jueves, 28 de enero de 2010

¿Tons qué? ¿Le entras, o no le entras?


Después de mi cumpleaños número treinta, mi vida se hallaba instalada en el lado negativo de las excepciones. Los conos de helado con fondo frágil, las llaves que se rompen al dar vuelta a la cerradura y los cabellos en la sopa eran para mi cosa de todos los días.

Con las mujeres mi situación era todavía más patética. Pasaba por una etapa en la que la mayoría de mis citas se cancelaban 5 minutos antes de la hora pactada, y las pocas que concretaba discurrían entre el aburrimiento y las etiquetas que barajeaba mi pareja para colocar sobre mi frente. Según el tono de mi conversación, los calificativos podían pasar de petulante, mamón y lanzado a inseguro, fracasado y antisocial en cuestión de segundos.

Me guste o no (y generalmente no me gusta) hay momentos en mi vida en que me siento un verdadero "perdedor". Esa cruel definición con la que la gente que se cree triunfadora se refiere a tipos que como yo, carecen de un trabajo estable, de un auto que acredite su solvencia y una pareja acorde a sus necesidades afectivas.

Trataba de sofocar mi amargue existencial trotando por las noches en una pista atlética del Bosque de Chapultepec. Sin más compañía que mis frustraciones y mis veinte mil razones para odiar al mundo, corría sin reparar en los otros deportistas, pasando al lado de ellos hasta que el cansancio se imponía a cualquier frustración albergada en mi cabeza.

Pero todos tenemos una última oportunidad de cambiar nuestras miserias si aprovechamos las esporádicas oportunidades que se nos presentan como catafixias de la vida real, en las que, de golpe, podemos ganarlo todo.

Una noche, esa oportunidad se me acercó después de trotar un par de kilómetros, contoneando su curvilinea figura mientras estiraba los músculos de sus redondas piernas.

-¡Hola! Oye... ¿eres Memo?

- Este... no, no soy.

-¡Ay! ¡Perdón! Pero bueno, me llamo Natalia. ¿Sabes? Me dijeron que a este parque viene un chavo que me podía entrenar para una carrera de 10k, y me lo describieron idéntico a ti y como no suelo entrenar en este lugar, pues pensé que tu eras...

-Uy, pues no. No soy.

-Bueno, perdón por la molestia.
Oye, si sabes de alguien le podrías pasar mi mail, es que... ¡me urge que alguien me ayude a entrenar!

- Es que no traigo pluma, y... y... ya me tengo que ir.

¿Acaso hay algo peor que ser un "loser"? Pues claro, en muchos sentidos es peor ser un cobarde.

14 comentarios:

Alejo Carpentier dijo...

La petulancia te la concedo. Y no soy mujer y si lo fuera no saldría contigo. Tu texto la rezuma. Y no es difícil dilucidarlo:

La entrada, caray. ¿Mi vida se hallaba instalada en el lado negativo de las excepciones? Si lo tuyo fuera la libre asociación, diría que eres voz bretoniana, y sin embargo, pretendes la formalidad lírica y el intercambio estructurado de las imagenes. En ese párrafo hay un galimatías insalvable. ¿Cuál es su necesidad si, además, prosigues utilizando tres horrorosos clissés? Como son el el helado en cono frágil, las llaves rotas y los cabellos en la sopa. De esta triada cursi, apenas las llaves son una alegoría bonachona. Las otras tres revelan patetismo malogrado. Yo - escribiría tu colega El Huevo - respeto.

Lo que sigue es un trastocadero de adjetivos lanzados como happenin narrativo. En realidad el texto plantea un patetismo sofisticado, el del incomprendido, el de la soledad vapuleada, y apenas queda como sketch televisivo para algún canal cultural diluido en agua.

Yo no entiendo, de verdad, cual es el ímpetu de practicar voces de pedante enclenque y petulante. El personaje de la narración, en el mejor de los casos, asemeja a un woody allen región cuatro. Pero con las pretenciones de posar como James Joyce.

Todo eso, en Recolectivo.

