sábado, 8 de noviembre de 2008

La bestia



Desde el techo de la casa adjunta pegué un par de brincos para ver si podía ver su ventana. A duras penas vi unos diez centímetros del margen y escuché una sirena. Lejana.

Me escupí en las manos y con un brinco cogí la pared de la orilla. Caí hacia atrás en dolor y fragmentitos de vidrio quebrados se enterraban en mis manos determinados y enojados.

Debía haber otra forma de verla.

Mi camisa en tres dobleces fungió de colchón crudo y la coloqué en la orilla. Al brincar los cristales penetraron mi piel pero ejerciendo un esfuerzo sobrehumano y casi partiendo mi lengua en dos aguanté el dolor y lancé mi cuerpo sobre la barda, una larga herida razgada brotando sangre de mi pierna como resultado.

Sin ruido y tapando mi boca me acerqué a su ventana. La luz seguía prendida.

Poco a poco, centímetro por latido de corazón me acerqué con la velocidad de una placa continental, hasta que la orilla de mi ojo logró verla.

Ella peinaba su larga cabellera negra frente al espejo.

Torcí mi cuello y abrí la boca lo más que pude hasta que sentí que mi quijada se dislocaba. Deslicé mi lengua sobre el vidrio frío y casi pude probarla.

Bella, pensé.




La bestia alada se colocó en mis hombros y no pude detenerla. De mi pecho tomé el arma pegada con cinta eléctrica y la arranqué.

No pude despedirme. Susurré que no había otra forma. Le dije entre aliento que la amaba más que cualquier sociedad pudiera entender. Nuestro amor era imposible de detener, grandioso y vasto como un maremoto y ardiente como una tormenta de cenizas.

La vi por última vez con un ojo cerrado, alineando mi cuerpo, y presioné el gatillo

cuatro. Cinco veces hasta que la ventana se desplomó entera, respingando en mi cara y la sangre escurrió sobre mi rostro como las cortinas del acto final.




Estuve con ella en sus últimos momentos. Flotaba como un ángel en mis brazos y su respiración delicada intentaba formar palabras.

Sus ojos enormes buscaban los míos en un pavor fuera de si.

La arrullé contra mi pecho. Le dije que la amaba. Le dije que mundos nacían y morían sin habitar en ellos un amor tan grande como el nuestro. Le prometí nunca mentirle. Le dije que todo iba a estar bien, y dije la verdad.

Hicimos el amor tan fuertemente que la alfombra quemó mis rodillas, pero no me importó.




Las sirenas esta vez las escuché cerca, muy cerca. La puerta retumbaba con voces ajenas y pronto un estruendo de madera me dijo que habían entrado a la casa.

Acaricié su cabello, delicado y negro, y besé su frente con cuidado para no despertarla.

Las paredes vibraban, el cuarto se llenó de humo blanco y los disparos lo penetraban creando espirales.


En un fragmento de espejo en el suelo encontré a la bestia. Su imagen vibraba con cada temblor de las paredes.

La bestia estiró una sonrisa de oreja a oreja.

Estiró una sonrisa hasta el infinito.

15 comentarios:

MinnaSade dijo...

Fascinante, me encanta!


Minna

Anónimo dijo...

im with stupid... up here

c324r dijo...

Orale, que pinche noche tan loca la de hoy.

Guffo Caballero dijo...

"Estiró una sonrisa hasta el infinito"

Chingón final.

jesagu dijo...

Tan escalofriante que no podría tener otro origen.

Clap clap.

crayola dijo...

ay me enamoro!

ah si.. pero valió verga verdad?

Marlenne Magallanes dijo...

Ufff definitivamente de lo mejor que he leído sobre el tópico.

Anónimo dijo...

que carajo, no entendi ¬¬ si si diganme estupido voy a leerlo por segunda vez.

salaverga dijo...

/bow

Anónimo dijo...

nunca me desepcionas

Besos.

+

La Rosy dijo...

yiaks!

me gustaron varias frases, pero no entendí porque valió verga.

Anónimo dijo...

¬¬ dos veces y nada...me cae que si me caí de chiquito...voy por la tercera (eso sí, de que suena chingon suena chingon!!)

Anónimo dijo...

"Rox dijo...
yiaks!

me gustaron varias frases, pero no entendí porque valió verga."
QUE ESTUPIDO COMENTARIO, EN FIN.

Eres grande sala. A veces pienso que de niño te metiste un taladro en cierto sector de tu cerebro que te eliminó ciertos limites para narrar las cosas y te dió una visión slow motion de la vida.

Anónimo dijo...

¡¡¡Iren una verga!! jajaja te emocionaste wey

Anónimo dijo...

chiquito pero rinconero dijo...
¬¬ dos veces y nada...me cae que si me caí de chiquito...voy por la tercera (eso sí, de que suena chingon suena chingon!!)

NO LO ENTIENDES PORQUE TE CAÍSTE DE CHIQUITO... ¡Y NO DE CABEZA!¡¡¡JAJAJA!!!... ¡POBRE...! SALUDOS

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