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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
sábado, 13 de febrero de 2010
En tránsito
Un marzo volé a Montreal para tomar un bus a Quebec. No llegué a tiempo del aeropuerto a la estación de autobús, y el último se fue sin mí.
Viéndolo del lado amargo, no hay peor cosa que dormir en una estación o en un aeropuerto. No hay nada abierto, más que máquinas de papitas. No hay nada que te haga extrañar más la comida de tu casa que comer papitas extranjeras en la madrugada. El tiempo se detiene, y te haces más alerta viendo tantos extraños, intentando divinar sus intenciones, y es imposible conciliar el sueño aunque se pudiera dormir en esas sillas baratas pegadas con descansabrazo entre cada asiento.
El taxista que me llevó del aeropuerto a la estación estimó que menos del veinticinco por ciento de los residentes de Montreal hablan inglés, pero entre mi miserable francés y gestos, pude mendigar un cigarro de un hombre que discutía impacientemente por teléfono, lo cual después supe que es una ofensa increíble puesto que en ese entonces costaban por lo menos el cuádruple que en México.
Viéndolo del lado agridulce, la soledad y el aislamiento puede ser sumamente agradable. Desde el momento en el que te conviertes en un número al pisar un puerto, y fluyes entre los mares de extraños- las diferentes caras y gestos, solemnes y desconectados. Pasas multitudes y vidas enteras al ir del lado contrario en un escalador, y al intentar leer los ojos de diferentes tintes, no hay nada. Y se van, quedando una fresca imagen en tu cerebro de sus caras, su ropa, sus olores, para luego desvanecerse y reclicarse en tus neuronas.
Estos son los momentos donde te llega un sentimiento de emoción que a veces no se puede contener y se escapa en una estúpida sonrisa. Donde tú decides quién ser, donde puedes reinventarte, fingir que eres un cojo, o un retrasado mental. Donde por un momento nadie sabe tu nombre, y nadie sepa en qué parte del mundo estás exactamente.
"Está en tránsito", murmullan algunos en su interior, al acordarse de ti.
Me percaté de mi estúpida sonrisa, al tiempo que vi una rubia algo sucia, con Crocs y curitas en todos los dedos. Escribía en su diario, ocasionalmente viendo el reloj. Maté algo de tiempo jugando en mi laptop, al tiempo que me la veía e intentaba descifrar qué clase de persona era la viajera. Su cabello maltratado, envuelto en una cola, al igual que su calzado, me hablaron de una mujer que intentaba pasar desapercibida, pero que a la vez moría por que alguien se interesara en ella, preguntándole por qué todos sus dedos estaban heridos.
Pasé horas entretenido, viéndola como se levantaba para estirarse, escribía un poco e intentaba dormirse, sin suerte. Iba y venía al baño pero no estaba tomando agua. Yo sé que sintió mi presencia, puesto que siempre volvía a una silla lo suficientemente cerca de mi para estar en el rango de mi vista, y de reojo vi su cabeza virar hacia mi cuando compró comida chatarra de la triste máquina.
Antes del amanecer, anunciaron la llegada del autobús a Quebec. Para ese entonces llegaron otros viajeros, la mayoría en condiciones frescas, quienes se mantenían al margen de nosotros los desvalagados.
Con mi mochila, ocupé dos asientos estratégicamente, y la rubia hizo lo mismo, algunos asientos enfrente. Al llenarse el bus, un hombre gordo se sentó a su lado, pero ella se quitó, y para mi gran sorpresa, se vino a sentar conmigo.
Afortunadamente hablaba inglés y entablamos una conversación natural, casual- y curiosamente tuvimos mucha química. Ella venía viajando desde algún pueblo de British Columbia, y tenía una semana sin parar, todo para ver a su hermana quien acababa de tener su primer hija. Éramos de la misma edad, y fue algo muy cómodo para los dos encontrarnos. Hice caso omiso de sus dedos, pero sí le pregunté qué tanto escribía en su diario. Unas cosas del doctor, me dijo. Así lo dejé, y cuando ella me preguntó por mi laptop, le dije que estaba escribiendo un libro. La hice reir unas cuantas veces.
