Según los huevos de Jehová.

Estaba yo muy aburridísima en la 4ta puta junta de inducción en mi chamba, pensando en lo bonito que sería ser asquerosamente rica y dedicarme a tomar fotos y a escribir pendejadas cuando me di cuenta que la solución a todo es sacar mi propia biblia.

De verdad, ¿qué tienen Jesús, Maoma ó Buda que no tenga yo?
Que a Jesús lo parió una virgen y a Buda una mujer fecundada por un elefante de 6 colmillos... ¿y? a mi me parió una jovenzuela leona, media víbora, de rostro inocente pero engañoso.

Jesús curaba la lepra: terrible y popular enfermedad de sus tiempos.
En mis tiempos a todos nos carga la chingada el estrés... y yo, ¡hm! no están ustedes para saberlo ni yo para contarlo pero hago unos jales bien relajantes; curativos.

Joseph putas Smith pachequeaba bien cabrón y en uno de sus viajes vio visiones y oyó audiciones de planchas de oro con grabados exóticos y ¡miren! puto libro de mormón más mamón y se vende por millares, pinches templos fufurufos costosísimos... es más, hasta BOTARGA tienen del libro (es verídico, yo lo vi con éstos ojos que se han de comer los gusanos). Yo también me he pachequeado bien duro, una vez bien marihuana llegué a un orgasmo mientras meaba. ¿qué tal? Si eso no es una epifanía yo no sé lo que sea, es como el equivalente al nirvana o algo así.

Eso si, yo nunca andaría los sábados de casa en casa reclutando incautos como los testigos de Jehová, qué horror, yo si le sé respetar el sueño sabatino a la gente, tal vez hasta les llevaría waffles y se los dejaría en la puerta como el periódico pa' cuando despierten.

Lo peor del caso es saber que no faltaría quien se hiciera seguidor de mi biblia.

No cabe duda... todos somos dios.