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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
jueves, 2 de julio de 2009
Siempre me han gustado los engreídos.
Tengo un defecto, que a diferencia de todos los demás, no es encantador: soy sumamente inconstante. Vamos, no termino las cosas. Facilmente mando a la chingada proyectos, trabajos, actividades, pasatiempos, relaciones. Como si fueran toallitas magitel.
No me malentiendan, son una persona enfermamente responsable, cuando digo que boto trabajos me refiero a cosas personales, que no afectan a nadie más que a mi misma. Eso está más jodido, ¿a poco no?
Cuando tenía seis años le dije a mi mamá que ya no quería ir al ballet, a los siete fue la danza regional, a los ocho el karate, a los nueve el piano, a los diez la natación, a los doce la guitarra, y así sucesivamente. Todas esas cosas las sé hacer dos-tres, pero ninguna de ellas bien, que al final sería mejor, supongo, saberle por lo menos a una, en lugar de a todas un poco. La especialización es lo de hoy. Dicen.
También tenía una exposición de arte en el patio de mi abue, la idea era tapizar toda la pinche cochera, lo cual obviamente no sucedió. Después coleccionaba pelotitas de esas chiquitas que botan mucho, que se fueron perdiendo y quien sabe que les pasó. Tuve el álbum de los Muppets Babies, le faltaron como tres estampas. Y así podría seguirme eternamente... mmm okey no.
Es más, les confieso algo: No sé andar en bicicleta. Imagínense ustedes. Tooooodo el mundo sabe andar en bici. Yo no. Mi papá me regañaba espantosamente cuando me quiso enseñar, y a mis seis años dije "A la chingada con la pinche bicicleta sin rueditas" Bueno, no lo dije, porque de pequeña no decía maldiciones, pero algún equivalente apropiado para horario infantil debo de haber pensado. El caso es que nunca aprendí, lo cual me importa un pepino en rodajas con chile piquín.
(Sobra decir que no me gusta el pepino. Prefiero la jícama).
Para lo único que siempre fui asquerosamente dedicada fue la escuela, por eso mis padres me perdonaron mis constantes abandonos, mis muestras de mediocridad y apatía ante la vida (los libros también los termino, siempre, pero eso es más bien como manía).
Estoy casi casi convencida que la chingada es un lugar mágico, un limbo a donde se van las cosas o las personas que no me gustan, que no me aportan, que no me emocionan, que me dan igual.
Las relaciones no son la excepción. Puedo mandar directito al demonio una, sin el menor ápice de nostalgia, resignación o tristeza. Al diablo contigo corazón, ya habrá otro que por lo menos sepa jugar conforme a las reglas, y que entienda, que cuando ya estás en esto, no se vale llorar.
Esto obviamente cuando todavía no estoy involucrada sentimentalmente, para lo cual se requiere que número uno baje la guardia, lo cual es casi casi imposible. Contrario a lo que mucha gente a mi alrededor piensa, la cortina que suelen tildar de cinismo no está ahí para evitar que me lastimen (ay dios no, cómo va a suceder eso, si de corazón roto han muerto cristianos), eso es una pendejada, sino para evitar que pierda mi tiempo, y el suyo de paso. A mi edad, no estoy dispuesta a invertir más de lo necesario en una persona, en un corto periodo puedo decidir si tiene o no plática, si es inteligente, si me gusta cómo se ríe, si puedo tolerar que le recorte las orillitas al pan. Mi personalidad está bien definida, abarcando obviamente lo que quiero de alguien, aunado a que conforme pasan los años, estoy menos dispuesta a hacer concesiones.
Hace unas semanas me soltaron una joya de discurso motivacional donde básicamente me cantaron mis futuras cicatrices. Cuando dejó de hablar me cruzó por la mente pararme de la mesa y mandarlo directito a la chingada, sin escalas, comovashijodeputa. Largo de mi vida, vida, antes de que termines maldiciendo los lunares de mi pecho izquierdo, y yo acabe salivando rabia con la simple contemplación de tus pestañas.
Pero no.
