde en un fuego solar, agonizando mientras poco a poco una tonalidad púrpura llena el horizonte a mis espaldas. No sé si el infierno que veo ante mí es una ilusión óptica o el producto de mi mente agotada que se sostiene precariamente sobre un abismo de locura. Tengo sueño, mucho sueño. Después de una eternidad, los soles mueren con un último grito luminoso. Una fracción de segundo después, la noche me envuelve. Me siento pesadamente sobre la arena, mis parpados se cierran. Un segundo antes de quedarme dormido, ajusto el mando del regulador del oxigeno. Este será mi último sueño, el más hermoso de todos. Presiono un botón. Duermo.


20 comentarios:

Anónimo dijo...

La neta, no me gusta mucho cuando escribes tus cuentos Luis, pero tus anecdotas siempre me entretienen, saludos.

Meta-Luis dijo...

El cuento anterior, dejo mucho que desear... no sé, simplemente esperaba más (no mucho, pero si más) que eso.

Pero este, con ese toque fatídico y sin esperanza, logró convencerme.

Eo dijo...

me gusto imaginar el escenario en el que se encontraba, tres soles creando un paisaje psicodelico que te vuelve loco por no dormir

Anónimo dijo...

en estos momentos alejo carpentier a de estar gritando como pendejo y desgarrandose las ropas por las calles despues de leer esto

Alan dijo...

Alejo Carpentier es la estrella de recolectivo.

Anónimo dijo...

Por eso a los pinches locos no los dejan ir al espacio

«danito» dijo...

le hace falta una crudita de "esas" y duermes a cualquier hora =D

Alejo Carpentier dijo...

Contrario a lo que tus anónimos suponen, no me estoy desgarrando mis honorables vestiduras ni mucho menos la toga y birrete que siempre me pongo cuando voy a comentar en Recolectivo.

Lo que si, es que si bien hay una traslación casi atinada del sentimiento de soledad y desesperanza al ritmo narrativo, la descripción insuficiente deteriora muchísimo las imagenes, y llegan a quedar incomodamente cegadas por la presencia continua de esos tres soles que, al parecer, impidieron al narrador avocarse en dar más y mejores detalles.

Sin duda hay una simplificación del padecimiento del personaje, que no le resta sufrimiento, pero genera una sensación irrebatible de "insatisfacción lectora".

Vaya, por no decir más, el narrador atinó a medias en unas cosas a costa de otras.

Como sea, el texto es adecuado para la sazón iletrada y neófita de muchos de los comentaristas que abundan - y regentan - en Recolectivo.

Saludos.

Luis dijo...

No entendí nada :(

Nebulosa dijo...

o sea que no le gustó o que si le gustó?

Hellerox dijo...

Que estuvo bien para aqui pero que le falto?

Anónimo dijo...

luis padilla es bien puto, le encanta que le metan la verga

Alejo Carpentier dijo...

Me encantan las vergas gordas y calientes.

Payachito rocambolitas (a.k.a. "Alejo Carpentier) dijo...

Lo que quise decir fue que...¿qué quise decir? Bueno, la idea era esa. Quedó muy claro ¿a poco no?

Unknown dijo...

Me gustó el ambiente y la ficción de tu escrito, mezclado con frases profundas.

Alejo Carpentier dijo...

Pos si no entienderon chinguen a su puta madre bola de inculturosos pendejos.

Daniel dijo...

Quiero una cámara de Hibernación. Bienvenida la ciencia ficción. Se te da naturalita.

Anónimo dijo...

Éjele, Luis es puto.

Anónimo dijo...

No pretendas ser escritor solo por haber leido un monton de basura, en serio, para eso se estudia.

D2 dijo...

Para el ultimo anonimo: No, para ser escritor no se estudia. Creeme.

Para Luis: La traduccion de lo que Alejo "El resucitado" Carpentier dijo es que abusaste de elementos como los tres soles, y aunque logres crear empatia con el lector (o sea, que si transmites la emocion de tu personaje), las imagenes que haces no estan del todo completas como para hacer de esa empatia algo sublime.

A mi tambien me gusto a medias, me dio un poco de flojera terminarlo pero mi politica de terminar todo lo que comienzo es irrevocable. En mis palabras, y respaldando a don Carpi (ojo: esto no significa que me simpatice), antes traducido, se me hizo un texto inconsistente. Nomas no hay tension narrativa.

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