lunes, 21 de diciembre de 2009

La cerca



Cuando ladraron los perros nos dimos cuenta que algo andaba mal. Los ladridos a mitad de la noche eran una mala señal.

Abrimos los ojos y un minuto después se escuchó la descarga, el grito ahogado y el golpe seco de un cuerpo cayendo sobre el piso. Un escalofrío me recorrió la espalda; no dijimos nada, nos paramos de la cama y nos vestimos, yo temblaba y supe que él también tenía miedo aunque habíamos hablado de esto muchas veces. Siempre supimos que llegaría este momento.

Él tomó la mochila que teníamos preparada, con la cobija y la bolsa de cal, en una mano y la pala y el pico en la otra. Cargué el rifle y me lo eché en la espalda, nunca me gustó cargarlo pero ahora se sentía más pesado que nunca, como un lastre. No quería salir de la habitación, sabía que al volver yo no sería la misma y tal vez nunca más volvería a dormir.

Tenía que preguntarle, la idea me estaba volviendo loca y necesitaba escucharle decir que todo estaría bien, pero no fue así:

-¿Qué pasa si hay más allá afuera, si sólo uno trepó pero hay más esperando a que salgamos?
- Por eso llevamos el rifle- me contestó.

Podía sentir su miedo, el plan era muy estricto y lo debíamos seguir al pie de la letra: él saldría, revisaría el cuerpo y cavaría la tumba mientras yo me quedaría adentro, activaría la cerca nuevamente y montaría una guardia hasta que terminara de cavar y enterrar al hombre.

Hacía cinco años que no salíamos, que la cerca no se abría, pero lo peor estaba por venir. Lo sabíamos pero era mejor no decirlo.

No podía dejar de temblar y mientras caminaba podía sentir el rifle rebotando suavemente contra mi cuerpo, de pronto me detuvo antes de salir y me dijo casi suplicando:

-Tienes que calmarte, no puedes cavar la fosa tú, este es el plan y debemos seguirlo.

Asentí y me forcé a dejar de temblar. Salimos, estaba amaneciendo y el cielo comenzaba a clarear. Los perros nos siguieron en silencio pero unos metros antes de llegar al lugar donde el cuerpo había caído, se les erizó el pelo, aullaron y retrocedieron.

-Es la muerte -dije- ellos sí la ven.
-Nosotros también -me dijo.

Ahí estaba. Tenía los ojos abiertos y era joven, más que nosotros. Un hilito de sangre salía de su talón derecho; el zapato había volado varios metros.

Él cubrió el cuerpo con la cobija después de revisar que estuviera muerto, lo envolvió cuidadosamente y comenzó a cavar. No habíamos llevado agua y después de una hora mis labios estaban secos, sentía cómo se agrietaban producto del frío y de la sed.

Ninguno decía nada y mientras él cavaba, yo apuntaba a todo y a nada con el rifle. Estaba aterrorizada, temía que hubiera más y que estuvieran esperando un descuido, si así fuera la orden era disparar. Nunca le había disparado a nada que no fueran latas o botellas, aunque mi puntería era muy buena después de tanto practicar a la fuerza, él me hacía practicar noche y día, incluso bajo la lluvia...

-Esto nos puede salvar la vida -me repetía siempre y, bajo esa premisa, lo obedecía.

No sé cuánto tiempo estuvo cavando y yo apuntando, pero ya no sentía frío, mi cuerpo estaba cubierto de sudor y gruesas gotas corrían por mi cara y cuello. De pronto, todo se puso negro...

Abrí los ojos lentamente, dolorosamente. Pude ver la palangana con agua y algunas toallas junto a él; lo vi sentado, tenía los pantalones sucios y los ojos rojos de no dormir, sus botas llenas de lodo y el rifle sobre la mesa.

-¿Que me pasó? -pregunté.
-Te desmayaste y después tuviste fiebre por 3 días.
-¿Lo enterraste?
-Sí.
-Lo siento -le dije.

Nos abrazamos y mientras el llanto nublaba mi vista, me susurró al oído:

-Pensé que cavaría mi propia tumba.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelso! Clap, clap ... eres toda una revelación, ya puedo morir en paz.

Chilangelina dijo...

Bravo. Bienvenida al congal.

Anónimo dijo...

Así o más lugares comunes, sólo a la pendeja de la chilangelosa le pueden gustar

El Contador Ilustrado dijo...

Dulce

mariposa dijo...

bien.. me encantó la redacción

La Rosy dijo...

No entendí bien donde estaban o de que se escapaban, pero al final no me importo mucho.

Bienvenida puesn! ya nomas falta que pagues tu cuota. cof cof

anibal7 dijo...

a mi me perece que o estaban en medio de un apocalipsis zombie o en medio de una zona de guerra, me gusto mucho

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