lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Para dónde dices?



Durante toda mi etapa escolar, siempre fui una estudiante modelo. De esas niñas que caen mal porque siempre buscan sacarse dieces y lo hacen con facilidad. Las maestras me adoraban, algunos compañeros me envidiaban. Pero independientemente de la opinión que tuvieran, nadie lo podía poner en duda: soy una persona inteligente.

Pues bien, creo que es el momento de revelar un obscuro secreto. Hay un sector de mi cerebro que se encuentra dañado y que me impide saber cuál es la derecha y cuál la izquierda. Intentando ocultar mi retraso, me río y minimizo la situación, asegurándole al descubridor que soy ambidiestra. Por supuesto no lo soy. Como tampoco soy religiosa, el intentar persignarme no sirve de mucho.

Muy poca gente se ha dado cuenta de mi tara mental, ya que me las he ingeniado para que sea menos notorio. Frases como “sigue por donde va el coche rojo” o “mejor agárrame las dos tetas” me han permitido salir triunfal al momento de tener que dar instrucciones. Sin embargo, ante la pregunta directa de “¿Derecha o izquierda?” me congelo, titubeo, pienso un momento cuál lado es, expreso mi respuesta y segundos después la pongo en duda. Lo peor que puede pasar es que después corrija, ¿Cierto? No en la última vez.

El gimnasio al que asisto con regularidad tiene valet parking. Aquel triste día salí recién bañada y cambiada, con mi ropa interior sucia guardada en una bolsa de Soriana. A lo lejos se veía mi coche estacionado junto a otro de la misma marca y color: Almera Plata. El escuincle del valet me preguntó cual coche era. “El de la derecha” contesté con prisa, puesto que iba tarde para una junta.

Por supuesto, era el de la izquierda y 10 minutos después me di cuenta que no era mi coche. Enojada, regresé al gimnasio y le reclamé al escuincle acomoda-coches quien asustado, me entregó mi auto. Me olvidé del asunto todo el día, hasta que en la noche recordé la ropa interior sucia: se había quedado en el otro Almera.

Aunque me llené de vergüenza, decidí olvidarme del asunto. Antes muerta que aceptar que me apendejé y confundí mi auto. Total, que tiren la tanga y el bra de entrenamiento. Pero no resultó así de sencillo. Tres días después y a la salida del gimnasio un señor me esperaba en mi coche. Con un tono calmo y amable me explicó que había hecho una pequeña investigación con la que se enteró de la “pequeña” confusión de coches y me pedía de favor que le explicara a su muy celosa esposa lo ocurrido, puesto que aquella no le creía.

"¿En realidad es alguien tan idiota para no saber cuál es su coche? Imposible"

Accedí a su petición. Al final, no debiera ser tan difícil de explicar. Culparía a la prisa, al acomoda-coches o a la luna. Eso sí, nunca aceptaría mi dislexia ubicacional. Cada quien en su auto, nos dirigimos a su casa. La celosa mujer nos miró con sospechosismo y después de analizar ambos coches se dio cuenta que efectivamente, podría haber habido una confusión por parte de todos los involucrados.

Ya en la sala y más tranquila, la señora me invitó a sentar, en lo que su sirvienta me traía la ropa interior olvidada. Agradecí el gesto y nos pusimos a hablar del clima, los baches en la calle o algún tema de esos sin sentido. Cuando recibí mis calzones pedí permiso para utilizar el baño.

“En el pasillo, al fondo a la derecha” me dijo la hacía unos minutos, infeliz mujer. Todo el camino fui reflexionando cuál era la derecha, hasta que no me cupo la menor duda. Abrí la puerta y me encontré al señor de la casa con todo el pene de fuera y meando.

Apurada, salí de ahí. En mal momento se me ocurrió saber cuál era la derecha.

16 comentarios:

Alther Ego dijo...

Jajajajaja

Buenisimo el post... “mejor agárrame las dos tetas” se lleva todas las palmas!!