Por cierto. Ya leí el libro. Y si este es el autor de la intentona cortazariana de jazz, creo que tenemos para rato...

Saludos.

La Diabla dijo...

Que fuerte lo que dice alli arriba jajaja

Pero a mi, me gusto, por que me recuerda a muchassss personas que andan deambulando a mi alrededor jajaja personas que estan jodidas y cuando les pasa algo bueno ni siquiera son capacez de reconocerlo jojojo

saludos!

La Rosy dijo...

jajaja! te iba a decir "bienvenido" pero creo que me ganaron.

El patetismo esta muy bien logrado, el cambio de identidad, imposible para el personaje.

Saludos!

Aenea dijo...

Considero que cuando se trata de un proceso de edición profesional, la corrección es necesaria para pulir tu estilo bajo un enfoque determinado. Pero cuando se trata de una aportación como ésta en la que llanamente reflejas tu punto de vista, dudo que la "estética literaria" sea cuestión vital. En fin, creo que puedes sentirte halagado por inspirar un análisis tan detallado de tu escrito. Por cierto, el martes en la presentación del libro no pude expresar mi admiración por cierto rasgo facial tuyo, supuse que lo has escuchado tanto...

Tania G. Balleza Tahuil dijo...

predecible final.

Alejo Carpentier dijo...

Oiga, no. Eso si que no. Análisis detallado. Lo que escribí arriba fue cuestión de algunos minutos. Probablemente algunos menos que los utilizados por el autor.

Y dejen de justificarse diciendo que el formato amerita menos. Es la excusa más vieja de los sin talento. Abajo, por ejemplo, Luis logró un texto divertido, dinámico, con un buen personaje, y decir que el formato merece poca cosa sería como decir que Luis, si escribe algo "serio y formal", será el próximo Rulfo o Ibarguengoitia.

O los de más abajo: Manuel o Chilangelina. Por favor, es cuestión de asumirlo. Nada tiene de malo reconocer que cuando alguien es malo, lo es y ya. Jejeje.

Saludos, de nuevo. Y Rox, deja de ser tan condescendiente. Tu cuento en el libro de Recolectivo es la cosa más horrorosa que he leido - impreso - en mucho tiempo. Lo tuyo son las relaciones públicas, nada más. Deja la literatura a otros.

Anónimo dijo...

No entiendo. Si sabe el pendejete de carpentier que no hay mas que mediocridad aquí (según el), ¿porque se toma la molestia de leer el blog? compra un libro y no estés chingando la madre con tus opiniones de critico frustrado, que según se, nadie te pidió.

¡PETULANTE!

guillermo dijo...

oye... yo me llamo memo y entreno ahi en el sope... k creo es a dnd ibas... xk no le aceptaste el mail???
jajaja bueno... sera cuando tengas 60

Reina del del drama dijo...

AAhhh seguro qeu no eres virgen... no te creas al menos no dijiste que la chava era fea o x... lo bueno de los errores es qua aprendemos de ellos quieres mi e-mail y mi telefono?? jejeje

arboltsef dijo...

Pues creo que ya te dieron la bienvenida.

eeh dijo...

Pues a mí me simpatizó. Está bien tu entrada a Recolectivo, y la de Pillo pasa, porque aunque tiene continuos accesos de pretención, entretiene, se ve que le echa ganas y va por buen camino. La que estaban mejor sin ella es la tal Andreinski.

Danielov dijo...

A mí me pareció entretenido. No sé si porque me sentí identificado empáticamente, pero güeno... Parece que muchos aquí no han entendido el concepto acuñado hace casi cuarenta años de "literatura light".

Anónimo dijo...

alejo carpentier eres un pendejo !!! jajaja.... eres de esos idiotas que entre gente sin talento te sientes muy chingon... pero me gustaria verte al lado de un gran escritor y seguro cagarias para adentro...

madura pendejo !

YoSabina dijo...

A mí me pareció un buen relato.. triste átmosfera pero ... común... eso le da un buen toque.

YoSabina

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