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Estos son los ejercicios en Recolectivo
Ejercicio 38: Refranero Popular
Ejercicio 33: Inocentes esperanzas
Ejercicio 31: Sueños de pueblo
Ejercicio 30: Héroes sin calle
Ejercicio 26: Egolatria Desinteresada
Ejercicio 25: Señales del Apocalipsis
Ejercicio 23: Miedo a los niños
Ejercicio 18: Otra forma de morir
Ejercicio 17: 27 de enero, 2059
Ejercicio 13: Recuento de daños
Ejercicio 12: Un toque de mota
Ejercicio 9: Rebelde sin causa
Ejercicio 7: Obsesiones infantiles
Ejercicio 6: Si tuviera una maquina del tiempo...
Ejercicio 4: Asústame panteón.
viernes, 5 de febrero de 2010
La sexualdemocracia del 69
Si aplico a la oralidad mi compulsiva visión de director técnico, les diré que el 69 me recuerda al concepto de Futbol Total puesto de moda por la Naranja Mecánica del 74: atacar-defendiendo, defender-atacando. Das y recibes al mismo tiempo. Eres delantero y defensa en una misma jugada. En términos políticos, es la perfecta sexualdemocracia de la mamada, el sistema igualitario de lengua y genital como obreros de un edén marxista, la justa distribución del dar y recibir.
El 69 rompe con el concepto egoísta del sexo oral y te obliga a una coordinación simétrica, armónica, como los píes y los brazos al tocar batería.
Sí, el 69 es, o puede ser (en algunos casos) estético, profundamente cachondo. La reacción inconsciente e inmediata generada por la sola evocación de un número que yace tatuado en nuestras hedonistas profundidades freudianas. 69 Année érotique, cantan en sobrecama Jane Birkin y Serge Gainsbourg con vocecita post orgásmica mientras Sabina nos espera en la esquina de la 69-Punto G. Dos números idénticos colocados en el espejo. El 6 que se transforma en 9. (¿no hay acaso en el Número de Bestia un 6 volteado?)
Animalitos somos de un laboratorio sexual, ratones de una caja de Skinner atiborrada de lucecitas y sonidos que remiten al deseo. En esa caja, un numerito es el condicionante perfecto: 6-boca-9- genital, 9-boca-6-genital.
Pero como sucede con las sociedades justas y los universos de idílica igualdad, el 69 es, como la ciudad de Tomás Moro, una Utopía. Sí, existe, lo has practicado y la verdad es que está muy bien, pero no es la cima del placer. Claro, es porno, romántico, profundamente erótico imaginar un 69 en el que ambos llegan a su orgasmo en perfecta coordinación de engranajes anatómicos. Pero, seamos brutalmente honestos y admitámoslo de una vez: Las mejores venidas en boca, se dan cuando el que mama o lame se concentra en un 100% en su tarea y el que recibe se entrega sin distracciones a su orgasmo. Practicar un buen sexo oral, sobre todo de hombre a mujer, requiere concentración de relojero. Tienes que poner todos tus sentidos en el ritmo de tu lengua y no te puedes permitir distracciones con tu propio placer.
Las mujeres suelen decir que los hombres lo tenemos más fácil en todo: meamos parados, no tenemos regla, no parimos y un largo etcétera que alguna o muchas veces te ha echado en cara una feminista en medio de una peda. Pero de una cosa estoy (casi) seguro: hay algo que me hace sospechar que es considerablemente más sencillo mamar un pene que lamer un clítoris. Los bisexuales, sin duda, tienen la respuesta. Provocarle un orgasmo a un hombre metiéndose su pene a la boca es algo que, si bien tiene grados de maestría y doctorado, puede realizar cualquier mujer con un poco de sentido común (mientras no se quede estática o no muerda, la cosa puede marchar más o menos bien, aunque hace falta más que eso para convertirse en una felatriz) En cambio, hacer venir a una mujer con la lengua requiere de entrada cierto grado de maestría, paciencia y sobre todo, conocimiento de la dama en cuestión. Te las puedes dar de súper Tarzán porno, una suerte de sicario del multiorgasmo y aún así, si eres realista y posees una dosis de autocrítica, debes admitir que como lamedor de clítoris tienes siempre un riesgo de falla. Es una labor que requiere experiencia, sosiego, ritmo. En cambio, si eres mujer y te das a la tarea de meterte a la boca del pene de un hombre así sea por primera vez, salvo que ocurra una interrupción o algo realmente atípico, tienes un 98% de probabilidades de acabar con tu lengua llena de semen. En cualquier caso: God Bless 69.
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Daniel,
Sesenta y nueve
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Nuestros bloggers no los selecciona el azar, ni un dedo en el cielo, ni un niño de la lotería nacional; nosotros los seleccionamos de acuerdo a su peculiaridad y estilo de escribir. Recolectivo no es un blog abierto a cualquiera pero tendremos invitados.
A continuación nuestra lista de colaboradores:
Srta. Pelo Irritante adolescente con complejo de Peter Pan. De calvita sexy y gracioso caminar. Aspirante a mimo. Ha usado el mismo par de zapatos en los últimos 7 años y sólo se baña los domingos .Dicen que es rara: lo es.