No pude dejar de pensar en lo que ella estaba escribiendo. ¿Cosas del doctor? No se veía embarazada, ¿habría abortado? ¿Tenía una enfermedad terminal, y era éste su último viaje? La forma en la cual abruptamente evadió contestarle una simple pregunta a un extraño que nunca iba a volver a ver, despertó una curiosidad incontrolable en mí.
Lamentablemente insistí mucho en leer su diario, y me dijo simplemente que no tenía por qué decirme y se quedó callada, fulminando nuestro ritmo de conversación. Me quedé viendo un tiempo por la ventana intentando ignorarla, y me quedé dormido. Unas cuántas paradas antes de la mía, ella se bajó y se despidió, dándome su email en un papelito.
Llegando a Quebec, corrí ocho metros de la estación a un taxi en medio de una tormenta de nieve, y casi muero. Tras darle direcciones, esta vez en quebrado francés, me recargué en la ventana viendo la nieve.
Perdí el papelito con su email, y no recuerdo su nombre. El libro que escribía nunca lo terminé.
Pero todo sigue en orden, como debe de ser. Porque cuando pisas un puerto eres un número, y cuando llegas a tu destino, eres otra persona. El tránsito entre ellos nomás lo conoces tú, y para el caso, jamás existió.
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A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
15 comentarios:
A veces, yo también trato de pasar desapercibida, y estoy en algún lugar esperando que alguien se dije en mí. Que me quiera por ser yo. Que desee más que mi cuerpo.
No sé quién he sido y aún no puedo saber quién seré.
YoSabina
Impresionante.
Ella es uno de esos desconocidos que marcan momentos de nuestras vidas.
Al final, fue bueno que hubieses perdido el autobús.
Yo creo que se moria de ganas de contarte lo que escribia en su diario, solo que se estaba haciendo del rogar.
por el modo en que la describiste.. para mi que tenia schizophrenia. que pedo con las curitas en los dedos? escribia en su diario sus emociones para luego entregarselas a su psicologo.
se acordara de ti? ;)
que hueva
Maestro (es como decirte pendejo acá en México), Estás perdiendo el toque...,a quíen quieres agradar o quedar bien ?, 'mames...
De tantas veces que he perdido el toque me dan ganas de tatuármelo para que ya no dejarlo por todas partes, o de perdida colgarlo en un llaverito
El comentario y opinion aqui mostrado es mi responsabilidad: chinga tu madre salaverga por no quitarle el librito y ver que chingados decia.
Las replicas a mi opinion son responsabilidad de cada autor y/o lector, asi que tranquilos vatos!
El de arriba es PUTO
Pinche salaverga, no sabía que también escribías "en serio" por así decirlo, pero que chingón. Ahora en lugar de leer tu blog de pendejadas voy a tener que leer este también jaja. Igual que con el blog del Falso Profeta.
Tampoco sabía que eras de Hermosora Sonillo.
cierto muy cierto. que bonito, que libertad en ese inter.
me gustó mucho el último párrafo.
YoSabina dijo...
... y estoy en algún lugar esperando que alguien se dije en mí.
dije o fije?
Que me quiera por ser yo. Que desee más que mi cuerpo.
Ayayay has de estar muy buena hijaputa.
No sé quién he sido y aún no puedo saber quién seré.
Vuelvo a decirlo, pinche vieja mamona y pretenciosa.
Jajaja pinche raza que deja comentarios en serio... no sean así, pongan puras mamadas, para eso es esto =)
P.D. La vieja tenía curitas en los dedos porque estaba aprendiendo a surcir pero no tenía dedal ;(
P.D.2. El we que puso Hermosora Sonillo se llama Gus Barraza y estudia medicina en renombrada escuela y le gusta salaverga jajaja
P.D.3. Salaverga no mames! Mi nuevo jefe se parece un vergo a ti caricaturizado! Lo vi, y el bato así: haz de cuenta que se escapó de uno de tus cartoons. Pinche sensación cagante de no poderte orinar en su cara de la risa.
Ya sube el del sábado ):
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