Por esta ocasión voy a dejar que me lleve la chingada. Mejor eso a que me lleves tú corazón. Por ahí te he de reencontrar para cobrarte.
Y es que de vez en vez me gusta intoxicarme con el ahorasíyamecargó.
Etiquetas:
la chingada y a la chingada,
LaMaga
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A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
23 comentarios:
Yo también prefieron las jícamas... Ahhh las malditas concesiones! un gran tema.
Me gusto el post :)
Maga,
Se me hace que ya te perdimos!
Mmm... te sorprendería enterarte de la cantidad de personas que NO saben andar en bicicleta...
yo no sé andar en bicicleta...
Tampoco sé andar en bicicleta y mando a la chingada la mitad de las cosas y a más de la mitad de las personas...
Ni modo, qué hacerle...
Pero cuando se trata del corazón, a la que se la leva, generalmente, es a mí...
yo si sé andar en bicicleta y mandar a la chingada a las personas, pero aún no domino el arte de estar de la chingada..........
-Cogemos?
-Hace muuucho que no lo hago
-Vamos nena, eso no se olvida, es como andar en bicicleta!!
-puff!
jajajajaj.. eso no aplica contigo??
jajaja saludancias!!!
Hola MAGA me gusta muchicimo como escribes... soy tu seguidora apenas acabo de entrar a editar mi blog pero tu fuiste una parte de inspiracion....
CHIDO POR TI SIGUE ASI.. SALUDOS.
KOLEGIALA
Maga tu filosofia de vida esta muy fregona, yo si se andar en bici pero me da hueva y yo kreo ke eso de mandar a la chingada lo que ya no sirve es todo un arte que no muchos pueden hacer por miedo al rechazo, los que si podemos seguiremos sobreviviendo!! saludos!!
Pues yo sé andar en motocicleta, ¿cómo ven, pinches viejas?
Padezco del mismo mal, aunque no ha sido por inconstante, soy aprendiz de todo y al igual que tú, no hay un algo para lo que me sienta verdaderamente virtuoso
Yo tampoco se andar en bici, compremos una, un seguro médicos, analgésicos, desinflamantes y vayamos a aprender
Me gusto tu post... he mandado a la chingada muchas cosas... y creo que de las pocas cosas que se hacer Medio bien jaja es andar en bici.. pero ni hablar!
La jucama es lo mejor
Solamente alguien muy pendejo no sabe andar en bicicleta, que putas tiene que acaso su cerebro no tiene la coordinación, ojos, manos y piernas utilizándose al unisono... ¡No chinguen!
yo tampoco se andar en bicicleta (y segun veo hay muchisima gente que tampoco) y he tomado clases de pintura, ballet, jazz, gimnasia, piano, teatro, natacion, frances y otras que como dices, nadamas aprendi a hacer dos-tres. Pero es cierto, muchas veces no es inconstancia sino saber que vale la pena, te interesa o te divierte. Especialmente en la onda relaciones.
SUPER POST!
ITARA
tampoco sé andar en bici... y no creo haber mandado muchas cosas a la chingada, pero las que he mandado, ha sido para siempre.
A mí también me dan miedo las motos Luis.
Yo tampoco se andar en bici.
Pues eso no es precisamente un defecto, es exceso de pensamiento lateral, que no es malo, la gente así tiende a ser muy creativa.
yo sí se andar en bici, jeje... y creo que cuando hice algo en mi vida lo hice bien.... supongo que cuando empiezo algo quiero terminarlo. Aunque no me funciona con las dietas, jajaj Esas sí las mando a la chingada en un dos por tres :P
Yo tampoco se andar en bici, y vaya que tengo coordinacion, y utilizo bastante bien las manos, los ojos y los pies al mismo tiempo, pues no sabre andar en bici, pero vaya que soy bailarina profesiona (;
Excelente maga!
jajaja yo tambien mando a la chingada los proyectos personales, las relaciones y no se andar en bici...
Escribes muy padre.. hace años te leo.
ah y tambien ame la escuelaaa y leer =D
pero prefiero el pepino jeje
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