.
Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
jueves, 28 de enero de 2010
¿Tons qué? ¿Le entras, o no le entras?
Después de mi cumpleaños número treinta, mi vida se hallaba instalada en el lado negativo de las excepciones. Los conos de helado con fondo frágil, las llaves que se rompen al dar vuelta a la cerradura y los cabellos en la sopa eran para mi cosa de todos los días.
Con las mujeres mi situación era todavía más patética. Pasaba por una etapa en la que la mayoría de mis citas se cancelaban 5 minutos antes de la hora pactada, y las pocas que concretaba discurrían entre el aburrimiento y las etiquetas que barajeaba mi pareja para colocar sobre mi frente. Según el tono de mi conversación, los calificativos podían pasar de petulante, mamón y lanzado a inseguro, fracasado y antisocial en cuestión de segundos.
Me guste o no (y generalmente no me gusta) hay momentos en mi vida en que me siento un verdadero "perdedor". Esa cruel definición con la que la gente que se cree triunfadora se refiere a tipos que como yo, carecen de un trabajo estable, de un auto que acredite su solvencia y una pareja acorde a sus necesidades afectivas.
Trataba de sofocar mi amargue existencial trotando por las noches en una pista atlética del Bosque de Chapultepec. Sin más compañía que mis frustraciones y mis veinte mil razones para odiar al mundo, corría sin reparar en los otros deportistas, pasando al lado de ellos hasta que el cansancio se imponía a cualquier frustración albergada en mi cabeza.
Pero todos tenemos una última oportunidad de cambiar nuestras miserias si aprovechamos las esporádicas oportunidades que se nos presentan como catafixias de la vida real, en las que, de golpe, podemos ganarlo todo.
Una noche, esa oportunidad se me acercó después de trotar un par de kilómetros, contoneando su curvilinea figura mientras estiraba los músculos de sus redondas piernas.
-¡Hola! Oye... ¿eres Memo?
- Este... no, no soy.
-¡Ay! ¡Perdón! Pero bueno, me llamo Natalia. ¿Sabes? Me dijeron que a este parque viene un chavo que me podía entrenar para una carrera de 10k, y me lo describieron idéntico a ti y como no suelo entrenar en este lugar, pues pensé que tu eras...
-Uy, pues no. No soy.
-Bueno, perdón por la molestia.
Oye, si sabes de alguien le podrías pasar mi mail, es que... ¡me urge que alguien me ayude a entrenar!
- Es que no traigo pluma, y... y... ya me tengo que ir.
¿Acaso hay algo peor que ser un "loser"? Pues claro, en muchos sentidos es peor ser un cobarde.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
14 comentarios:
La petulancia te la concedo. Y no soy mujer y si lo fuera no saldría contigo. Tu texto la rezuma. Y no es difícil dilucidarlo:
La entrada, caray. ¿Mi vida se hallaba instalada en el lado negativo de las excepciones? Si lo tuyo fuera la libre asociación, diría que eres voz bretoniana, y sin embargo, pretendes la formalidad lírica y el intercambio estructurado de las imagenes. En ese párrafo hay un galimatías insalvable. ¿Cuál es su necesidad si, además, prosigues utilizando tres horrorosos clissés? Como son el el helado en cono frágil, las llaves rotas y los cabellos en la sopa. De esta triada cursi, apenas las llaves son una alegoría bonachona. Las otras tres revelan patetismo malogrado. Yo - escribiría tu colega El Huevo - respeto.
Lo que sigue es un trastocadero de adjetivos lanzados como happenin narrativo. En realidad el texto plantea un patetismo sofisticado, el del incomprendido, el de la soledad vapuleada, y apenas queda como sketch televisivo para algún canal cultural diluido en agua.
Yo no entiendo, de verdad, cual es el ímpetu de practicar voces de pedante enclenque y petulante. El personaje de la narración, en el mejor de los casos, asemeja a un woody allen región cuatro. Pero con las pretenciones de posar como James Joyce.
Todo eso, en Recolectivo.
Por cierto. Ya leí el libro. Y si este es el autor de la intentona cortazariana de jazz, creo que tenemos para rato...
Saludos.
Que fuerte lo que dice alli arriba jajaja
Pero a mi, me gusto, por que me recuerda a muchassss personas que andan deambulando a mi alrededor jajaja personas que estan jodidas y cuando les pasa algo bueno ni siquiera son capacez de reconocerlo jojojo
saludos!
jajaja! te iba a decir "bienvenido" pero creo que me ganaron.
El patetismo esta muy bien logrado, el cambio de identidad, imposible para el personaje.
Saludos!
Considero que cuando se trata de un proceso de edición profesional, la corrección es necesaria para pulir tu estilo bajo un enfoque determinado. Pero cuando se trata de una aportación como ésta en la que llanamente reflejas tu punto de vista, dudo que la "estética literaria" sea cuestión vital. En fin, creo que puedes sentirte halagado por inspirar un análisis tan detallado de tu escrito. Por cierto, el martes en la presentación del libro no pude expresar mi admiración por cierto rasgo facial tuyo, supuse que lo has escuchado tanto...
predecible final.
Oiga, no. Eso si que no. Análisis detallado. Lo que escribí arriba fue cuestión de algunos minutos. Probablemente algunos menos que los utilizados por el autor.
Y dejen de justificarse diciendo que el formato amerita menos. Es la excusa más vieja de los sin talento. Abajo, por ejemplo, Luis logró un texto divertido, dinámico, con un buen personaje, y decir que el formato merece poca cosa sería como decir que Luis, si escribe algo "serio y formal", será el próximo Rulfo o Ibarguengoitia.
O los de más abajo: Manuel o Chilangelina. Por favor, es cuestión de asumirlo. Nada tiene de malo reconocer que cuando alguien es malo, lo es y ya. Jejeje.
Saludos, de nuevo. Y Rox, deja de ser tan condescendiente. Tu cuento en el libro de Recolectivo es la cosa más horrorosa que he leido - impreso - en mucho tiempo. Lo tuyo son las relaciones públicas, nada más. Deja la literatura a otros.
No entiendo. Si sabe el pendejete de carpentier que no hay mas que mediocridad aquí (según el), ¿porque se toma la molestia de leer el blog? compra un libro y no estés chingando la madre con tus opiniones de critico frustrado, que según se, nadie te pidió.
¡PETULANTE!
oye... yo me llamo memo y entreno ahi en el sope... k creo es a dnd ibas... xk no le aceptaste el mail???
jajaja bueno... sera cuando tengas 60
AAhhh seguro qeu no eres virgen... no te creas al menos no dijiste que la chava era fea o x... lo bueno de los errores es qua aprendemos de ellos quieres mi e-mail y mi telefono?? jejeje
Pues creo que ya te dieron la bienvenida.
Pues a mí me simpatizó. Está bien tu entrada a Recolectivo, y la de Pillo pasa, porque aunque tiene continuos accesos de pretención, entretiene, se ve que le echa ganas y va por buen camino. La que estaban mejor sin ella es la tal Andreinski.
A mí me pareció entretenido. No sé si porque me sentí identificado empáticamente, pero güeno... Parece que muchos aquí no han entendido el concepto acuñado hace casi cuarenta años de "literatura light".
alejo carpentier eres un pendejo !!! jajaja.... eres de esos idiotas que entre gente sin talento te sientes muy chingon... pero me gustaria verte al lado de un gran escritor y seguro cagarias para adentro...
madura pendejo !
A mí me pareció un buen relato.. triste átmosfera pero ... común... eso le da un buen toque.
YoSabina
Publicar un comentario