Freddymatico Zimmerman. Blogger de orejas perfectas y patillas de taquero. Sarcástico engreído de comentarios corrosivos. Egocentrico jactancioso con pretenciones de macho-alfa, de piel sensible y todo poderoso. En constante contacto con su lado femenino.
Huevo Luis, nada más. Blogger venido a menos. De niño creía que Chinampa era una ciudad, pero ahora ya no está seguro. Lo acusan de ser un montón de cosas, casi todas ciertas. Él es Luis, nada más.
Salaverga. Sonorense jocoso con ínfulas de mafioso siciliano. La versatilidad y el garbo de un exiliado voluntario, que a vivencias propias, sabe que puede ser más frío el desierto de un país decadente y avaricioso, que el mismo Rio Bravo en los raudales de agosto.
Mulder. Mediocre heroe del canal 5. Desempleado de final de temporada. Escritor de lo anormal y cazador de lo paranormal. Valiente captor del Chupacabras. Fiel amante de Scully y perseguidor de extraterrestres furtivos.
NEB. Publicista frustrado prófugo de los yermos publicitarios y desertor de la semiótica. Amante de lo kitsch y buena onda. De repugnante y nauseabundo sentido del humor.
Yo soy Ella. Costeñita en el exilio. Alcohólica en proceso con la habilidad para permanecer dormida largas horas ininterrumpidas. Con tendencia a caer y accidentarse. Los internets la odian y ella odia el aguacate.
Caballero. Televiso y comunicólogo. Locutor y productor de obviedades inherentes. El maestro limpio de los blogs,
autentico portavoz del proletariado con tildes de barrio bajo. Burgués desidioso con aspiraciones de Zabludovsky.
Kabeza. Monero nacido en el desierto y exiliado en el asfalto. Fuma para esconder el bigote y dibuja porque no le queda de otra. Extraña las tortillas de harina, por eso adopto a la Tía Rosa.
Plaqueta. Como no daba una socializando ni bailando salsa, tuvo que abrir un blog. Se dice que cuando muera encontraremos sobres de Splenda regados entre sus pertenencias. Ama tanto a los hombres que le gustaría ser uno, aunque la idea de ligar con mujeres la asquea (pinches viejas). Abusa de los paréntesis (por ejemplo).
Guffo. Su mayor temor es ver a Cepillín sin maquillaje y una vez llego hasta el nivel del pretzel en Ms. Pac-Man. Ha tenido una vida provechosa y llena de triunfos, como podrán darse cuenta.
Changos. Fiel practicante de la ley del mínimo esfuerzo. Inconforme estudiante de ingeniería. Inconforme hijo de familia. Naco, inculto y borrachín. Torpe y descoordinado. Tipo de pocas palabras y aspiraciones. Indispuesto al desarrollo si este implica abandonar la comodidad de la sombrita.
Rox. Computita manipuladora. Se le vio por última vez con una caja de cartón de leche Lala en el aeropuerto acosando extranjeros. Señas particulares: Pecas en las nalgas y tendencia a morder. Padece de sus facultades mentales.
Canibal. Chamaco de rancho. Flaco, prieto, panzón y alcohólico. Cuasimisógino. Amante de la crítica a lo wey y del mundo porno. A veces llora en las mañanas, cuando recuerda la muerte violenta de su perro Jicotillo... pero ya lo está superando.
LaMaga. Monógama rehabilitada. Sobrevivió al ataque de sus propios tacones teiboleros (ya no hay lealtad en este mundo). Fanática de los cuentos (los reales, los ficticios, los propios, los ajenos y sobre todo los que le han regalado a título personal). Le gustan las películas repetidas y los planes malévolos. Las fuerzas superiores la odian.
Perdidos en acción.
Falso Profeta. Lanchero Escritor enmascarado de alta nobleza. Blogstar de naturaleza sobrevalorada. Proveniente de modesta cuna pero con afanes de opulencia. Porque su sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo.
5 comentarios:
Vale, que has acertado. Es mucho más fácil hacer que tu hombre se venga que hacer que tu mujer lo haga. Pero en lo demás, los hombres la tienen más fácil.
Me agrada que pienses que es díficil hacer que tu mujer se venga con sexo oral, significa que no solo te importa tu placer, sino también el de ella.
¡Joder! Yo no tengo hombres así... creo que por eso ahora quiero mujeres.
YoSabina
jajaja diste en el clavo con este post, y me quedo con eso de que las mujeres la tienen más facil a la hora de la acción jajaja super bien!
Cada que uso una laptop no puedo dejar de pensar que le estoy acariciando la cobacha a una vieja.
¿Estoy enfermo o los corporativos hicieron el "maus" de esa manera para tenernos pensando en sexo todo el día?
hay mucho aciderto en tucomentario del mouse Guffo..
No sólo el 69, yo también creo que el hombre tiene que hacer más esfuerzo en eso de coger bien. Conocer mejor a la vieja de enfrente, controlarse, saber cuando dar una nalgada... Los hombres son más sencillos.
En fin! me encantó este post. El único de la semana que agarró el 69 de los huevos.
Saludos!
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