viernes, 5 de febrero de 2010

La sexualdemocracia del 69



Si aplico a la oralidad mi compulsiva visión de director técnico, les diré que el 69 me recuerda al concepto de Futbol Total puesto de moda por la Naranja Mecánica del 74: atacar-defendiendo, defender-atacando. Das y recibes al mismo tiempo. Eres delantero y defensa en una misma jugada. En términos políticos, es la perfecta sexualdemocracia de la mamada, el sistema igualitario de lengua y genital como obreros de un edén marxista, la justa distribución del dar y recibir.
El 69 rompe con el concepto egoísta del sexo oral y te obliga a una coordinación simétrica, armónica, como los píes y los brazos al tocar batería.

Sí, el 69 es, o puede ser (en algunos casos) estético, profundamente cachondo. La reacción inconsciente e inmediata generada por la sola evocación de un número que yace tatuado en nuestras hedonistas profundidades freudianas. 69 Année érotique, cantan en sobrecama Jane Birkin y Serge Gainsbourg con vocecita post orgásmica mientras Sabina nos espera en la esquina de la 69-Punto G. Dos números idénticos colocados en el espejo. El 6 que se transforma en 9. (¿no hay acaso en el Número de Bestia un 6 volteado?)

Animalitos somos de un laboratorio sexual, ratones de una caja de Skinner atiborrada de lucecitas y sonidos que remiten al deseo. En esa caja, un numerito es el condicionante perfecto: 6-boca-9- genital, 9-boca-6-genital.

Pero como sucede con las sociedades justas y los universos de idílica igualdad, el 69 es, como la ciudad de Tomás Moro, una Utopía. Sí, existe, lo has practicado y la verdad es que está muy bien, pero no es la cima del placer. Claro, es porno, romántico, profundamente erótico imaginar un 69 en el que ambos llegan a su orgasmo en perfecta coordinación de engranajes anatómicos. Pero, seamos brutalmente honestos y admitámoslo de una vez: Las mejores venidas en boca, se dan cuando el que mama o lame se concentra en un 100% en su tarea y el que recibe se entrega sin distracciones a su orgasmo. Practicar un buen sexo oral, sobre todo de hombre a mujer, requiere concentración de relojero. Tienes que poner todos tus sentidos en el ritmo de tu lengua y no te puedes permitir distracciones con tu propio placer.

Las mujeres suelen decir que los hombres lo tenemos más fácil en todo: meamos parados, no tenemos regla, no parimos y un largo etcétera que alguna o muchas veces te ha echado en cara una feminista en medio de una peda. Pero de una cosa estoy (casi) seguro: hay algo que me hace sospechar que es considerablemente más sencillo mamar un pene que lamer un clítoris. Los bisexuales, sin duda, tienen la respuesta. Provocarle un orgasmo a un hombre metiéndose su pene a la boca es algo que, si bien tiene grados de maestría y doctorado, puede realizar cualquier mujer con un poco de sentido común (mientras no se quede estática o no muerda, la cosa puede marchar más o menos bien, aunque hace falta más que eso para convertirse en una felatriz) En cambio, hacer venir a una mujer con la lengua requiere de entrada cierto grado de maestría, paciencia y sobre todo, conocimiento de la dama en cuestión. Te las puedes dar de súper Tarzán porno, una suerte de sicario del multiorgasmo y aún así, si eres realista y posees una dosis de autocrítica, debes admitir que como lamedor de clítoris tienes siempre un riesgo de falla. Es una labor que requiere experiencia, sosiego, ritmo. En cambio, si eres mujer y te das a la tarea de meterte a la boca del pene de un hombre así sea por primera vez, salvo que ocurra una interrupción o algo realmente atípico, tienes un 98% de probabilidades de acabar con tu lengua llena de semen. En cualquier caso: God Bless 69.


5 comentarios:

YoSabina dijo...

Vale, que has acertado. Es mucho más fácil hacer que tu hombre se venga que hacer que tu mujer lo haga. Pero en lo demás, los hombres la tienen más fácil.

Me agrada que pienses que es díficil hacer que tu mujer se venga con sexo oral, significa que no solo te importa tu placer, sino también el de ella.

¡Joder! Yo no tengo hombres así... creo que por eso ahora quiero mujeres.

YoSabina

La Diabla dijo...

jajaja diste en el clavo con este post, y me quedo con eso de que las mujeres la tienen más facil a la hora de la acción jajaja super bien!

Guffo Caballero dijo...

Cada que uso una laptop no puedo dejar de pensar que le estoy acariciando la cobacha a una vieja.

¿Estoy enfermo o los corporativos hicieron el "maus" de esa manera para tenernos pensando en sexo todo el día?

La Nus dijo...

hay mucho aciderto en tucomentario del mouse Guffo..

La Rosy dijo...

No sólo el 69, yo también creo que el hombre tiene que hacer más esfuerzo en eso de coger bien. Conocer mejor a la vieja de enfrente, controlarse, saber cuando dar una nalgada... Los hombres son más sencillos.

En fin! me encantó este post. El único de la semana que agarró el 69 de los huevos.

Saludos!

Blogalaxia