martes, 3 de marzo de 2009

Ejercicio 23: Lo he olvidado.

Tiene días que no pongo atención a nada excepto a las escuetas notificaciones del outlook. Me encuentro en una suspensión animada en la que todo parece moverse y seguir su curso natural excepto yo; engarzado en un traje barato y una corbata de poliester que me oprime el cuello repito día con día la misma rutina: sentado en mi oficina sin poder deshacerme del infernal grillete que me aturde los oidos, el agudo pitido del conmutador y las repetitivas canciones de espera. Las sonrisas fingidas, y los saludos obligados. Los regaños de mi superior y las burlas de mis colegas. La comida insabora del comedor, y aquel par de irrepimibles tetas de Vero, la N1 de la oficina de a lado. El nauseabundo olor del baño, y la maquina de frituras y golosinas que me ha estafado un par de ocasiones. Prisionero tras el eterno avance del tiempo hasta mi hora de salida. NBC me vendió la absurda vida en la oficina como la de Dunder Mifflin, jocosa y divertida... era pura mierda.

Antes escribia aquí pero en el momento que firme ése contrato abandone mis aspiraciones de trotamundos, mis tennis y mi libertad. Deje de ser dueño de mi vida, de mi tiempo o de mi creatividad; hasta el papel con el que me limpio el culo paso a ser propiedad de la trasnacional automovilística alemana donde ahora trabajo. Como el juguete arrumbado de un niño, lo he olvidado... olvide que existia esta chingadera. Me olvide de ti, y sobretodo olvide cómo era el tirarme un pedo sin que una docena de pendejos lo escuchen o mejor aun, lo huelan.

A chingar a su madre cuando me llega la quincena se me olvida todo.

Das Ende. (Fin)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que ya habian sacado a este joto imbecil?

Anónimo dijo...

Me perdió desde el primer enunciado.

Anónimo dijo...

puto

Anónimo dijo...

No pueden sacarlo pendejo el invento esta mamada.

Anónimo dijo...

Deberias estar en tuiter o algo, la vdd si hace falta leerte.

Liz dijo...

No había logrado expresar tan claramente lo que siento desde que estoy trabajando.
El aftertaste de la quincena...es lo más contradictorio que puedo haber encontrado en toda mi vida.

Anónimo dijo...

Y el aftertaste de los mecos no te gusta?

Iván dijo...

tal vez porque logras capturar casi perfectamentelo que se siente trabajar en un lugar que odias, que este texto no está chido

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