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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
lunes, 9 de febrero de 2009
Dulce coctel
Sus constantes infidelidades me llevaron a ese punto. Ya habían sido 3 años de terapias, llantos, recriminaciones, amenazas y perdones. Cada intento por confiar en él terminaba ante un mensaje de texto a media noche, una mirada lujuriosa para otra o una atención de más. Era mi último recurso, compréndame.
Las primeras noticias que tuve de la vasopresina acontecieron en el comedor del laboratorio. Y yo, a pesar de ser bióloga y buscar químicos agrícolas, comencé a investigar sobre hormonas animales, su secreción y absorción. Ya había tímidos avances en la investigación de esta hormona y sus usos en humanos, pero por razones “eticas” los investigadores no sabían más. Unos infieles todos, si se me permite asegurar. Sus razones “éticas” son, mejor dicho, egoístas.
Esa noche, sabía de dónde él iba a estar y con quien. No, no es necesario ponerles un detective privado. Los hombres son todos unos idiotas y creen que pueden ocultarnos sus aventuritas. Este idiota en específico se cree el dueño del mundo después de coger. Nadie lo baja de su nube y su altanería. También están las palabras nuevas que comienzan a usar. Y como olvidar los innumerables “si ya te había contado”.
Como siempre, esa noche llegó apestando a vagina, el muy descarado. ¿Demasiado fresa para bañarte en esos hoteles de paso donde llevas a tus putitas?. Pero había tomado mis precauciones: El agua estaba helada y no tenía más que bañarse a esas horas indecentes de llegar. Por supuesto, se resfrió.
Y junto con la penicilina le suministré un virus, que lo hizo mas receptivo a esta maravillosa hormona. Por supuesto, proporcionársela no iba a ser tan sencillo, por lo que comencé con la secreción natural: largas y constantes sesiones de sexo fueron la solución. Para asegurar mis ausencias, ponía camisetas con mi olor en su ropa y coche.
Los rápidos resultados me animaron. Llamadas constantes y atenciones que nunca antes había tenido para mí me sorprendieron. Me decía lo feliz que era a mi lado y teníamos sexo de manera mas tierna, pero a la vez, intensa. También comenzaron sus celos. Nunca antes había sido celoso -o de menos demostrado- por lo que me sentía muy halagada.
Él pensaba que en cualquier momento lo podía abandonar -atormentado por su pasado infiel- y decidió entrar al gimnasio. Mi gran oportunidad llegó cuando comenzó a inyectarse hormonas. Por supuesto, mi dotación de vasopresina iba en tan infatuoso cocktel.
Esa noche lo hicimos durante 5 horas, acompañados de palabras de lujuria y amor. De declaraciones y juramentos eternos. A la mañana siguiente, insistió en llevarme a mi trabajo. Me llevó el almuerzo y me recogió al salir. Y esa se convirtió en su rutina. Yo estaba tan feliz que no me dí cuenta que duplicó las calorías de mi dieta, polarizó los vidrios de mi coche y decoloró mis minifaldas y escotes. Ahora sé que también infectó mis cosméticos, lo que me hizo andar con la cara lavada por más de un mes.
Por supuesto, era extremadamente fiel. Pero la factura estaba apunto de llegar.
El modernísimo celular que me regaló traía configurado el Google Latitude, así que ante cualquier desvío de mi ruta, recibía una llamada amenazadora. Y por supuesto, le hacía un reenvío automático del log de mis llamadas y mensajes. Así como emails, ligas de navegación, búsquedas y cualquier traza de mi historial en internet. Yo no sabía nada de eso, la informática y los hackers son muy lejanos para mí.
En ese momento investigaba con un colega la reproducción de algunas bacterias en el maíz. Sin embargo, él dedujo que la reproducción era con mi colega y sin siquiera pedirme una explicación, lo mató.
Sé que lo que hice está fuera de todo marco legal que muy probablemente se me acuse también de asesinato... Sin embargo Señora Juez, ¿No habría tomado usted la oportunidad?
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Celos inusuales,
Rox
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A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
18 comentarios:
No, no me fumé nada. Ya hay experimentos con ratas.
Aquí la inspiración: Hormona de la fidelidad
regresaste, me alegro...... buenisimo tu relato.... ayudas a pedro torres con mujeres asesinas?
jeje, yo pensé que te inspiraste en el documental que se transimitió ayer en el "discoberi"... muy bueno!
Malesimo. Es un poco dispersa la investigadora, hormonas , quimicos agricolas y maíz, de todo sabe. Y el mensito infiel también es muy maquiavelico ¿no?
Ahora resulta que el enamoramiento se puede inducir. Bah! Asi que chiste. snif!
Chido relato Rox!
Hasta donde son capaces de llegar los celos, a mí me dan miedo.
Me gustó el relato felicidades!!!
pulgar arriba
Muy chido, Roux
Buen inicio de semana.
buen relato, buen ritmo. La conclusión de que todos seríamos capaces de hacerlo es interesante y le da un cariz diferente al debate moral sobre la supresión del albedrío.
¿Vasopresina? ¿netaaaaa? jajaja, voy a tener que chutarme el artículo.
Bueno el texto, aunque no le capte la relación con el virus... quedó chido. (y como que me recuerda cosas jajaja).
que suave chido post!! un saludo
Anónimo5: No he visto esa serie, pero gracias!
Itzpapalotl: Me cachastes jajaja
Martxele: Uhmm no te compro la dispersión. Hay gente que sin ser NADA saca investigaciones cabronas. Einstein era bibliotecario cuando formuló su teoría de la relatividad. Hace poco salió una noticia de un Don que anda metido en la genética para curar a su hijo. Igual no hay pex que no te guste, simplemente si creo en la voluntad de la gente para aprender y sacar algo.
Danito: ese tema lo tocare en mi blog muajaja
Sorel: No me han tocado casos tan extremos, le exageré... pero seguro se da.
Rekiem, Guffito: tnx!
RAH: precisamente lo del libre albedrío es un temazo.
Kuruni: HOLA! Sip, en el artículo viene lo del virus
Dandy: Gracias, un saludo tambien
Tóooooooomala! Qué golazo de texto. Había leído sobre la vasopresina antes, pero tú supiste adaptarla perfectamente a un escrito bastante creíble y realista. Muy chido.
¿En serio? Tons está todavía más interesante el asunto. No seas malita y pásalo.
Sobre la dispersión, es que no es común que alguien se dedique a tantas madres, pero si pasa. (yo si he visto montón de ejemplos de la vida real).
tu post me llevo a comentar acerca de los ratones en mi blog y acto seguido hubo una avalancha de comentarios mal pedo..
Muy bueno. Me recordó una película de Polanski donde los celos y la relación enferma son lo que rulea: Bitter Moon.
Felicidades.
Ud. escribe con las patas y narra con la vagina. ¿Sí me sabes? Qué mal.
buen relato rox
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