Siempre siempre un deleite leerte

Luis Sánchez dijo...

Jajajajaja, ya somos 2 dislexicos. Sin contar los perdidones que se pone uno al seguir instrucciones del copiloto en un lugar desconocido.

Ya hasta me es regular la frase: era para la otra derecha.

Anónimo dijo...

hahahahaha!!!

Magistral!

Saludos!

W

Esteban Alberto dijo...

Como mejoraste en este post, lo lei rapidito y sin trabas, con un buen ritmo. Se ve que le hiciste caso a Alejo "EL PAJARO" Carpintero.

La Rosy dijo...

Alther Ego: gracias!

Squall Leonhart: yo aplico el de "de tu lado, de mi lado" al ser copiloto. Claro que esto pone en evidencia mi lelez. (claro que a mi no me da pena, ja)

W: Gracias!

Esteban: Pues la neta el detalle que le hizo a mi otro texto estuvo chido. Aunque algunas mañas nunca me las quitará...

Gracias a los que comentan y a los que leen.

MarillTachiquin dijo...

Ey! Yo tambien me confundo muchisimo con la izquiera y derecha!! Creo que es algo que tenemos las personas que podemos imaginar los numeros como colores, las situaciones con colores, etc. Tiene un nombre, pero se me olvido jeje, te lo debo.

Yo lo que hago es cuando me van diciendo direcciones cuando manejo, pido que me digan despacio y fuerte: DEEEEREEEEECHAAAAAAAAH! y asi puedo procesarlo mucho mejor. Igual cuando me dicen donde queda algo, me voy pensando todo el camino "derecha, deereechaa.. La otra mano, con la que no escribo" y aveces tengo un poco levantada la mano correspondiente para guiarme (funciona el 95% de las veces).

Pero la peor esque siempre tengo que quedarme un rato un poco mas arriba de lo normal viendo si el ba;o de mujeres SI es de mujeres. Veo que realmente tenga la faldita la mona y aveces leo en voz baja "muujerees".

Es tan frustrante, pero le busco lo divertido, en especial al ver la cara de mis conocidos cuando les pido que me digan las direcciones leeeeentameeeente =P

Unknown dijo...

Me pasa algo parecido. Cuando doy direcciones, siempre digo 'ash! para alla!' y levanto la mano izquierda o derecha.

Anónimo dijo...

Fenomenal!!!!

Anónimo dijo...

ahora resulta que a todo el mundo le pasa lo mismo.

Si la señora celosa se entera de que le andas viendo el pene a su esposo, no hubieras salido tan bien librada de la situacion.

Chido.

Daniel dijo...

La realidad es que yo uso reloj no tanto para saber la hora como para tener ubicada exactamente dónde está mi mano izquierda. Buenísimo el relato. DSB

Anónimo dijo...

Holaa.. haha me rei mucho con este post jaja por que yo nunca se cual zapato va en que pie.. y si dar vuelta a la derecha o a la otra derecha jaja!!!

PurpleK dijo...

ok, en cuanto a ubicaciones se trata, estoy perdida,
pero creo conocer cuando es vuelta a la derecha...

es en serio que te pasa eso? Qué difícil!

Blas E dijo...

mmm... es algo común a los zurdos... buen trabajo!

La Rosy dijo...

Muchas gracias por todos los comentarios. Quien me conoce, sabe que si me pasa, claro que exageré "levemente". (además que no me da pena admitirlo)

Son 3 historias que conozco, solo las junté y deformé.

Pero a cualquiera le puede pasar, ¿Cierto? :)

Saludos!

La Diabla dijo...

jajajaja
muy bueno he!!!
pero como tu dices.."a cualquiera le puede pasar"....y ademas...muy aplicable la de "hagarrame las dos" iuu jajajaja

payomocion dijo...

ejejejeje... yo no pude evitar acordarme de toy story, cuando el dinosaurio estupido dice "la otra derecha"!

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